La nueva misión del FMI llegará al país justo después de las PASO, para la quinta revisión del programa stand by

Los técnicos se abocarán a los números de la economía, con los datos fiscales, monetarios y de inflación como foco principal, pero la radiografía que hagan no podrá ignorar el trasfondo político

Roberto Cardarelli y Trevor Alleyne, del FMI, en Buenos Aires

Agosto será el mes de las PASO, primera cita con las urnas a nivel nacional en este año electoral. Y marcará también la llegada de una nueva misión del Fondo Monetario Internacional a la Argentina, para la quinta revisión del acuerdo stand by firmado a mediados del año pasado.

La visita de los técnicos del FMI tendrá lugar casi enseguida después de la elección del domingo 11, ya con el resultado conocido y posiblemente con un dibujo más definido del futuro político de la Argentina, un proceso que culminará en octubre y que el propio Fondo caracterizó como cargado de "riesgos".

Al cierre de la semana pasada se supo, además que los gobiernos de la Unión Europea lograron un consenso en torno a la sucesión de Christine Lagarde al frente del Fondo Monterario Internacional: postularán para el cargo a la economista búlgara Kristalina Georgieva, que se desempeñaba hasta ahora como directora ejecutiva del Banco Mundial.

Visita desde DC

Según pudo saber Infobae en la capital norteamericana, el equipo del FMI llegará a Buenos Aires en la segunda quincena de este mes, pocos días después de las internas partidarias. Será liderado como en las anteriores oportunidades por el italiano Roberto Cardarelli, jefe de misión para la Argentina, y a ellos se sumará el representante permanente en el país, el economista jamaquino Trevor Alleyne.

La visita de los técnicos del FMI tendrá lugar casi enseguida después de la elección del domingo 11, ya con el resultado conocido y posiblemente con un dibujo más definido del futuro político de la Argentina

El objetivo de la misión será cumplir con la quinta revisión de los avances del programa y el cumplimiento de las metas fijadas en el acuerdo a tres años. Ese examen toma usualmente unas dos semanas, en las que los enviados del Fondo trabajan codo a codo con los funcionarios del Ministerio de Economía a cargo de Nicolás Dujovne y del Banco Central, que preside Guido Sandleris. Es, en principio, una evaluación netamente técnica.

Pero el horizonte político del Gobierno y las expectativas que se desprendan del resultado de las PASO impactarán de manera inevitable en la letra de la revisión y el escenario que los técnicos eleven luego al directorio del FMI en su staff report.

El ministro Nicolás Dujovne junto a Alejandro Werner y Roberto Cardarelli del FMI

Los técnicos se abocarán a los números de la economía, con los datos fiscales, monetarios y de inflación como foco principal de su tarea. Pero la radiografía que hagan no podrá ignorar el trasfondo político. Sobre todo en medio de un proceso electoral que se plantea en términos de continuidad o cambio rotundo del modelo económico implementado por la Casa Rosada en los últimos años.

En su último informe, hecho público a mediados del mes pasado, los economistas del Fondo Monetario advirtieron justamente que "los riesgos para el programa son elevados, con el muy desafiante período electoral aún por delante".

Consignaron además que los peligros que enfrenta la economía, entre ellos una eventual pérdida de confianza de los mercados, con una fuga al refugio del dólar y crecientes presiones cambiarias, podrían exacerbarse en los próximos meses.

En su último informe el Fondo advirtió sobre ‘los riesgos para el programa son elevados, con el muy desafiante período electoral aún por delante’

Esto sería así eventualmente, indicaron los técnicos del Fondo, "por la reacción de los mercados a la incertidumbre política asociada a las próximas elecciones, a pesar de los anuncios públicos de apoyo a los objetivos generales del programa por parte de los principales candidatos presidenciales de la oposición".

Algo de ese nerviosismo se trasladó al mercado en los últimos días. Y las declaraciones de candidato Alberto Fernández sobre la apreciación del tipo de cambio y las elevadas tasas que pagan las Leliq que emite el Central, en torno al 60%, hicieron poco por calmar las aguas. No fueron los únicos factores, pero el dólar avanzó un escalón y el riesgo país volvió a superar los 800 puntos.

Kristalina Georgieva, candidata a reemplazar a Lagarde (Reuters)

Al margen de estos temores, el director del FMI para el Hemisferio Occidental, Alejandro Werner, observó esta semana durante una conferencia de prensa en la sede del Fondo que hay entre los candidatos coincidencias que deben ser tenidas en cuenta.

"Existe en Argentina un convencimiento de que para que Argentina acelere su crecimiento de manera sostenible hay que profundizar el proceso de cambio estructural de la economía", dijo en referencia a las reformas estructurales -tributaria, laboral y previsional- que deberá encarar el próximo gobierno, cualquiera sea su signo político.

Existe en Argentina un convencimiento de que para que Argentina acelere su crecimiento de manera sostenible hay que profundizar el proceso de cambio estructural de la economía (Werner)

"Después de hablar con los candidatos opositores en la Argentina, un poco me llevé esta impresión, de que claramente hay una visión en cada uno de los candidatos y del Gobierno de que el gobierno siguiente tiene que comenzar con fijar una agenda de transformación económica muy importante para poder restablecer un proceso de aceleramiento de la inversión, de creación de empleos y de estímulo a la oferta", insistió Werner.

La impresión entre los observadores en Washington es que al igual que la continuidad del acuerdo con el Fondo tal como fue diseñado, el margen político para avanzar en esa agenda estará ligado también al resultado de octubre.

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