"Los mismos que hoy dicen que el problema es que Avianca deje de volar son los que intentaron que Avianca no vuele. Todo lo que generaron los sindicatos y el kirchnerismo dañó de muerte a la empresa en el inicio de sus operaciones". Con estas palabras, le contestó el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, a quienes culpan de la caída de la firma a la denominada "revolución de los aviones", con el surgimiento de las low cost.
En un encuentro con periodistas organizado para mostrar las cifras de crecimiento del mercado aerocomercial durante la administración actual, especialmente el de vuelos domésticos, el funcionario se refirió a los dos casos que hacen ruido en medio de tantos números positivos: Avianca, que anunció a mediados de junio que dejaría de volar por seis meses para reestructurar su modelo de negocios; y Andes, que se encuentra en un proceso de ajuste.
Los mismos que hoy dicen que el problema es que Avianca deje de volar son los que intentaron que Avianca no vuele (Guillermo Dietrich)
Sobre Avianca, Dietrich recordó que a partir de la compra de la firma Macair, a comienzos de 2016, la línea aérea no pudo operar durante 18 meses por una demanda judicial que le costó USD 13 millones. "Les costó porque tenían una capacitación con pilotos franceses que habían pagado y no pudieron hacer; porque tuvieron los aviones parados; y porque no pudieron traer 7 aviones que habían comprado", repasó el ministro, quien adjudicó el problema de Avianca a ese comienzo conflictivo sumado a un contexto internacional complejo y el quiebre de Avianca Brasil, de la que dependía la firma argentina.
En el caso de Andes, Dietrich explicó que en 2015 tenía una participación de mercado del 1%, con 4 aviones, y hoy subió a 2%, con 5 aviones. Transportaba 5.000 pasajeros y hoy lleva 30.000. Es decir que la firma creció en estos cuatro años.
"Es cierto que Andes tiene dificultades, pero su operación creció respecto de 2015 y esperemos que lo siga haciendo. Pero también lo que sucede es parte de este proceso de competencia que comenzó y que hace que a veces algunos jugadores queden afuera", remarcó el funcionario. De todos modos, enfatizó que "ninguno de estos dos casos casos tiene que ver con la revolución de los aviones".
Andes tiene dificultades, pero su operación creció respecto de 2015 y esperemos que lo siga haciendo. Pero también lo que sucede es parte de este proceso de competencia que comenzó y que hace que a veces algunos jugadores queden afuera
La convocatoria de Transporte a periodistas, entre los que tuvo Infobae, tuvo como principal objetivo mostrar cómo está creciendo el mercado aerocomercial, especialmente de cabotaje, a partir de la mayor competencia, más cantidad de rutas y menores tarifas.
Tal como habían adelantado, las cifras de vuelos domésticos en julio fueron récord y por primera vez en 19 años, los argentinos vuelan más dentro del país que hacia el exterior, lo cual es natural en cualquier país del mundo. "La Argentina tiene esa extrañeza que es que se volaba más al exterior que dentro del país y estamos cambiando eso. En los Estados Unidos, por ejemplo, se viaja tres veces más adentro que afuera del país", señaló el ministro.
Mayor conectividad provincial y directa con el exterior
En julio, 1,5 millones de personas volaron dentro de la Argentina, cifra que representa un 61% más que en igual mes de 2015, cuando todavía gobernaba el kirchnerismo. Lo que más crecieron fueron los vuelos del interior, que treparon en cuatro años 174%. Según los datos de Transporte, el 22 de julio, día en que comenzaron las vacaciones de invierno, fue el día con la mayor cantidad de pasajeros de la historia. Del total de pasajeros, el 20% voló en líneas low cost.
Lo que más crecieron fueron los vuelos del interior, que treparon en cuatro años 174 por ciento
Las proyecciones oficiales indican que este año volarán, dentro y fuera del país, casi 32 millones de personas, casi 10% de incremento respecto de los 29,1 millones de pasajeros del 2018. Si se compara la cifra con el 2015, el crecimiento asciende al 44%. Pero el dato revelador es que este año los pasajeros domésticos alcanzarán los 16,6 millones (62% más que en 2015), frente a los 15,2 millones de personas que habrán volado al exterior del país, de acuerdo con las estimaciones.
Y lo que remarcaron Guillermo Dietrich y sus colaboradores, que lo asistieron con cifras en la presentación, es que si bien hubo un crecimiento importante en la cantidad de jugadores, todas las empresas crecen. De hecho, las expectativas es que Aerolíneas Argentinas, que hasta que explotó esta "revolución de los aviones" era la única operadora en muchas ciudades, también mostrará crecimiento. Según las cifras oficiales, crecerá 40% respecto de 2015, que implicarán 3 millones de pasajeros más.
Otro de los logros remarcados en el encuentro fue el crecimiento de las rutas que no pasan por Buenos Aires, treparon 88% en los últimos cuatro años. Hoy hay 16 rutas de cabotaje que no pasan por Buenos Aires y hay nueve provincias con viajes al exterior sin pasar por la capital argentina. Bariloche, por ejemplo, está conectada con Brasil todo el año.
Las rutas que no pasan por Buenos Aires treparon 88% en los últimos 4 años
Tarifas
El ministro Dietrich también destacó que la tarifa mínima hoy, en promedio, es 51% más baja, producto de nuevas rutas, más frecuencias y nuevos jugadores. "Se hace mucho hincapié en que la Aerolíneas de Recalde tenía un destino social. Esto que hicimos nosotros es democratizar el mercado. La empresa tenía un vuelo a Corrientes a $2.618 y hoy lo vende a $630, un valor similar a lo que cobra la competencia. Es un 76% menos. Por eso ese destino creció mucho. Antes Aerolíneas estaba sola y ahora hay competencia", destacó, quien agregó que aún así, el déficit de la compañía estatal se redujo de USD 650 millones a USD 250 millones estimados para este año.
Esta reducción del rojo se explica porque se transportan muchos más pasajeros y porque se mejoraron considerablemente los costos operativos, aunque "resta saldar la discusión con los gremios de cómo mejorar la productividad", resaltó el funcionario, en referencia a la necesidad de que los aviones vuelen más horas. "Los aviones vuelan entre 30% y 40% menos que los aviones de las empresas brasileñas", manifestó.
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