El volumen operado en el mercado de cambios en junio último mostró un incremento de 10% con respecto a igual período del año anterior, totalizando USD 53.104 millones, con un promedio diario de USD 2.950 millones, informó el Banco Central. El saldo neto fue de un superávit de la cuenta corriente de USD 933 millones que contrastó con un rojo de USD 387 millones registrado 12 meses antes.
Ese resultado, sustentado en gran parte en la mejora del comercio exterior, donde se combinó la recuperación de las cosechas con la recesión que debilitó la demanda de importaciones por parte de la economía en su conjunto, tanto de bienes de consumo, como de insumos para la producción y la inversión en máquinas y equipos, no fue un fenómeno aislado sino que comenzó a manifestarse en junio de 2018, y desde ese momento se sostuvo ininterrumpidamente.
El saldo neto del mercado de cambios en junio fue de un superávit de la cuenta corriente de USD 933 millones que contrastó con un rojo de USD 387 millones registrado 12 meses antes
Sin embargo, la principal atención de los analistas del mercado, y más aún de los economistas de la oposición al Gobierno en forma habitual, pero más en campaña electoral, se concentra en la salida, mal llamada fuga de capitales porque se está frente a un mercado con cotización y flujos libre y flotante, por parte del conjunto de residentes, más que en el saldo, porque también se registran entradas de divisas, muchas de las cuales ahora se depositan en el sistema bancario.
La estadística del movimiento cambiario volvió a mostrar que se mantiene la cultura arraigada en la sociedad argentina de mantener una economía bimonetaria, donde las transacciones de consumo se hacen en pesos, pero la poca capacidad de ahorro se concentra en dólares, y junio no fue la excepción: "la formación de activos externos del sector privado no financiero", como se denomina a esas operaciones, arrojó una salida neta de USD 1.349 millones, como consecuencia de ingresos por USD 5.422 millones y egresos por USD 6.771 millones.
En comparación con un año antes, el Banco Central registró una apreciable mejora en el resultado final, porque el saldo negativo se redujo en USD 1.725 millones, habida cuenta de que las entradas se elevaron en casi USD 3.000 millones, mientras que el movimiento inverso aumentó en USD 1.263 millones.
Y salvo el resultado de abril, el balance cambiario muestra una sostenida evolución desde septiembre de 2018, en coincidencia con el Acuerdo II con el Fondo Monetario Internacional que posibilitó despejar gran parte de la vulnerabilidad de las finanzas públicas en el frente externo, pero también con la vigencia de un tipo de cambio real más competitivo, y altas tasas de interés reales positivas que incentivaron las inversiones financieras de corto plazo en el país.
El balance cambiario muestra una sostenida evolución desde septiembre de 2018, en coincidencia con el Acuerdo II con el Fondo Monetario Internacional
Entre enero y junio de 2019 se registraron ingresos del sector privado no financiero por USD 29.390 millones, 123% más que en similar período de 2018; mientras que los egresos aumentaron 35%, a USD 40.271 millones, y el saldo neto negativo se redujo en casi USD 5.800 millones, a USD 10.881 millones.
El volumen negociado en los mercados a término totalizó en junio USD 29.947 millones, equivalentes a USD 1.664 millones diarios, subió 2% con respecto al mes previo, explicado por subas en las operaciones concertadas en el Mercado a Término de Rosario (ROFEX), que marcaron un nuevo máximo histórico mensual y representaron el 95% del volumen total. Pero respecto de un año antes se incrementó en poco más de USD 8.000 millones, un 37 por ciento.
El monto negociado en el mercado de futuros de dólar saltó de USD 21.838 millones en junio de 2018 a casi USD 30.000 millones un año después
En el mercado se lee semejante salto como la preocupación del Banco Central de mantener bajo control el nivel de la paridad cambiaria, clave para consolidar el objetivo de desaceleración de la tasa de inflación en el período preelectoral. Mientras que del lado de la autoridad monetaria sostienen que "la única preocupación y donde puede ejercer influencia, es el control de los agregados monetarios".
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