La euforia de los inversores que se había despertado sobre el mercado local entró en modo "pausa". Luego de espectaculares subas que llegaron al 60% en dólares en las acciones locales y un riesgo país que cayó por debajo de los 800 puntos, era razonable que los mercados se tomaran un respiro. Y todo indica que este compás de espera se va a mantener como mínimo en las próximas tres semanas, hasta las PASO.
Ayer, en el arranque de la semana, se notó algo de esto. Hubo caídas generalizadas en papeles argentinos, que retrocedieron hasta 5% en dólares en Wall Street. Sin embargo, se parece más bien a una lógica toma de ganancias después de un rebote tan espectacular como inesperado a partir de mayo.
El riesgo país también encontró un piso al menos momentáneo, ni bien perforó el piso "psicológico" de los 800 puntos básicos. En los últimos días los bonos ya comenzaron a operar sin mayores variaciones, a la espera de más certezas respecto al resultado electoral. El dólar, en cambio, operó prácticamente sin cambios: el mayorista finalizó en $42,45 y casi no se ovió a lo largo de toda la jornada.
En un escenario de incertidumbre creciente, toda la energía del Gobierno está puesta en mantener al dólar bajo estricta vigilancia. La "paz cambiaria" no se negocia. Es la condición indispensable -aunque no es la única- para que la fórmula Macri-Pichetto continúe recuperando terreno perdido. Las últimas encuestas muestran que se achicó la distancia pero que el kirchnerismo continúa liderando con cierta comodidad.
Para el Gobierno es fundamental mostrar que para las PASO la brecha se habrá achicado sustancialmente. Un escenario lo más parejo posible permitiría llegar con algo más de tranquilidad hasta las elecciones generales, el 27 de octubre. En cambio, una brecha superior a 5 puntos a favor de los candidatos kirchneristas podría generar un fuerte retroceso de las acciones y el regreso del riesgo país a la zona de los 1.000 puntos. Además, también aumentaría la presión sobre el tipo de cambio, lo que podría obligar al Central a vender reservas.
Aunque no es la única condición, el dólar estable es imprescindible para que el Gobierno intente reducir lo máximo posible la distancia que lo separa con el kirchnerismo de cara a las elecciones de octubre
Pero el titular del BCRA, Guido Sandleris, viene tomando varias medidas precautorias para no llegar a esa situación. Ya en abril obtuvo el visto bueno del Fondo para utilizar reservas sin necesidad de que la cotización supere la "zona de no intervención".
La semana pasada el FMI también le dio mayor margen para vender contratos a futuro, pasando de USD 1.000 millones a USD 3.600 millones. Y ayer se anunció que la tasa de interés de referencia (Leliq a siete días) permanecerá en 58% anual hasta la próxima medición de inflación, prevista el 15 de agosto.
Esto significa que al menos hasta las PASO no hay posibilidad de reducciones adicionales.
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