La Argentina espera señales de Brasil, donde el Banco Central venderá dólares para sostener el real

(AFP)

Los mercados asiáticos abrieron con alzas y los futuros de las bolsas europeas y de Wall Street también estaban en azul en la medianoche de oriente, lo que presagiaba una buena jornada para el lunes en las bolsas del mundo y también para el dólar. Pero al mismo tiempo todas las miradas están puestas en la publicación de las actas de la reunión de la Reserva Federal de julio, donde dos de sus integrantes se negaron a votar la baja de tasas y otros pidieron recortes más severos. Esas actas pueden dejar claras las posiciones de los integrantes del Banco Central de Estados Unidos para el futuro. La entidad que preside Jerome Powell está distanciada de Donald Trump, que pretende una baja de tasas más contundente para devaluar al dólar.

El día de la semana más esperado es el viernes porque se inicia el simposio anual de política económica de Jackson Hole, en cuya apertura hablará Powell. Si bien nadie espera una pista notable sobre el futuro de las tasas de interés norteamericanas en la reunión de setiembre, será escuchado con atención.

Lo que suceda en el mundo para la Argentina es vital porque sus mercados están sensibles. Una mayor fortaleza del dólar y una suba del bono de Estados Unidos que signifique una suba del riesgo país en países emergentes puede marcar el destino del dólar en la Argentina, que está pendiente de la renovación de los plazos fijos y del precio de los bonos de la deuda. Si la gente descree de los títulos locales, y de los plazos fijos, se convertirán en cazadores de dólares.

El rol de la Bolsa también es clave, para ver si puede sostener el ritmo de alzas de los últimos días de la semana pasada. Fueron alzas engañosas: respondieron a un grupo reducido de papeles de gran movimiento.

(NA)

Por ahora, el mercado está equilibrándose después del golpe de principios de la semana pasada porque la salida de plazos fijos del sistema fue moderada y la caída de los depósitos en dólares rondaron los USD 600 millones. En una semana las reservas cayeron 3.406 millones a pesar de haber tenido intervenciones moderadas para contener al dólar. Pero la salida de los plazos fijos está significando una piedra en el zapato.

Como el lunes es feriado en la Argentina, en los mercados observarán qué decisiones tomará el nuevo ministro de Economía, Hernán Lacunza, que se comprometió a no sacrificar reservas para sostener al dólar. Es decir que el único instrumento que le queda es la tasa de Letras de Liquidez, que ya está en un insoportable 74% anual. La inflación que le espera va a ser muy alta porque agosto cargará con la devaluación de finales de julio y tendrá que soportar la enorme presión política del kirchnerismo que ya actúa como el sucesor del macrismo, pese a que falta librarse la contienda de octubre.

Las medidas anunciadas para reactivar el consumo de eliminación del IVA para alimentos y otras de estímulo de bienes durables, chocan con las tasas de interés y la inestabilidad del dólar. El mercado de proveedores opera con facturas abiertas. Es decir que vende a plazos, pero el precio de la mercadería lo pone el día que vence la factura de acuerdo al valor del dólar.

El comerciante y el fabricante actúan sin precios de referencia y hace que el mercado sea un caos de precios. Esta semana tendrá la renovación de activos en los comercios y la dispersión de precios y la inflación puede ser elevada. Sin contar con el riesgo de la falta de algunos productos. Las medidas desesperadas nunca dan resultados. Tienen poco plazo para ponerse en marcha. Por caso, de acá a las elecciones de octubre un solo sueldo será beneficiado con la baja del impuesto a las ganancias.

Hernán Lacunza

Durante los últimos días de la semana pasada, se notaron los aumentos en alimentos, por eso el congelamiento del precio de las naftas comparado con lo que sucede alrededor es una anécdota. El gobierno perdió el control de la micro y macro economía. De hecho, ya no puede cumplir con las metas del FMI porque al bajar impuestos para alentar el consumo os números se fueron de línea. Lo que suceda con los plazos fijos, la mayoría vence pocos días antes de las elecciones, es clave.

Lo que puede aliviar el mercado es que reaparezcan los exportadores al ver a un dólar más previsible, pero todo dependerá del humor del mercado el martes próximo.

En tanto, en el kirchnerismo están dando señales de paz con los empresarios y limpiando su imagen de anti mercado. Por caso, una señal que pocos conocen es que Carlos "el Chino" Zannini fue excluido de todas las reuniones por Alberto Fernández, que no lo quiere dentro de su grupo de consultas. Está empeñado en borrar al kirchnerismo duro, aunque se encontró con La Cámpora levantando la voz y promocionando candidatos para cargos públicos.

Tampoco hay que despreciar el rol de Axel Kicillof. Actúa como un ministro de Economía paralelo y su amistad con Guido Sandleris lo ha convertido en uno de los negociadores de la política cambiaria, pese a que ese no es su rol porque debe concentrarse en su campaña de candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires.

Por eso este lunes el mercado verá lo que sucede en Brasil con el dólar, donde hay orden de intervenir con ventas desde el miércoles y durante una semana para que no se derrumbe el real. Esta señal es contagiosa para la Argentina. Si se cae la moneda brasileña, el destino del peso argentino no será muy distinto. El dólar subió en Brasil 9,5% en un mes y vale más 4,02 reales, cuando el 18 de julio la divisa cotizaba a 3,70 por dólar.

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