La confianza en el Gobierno subió en julio gracias al efecto positivo de la paz cambiaria

La Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella dio a conocer el Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) correspondiente al mes de julio. Según destaca, el efecto positivo de la paz cambiaria fue uno de los factores que reforzó la tendencia positiva inaugurada en mayo de este año.

Nuevamente, los valores altos del ICG coinciden con aquellas personas que creen que la situación económica mejorará aunque es que la correlación sea bidireccional, señala el trabajo y destaca que "el optimismo sobre el futuro económico refuerza la confianza en el Gobierno, pero a la vez una mayor confianza en el Gobierno genera optimismo".

Según el relevamiento, el ICG de julio fue de 1,97 puntos, con un aumento de 6,1% respecto del mes de junio, y una caída interanual del 2%. "El valor actual del ICG se ubica 10% por encima del obtenido durante el último mes de la administración de Cristina Kirchner", subraya el trabajo.

Aún así, los autores del informe, Javier Zelaznik y Carlos Gervasoni, señalaron que "los niveles actuales son similares a los obtenidos en el gobierno de Cristina Kirchner en octubre de 2013 (1,98) y de 2015 (1,91), que coinciden con derrotas electorales del partido gobernante".

Como ha sido usual durante el gobierno de Macri, el ICG de julio es más alto entre las personas mayores de 50 años, entre quienes viven en la Ciudad de Buenos Aires y en el interior del país, en comparación con quienes residen en los partidos del Gran Buenos Aires.

También tiene más aceptación entre quienes tienen educación terciaria o universitaria, entre quienes dicen no haber sido –ellos o sus familias– víctima de delitos en los últimos 12 meses, y entre quienes son más optimistas sobre la situación económica del país dentro de un año.

A diferencia de la tendencia predominante durante el gobierno de Macri, en esta medición de la Universidad Di Tella, no se encuentran diferencias estadísticamente significativas entre mujeres y hombres.

Finalmente, el trabajo destaca que respecto a los subíndices, hubo variaciones positivas en todos ellos: Honestidad de los funcionarios (8%), Evaluación general del gobierno (8%), Preocupación por el interés general (7%), Capacidad para resolver problemas del país (4%), Eficiencia en la administración del gasto público (3%).

Seguí leyendo: