El equipo económico aconsejó al presidente Mauricio Macri tomar medidas compensatorias del salto cambiario entre 20% y 23% en dos días, y la escalada de la tasa de interés de referencia en mas de 11 puntos porcentuales, a más de 74% anual. Pero subestimó el impacto directo sobre el poder de compra de los trabajadores y jubilados, como de alza de los gastos de las empresas.
– Bono transitorio de $2.000 para los asalariados registrados en septiembre y octubre. El salario medio de los trabajadores formales se ubicaba en mayo en $33.400, según las estadísticas del Ministerio de Trabajo, mientras que el promedio ascendía a $42.200 por la incidencia de las remuneraciones diferenciales en la industria extractiva, transporte de cargas y bancarios. Mientras que en la franja informal, la media se estima en torno a $25.000, dos salarios mínimos vital y móvil, aproximadamente.
De ahí que el bono de emergencia representa entre un 8% para el trabajador en negro si se asume el supuesto fuerte de que recibirán pleno el aumento, y no una proporción a voluntad del empleador; y de 6% para el salario medio de los registrados, y menos de 5% para el promedio simple de las remuneraciones formales, hasta el tope no alcanzado por Ganancias.
Pero no sólo la medida no compensa el previsible salto inflacionario de agosto, por efecto directo de la devaluación de estos días, estimada en torno a 8%, que surge de la tendencia previa de 2,4% por mes, más 5% a 6% de incidencia directa sobre Alimentos y Bebidas, que en la canasta del Indec representa entre 23% en el Área Metropolitana del Gran Buenos Aires, y sube a 35% en el norte del país, y un rango intermedio en el promedio del resto del país. Aunque en el caso de los sectores de ingresos medios a bajos, el peso de los alimentos en su estructura de gastos se eleva a más de 50% del ingreso del hogar.
– Impuesto a las Ganancias: la absorción del pago de hasta $2.000 para los trabajadores de "altos ingresos" alcanzado por el gravamen, unos 2 millones, no los alcanza el bono salarial de $2.000 en septiembre y octubre, tampoco compensará la inflación del trimestre, abarcaría a un 10% del total de los ocupados.
– Suba del salario mínimo vital y móvil: se ubica desde marzo en $12.500, y si bien sus efectos directos es de alcance limitado, un aumento arrastra directamente a los costos de las empresas, porque tienen atados los básicos a esa referencia. Se convocará al Consejo del Salario, Empleo y Productividad para el jueves de la próxima semana.
– Plan de facilidades de pago de impuestos para las Pymes: la medida siempre es requerida por los pequeños empresarios, que como muchos asalariados "les cuesta llegar a fin de mes", como dijo el Presidente, y por tanto representará un alivio. Pero no hay ninguna medida adicional de los costos financieros, por la suba de la tasa de referencia del Banco Central de 64% anual a casi 75%; ni por los mayores costos derivados de la devaluación sobre los insumos importados. Se reglamentaría la extensión del plan de facilidades de pago para los compromisos corrientes.
El Gobierno decidió mantener su compromiso con el campo de no aumentar las retenciones para poder recibir en pleno el efecto fiscal positivo del mayor cobro de retenciones
El Gobierno decidió mantener su compromiso con el campo de no aumentar las retenciones para poder recibir en pleno el efecto fiscal positivo del mayor cobro de retenciones, pero lo hace al costo de enfrentar un escenario de fuerte aceleración de la inflación y agravamiento de la recesión, por la conjunción de insuficiente recuperación o compensación de la pérdida de compra de los salarios, la licuación del aumento que recibirán en septiembre los jubilados y los mayores costos de las empresas.
El argumento base es que "se considera un impuesto distorsivo" y afectaría los avances que se ha logrado en la franja de las pymes exportadoras.
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