La tan violenta como inesperada suba que tuvieron las acciones argentinas el viernes no fue un acontecimiento aislado. En realidad, hace más de tres meses que los activos financieros vienen mostrando un comportamiento positivo, acompañados por una baja gradual del riesgo país y la estabilidad del dólar. Sin embargo, que haya sucedido en la última jornada bursátil, antes de una elección decisiva, generó todo tipo de comentarios y también algunas suspicacias.
Las principales acciones argentinas que cotizan en Wall Street cerraron el viernes con subas promedio de entre 8% y 10%, contrastando con una jornada negativa para las bolsas del mundo. La pregunta obvia que se hizo todo el mundo en medio del espectacular repunte fue: ¿saben algo más los grandes inversores respecto al resultado de las PASO que el resto ignora?
Hace ya un par de meses que los mercados vienen apostando a un buen resultado electoral del Gobierno. No necesariamente un triunfo en las PASO, pero sí una elección razonable que lo deje con buenas chances para llegar bien a octubre y eventualmente forzar un ballotage.
Antes del viernes, las acciones argentinas ya acumulaban subas superiores al 60% en dólares desde el piso de fines de abril. Lo sucedido sobre el cierre de la semana representa una apuesta adicional en la misma dirección. ¿Qué gatilló la suba? Básicamente algunas encuestas que consolidaron la idea de una elección bastante pareja. Y para agregar una cuota de optimismo, los primeros datos de inflación de agosto muestran una consolidación a la baja, acercándose al 2% mensual. Esto también podría ayudar al Gobierno en los dos meses y medio que separan a las PASO de las elecciones presidenciales, el 27 de octubre.
Es cierto que las acciones argentinas acumulan una suba superior al 60% en dólares en tres meses. Pero todavía están a mitad de camino respecto a los niveles de abril de 2018, antes de que se desatara la crisis cambiaria
Los resultados de hoy develarán rápidamente el interrogante que sobrevuela hace tiempo pero que cobró más fuerza luego del repunte del viernes. Hay dos opciones: o los mercados se adelantan correctamente a un resultado electoral que como mínimo mantiene con chances a Mauricio Macri, o se trató de una simple maniobra especulativa. Esta opción sería básicamente la de jugarse un "pleno", parecido a la ruleta. Si sale bien las ganancias pueden ser todavía abultadas hacia adelante y si no, habrá que vender con fuertes pérdidas.
El "rally" de los mercados ha elevado la vara en estas últimas jornadas sobre qué resultado sería tranquilizador, teniendo en cuenta que la mayoría de los inversores apuesta a una victoria de Juntos por el Cambio. Aunque no existe un consenso absoluto, está bastante consolidada la idea de que el escenario ideal desde el punto de vista de los mercados sería el siguiente: una diferencia de 3 puntos como máximo y la fórmula "Fernández-Fernández" por debajo del 40%.
Una distancia mayor, de entre 3 y 6 puntos, ya plantearía una suerte de "limbo" donde habrá otros factores a tener en cuenta, pensando en el comportamiento del dólar, las tasas de interés y el riesgo país. Cuánta gente no fue a votar o cuántos votos quedaron para José Luis Espert o Roberto Lavagna que en la elección general pueden ir a Mauricio Macri, por ejemplo. El otro dato clave es si el kirchnerismo llega o no al 40%, porque en caso de superar ese límite quedaría a tiro de ganar con el 45% en primera vuelta.
Encuestas que mostraron en la última semana una mayor paridad alentaron a compras de último momento para aprovechar otro eventual “rally”. Pero si la apuesta sale mal, deberán podrían asumir fuertes pérdidas mañana
La declamada "euforia" de los inversores también debe ser tomada con pinzas. Es cierto que las acciones acumulan espectaculares subas en dólares, pero por otra parte todavía valen la mitad de lo que costaban antes de que comience la crisis cambiaria, en abril del año pasado. Y los bonos recuperaron sólo marginalmente, con un riesgo país que continúa arriba de los 850 puntos. La mayoría de los títulos argentinos continúa rindiendo cómodamente arriba de 12% anual en dólares.
Una victoria de Mauricio Macri en octubre o noviembre al menos teóricamente dejarían muy atrás los precios actuales, tanto en acciones como en bonos. El impulso alcista que hay por delante todavía es considerable en ese escenario.
¿Qué podría pasar si el ganador es Alberto Fernández? El candidato kirchnerista estará obligado a realizar enormes esfuerzos para convencer a los mercados sobre el rumbo que adoptará, que no incluyen ni otro cepo cambiario ni la declaración de un nuevo default. Pero para eso es imprescindible recuperar el acceso a los mercados financieros.
El escenario “ideal” para los inversores es una diferencia no mayor a tres puntos en las PASO y que el kirchnerismo no supere el 40%. Una brecha mayor podría generar una suerte de “limbo” en el que entrarán a definir otros factores
La gran encuesta nacional que representan las PASO comenzará a develar muchas de las incógnitas y especulaciones que circularon en los próximos meses. Y también abrirán un nuevo escenario para los inversores a partir del lunes a la mañana. Para ese momento se sabrá si la elección deparó o no alguna sorpresa grande como ya viene otro ocurriendo en otras latitudes: el Brexit, la victoria de Donald Trump y la arremetida de Jair Bolsonaro son algunos ejemplos de resultados que no estaban dentro del consenso de los mercados.