El Gobierno recibió tres alertas electorales en un día. Uno vino del FMI, el otro del mercado, donde el dólar subió algo más de 2%, y el tercero fueron las Letras de Liquidez (Leliq) que emite el Banco Central y que desde el viernes tendrá dificultades para cubrir todos los vencimientos porque los plazos fijos no se renuevan en su totalidad.
De hecho, el lunes no pudo cubrir todas las Leliq y liberó poco más de 24 mil millones. El problema es que en las tres ruedas siguientes (martes, miércoles y jueves) vence 62% del stock y para renovarlo en su totalidad necesita captar casi $800 millones de los bancos, misión difícil si los plazos fijos no retoman su fuerza.
El lunes captó $186.366 millones 58,83% anual a 7 días, que es menor en 0,18 puntos a la que pagó el viernes. Los vencimientos del día superaban los $210 mil millones.
El tropiezo del lunes en el mercado mayorista de cambio fue positivo. Con escasos negocios por USD 700 millones (12% menos que la rueda del viernes), el dólar subió (+1,9%) a $42,40.
En bancos y casas de cambio, el dólar aumentó 50 centavos a $43,40 porque no registró el alza sorpresiva a minutos del final. El martes, se trasladará la diferencia al precio vendedor.
No se vio un cambio drástico de opinión del mercado que ponga en peligro la estabilidad cambiaria. De hecho, los depósitos en dólares de los privados en los bancos, están en el récord de USD 31.248 millones
Dos factores fueron clave en la suba del dólar que recuperó la pérdida de los últimos 8 días hábiles (dos semanas si se incluyen los feriados). El dólar presentaba un atraso que reclamaba a gritos un rebote, pero no debe confundirse esta resurrección con el inicio de una disparada del precio de la divisa. No se vio un cambio drástico de opinión del mercado que ponga en peligro la estabilidad cambiaria. De hecho, los depósitos en dólares de los privados en los bancos, están en el récord de USD 31.248 millones.
El Banco Central, debe haber tomado nota de esta situación de atraso y por eso no intervino en el mercado futuros porque les pareció un rebote sano cuando la divisa estaba 50 centavos arriba. Pero a pocos minutos del final, aparecieron manos compradores que se llevaron USD $30 millones y consiguieron una suba adicional de 40 centavos que se sumó a los 50 centavos de aumento conseguido en el día.
Pero la señal positiva es que el dólar no impactó en el precio de los bonos en dólares, de hecho, subieron más que el billete e hizo que el riesgo país cediera 0,55% a 771 puntos básicos. El Bonar 2024, el título de referencia de la deuda aumentó 2,20%. Subió más que el billete. Con esa suba neutralizó el alza de los bonos del Tesoro de Estados Unidos que bajaron su rendimiento por el aumento de precio a 2,09%.
Las malas noticias sobre el crecimiento de China, que superó apenas 6% pero estaba alejada del cálculo de los analistas, fortaleció al dólar en el mundo y lo hizo subir 0,21% frente a las seis principales.
En los países emergentes fueron pocos los que le ganaron al dólar. Entre esos vencedores se destacan la lira turca y el peso mejicano con alzas de 0,20%. En tanto, el peso chileno y el real de Brasil tuvieron leves bajas.
Wall Street cerró con alzas reducidas, pero sus indicadores se mantuvieron en los máximos históricos. El Nasdaq aumentó 0,17%, el Dow Jones, 0,10% y el S&P 500 quedó casi neutro con un avance de 0,02%. Pero los inversores más cautelosos, no solo se cubrieron comprando bonos del Tesoro norteamericano, sino que se pasaron al oro que aumentó 0,32% a USD 1.417,60 la onza troy y acumuló un avance de casi 10% en lo que va del año.
Las reservas del Banco Central se vieron afectados por la caída del euro y otras monedas. La suba del oro y los pagos al exterior provocaron una caída de las reservas de 233 millones a USD 63.359 millones.
El dólar presentaba un atraso que reclamaba a gritos un rebote, pero no debe confundirse esta resurrección con el inicio de una disparada del precio de la divisa
La Bolsa también padeció la toma de ganancias. Con un elevado monto de negocios de $950 millones, el S&P Merval, el indicador de las acciones líderes, perdió 3,50%. Las mayores pérdidas cayeron sobre los bancos, después de que el FMI en su comunicado donde mezcló elogios con datos amargos de la economía, advirtió sobre la "incertidumbre" en las elecciones. Por eso le permitió al Banco Central a ampliar su capacidad de intervención en el mercado de futuros hasta USD 3.600 en total. En otras palabras, ante el riesgo electoral le permitió al Banco Central apostar a futuro para hacerse más fuerte si necesitara intervenir para mantener al dólar dentro de un nivel lógico.
Los que más padecieron en la Bolsa, fueron Banco Macro (-5,18%), BBVA Francés (-4,32%) y Supervielle (-3,54%). Las empresas de energía acompañaron la caída. Edenor perdió 4,97%; su controladora, Pampa Energía, dejó en el camino 4,77%; Transener, 4.86% y Central Puerto, 4,53%.
En Wall Street, los ADR's argentinos -certificados de tenencias de acciones- se vistieron de rojo salvo dos papeles: MercadoLibre que subió 0,05% e IRSA Propiedades Comerciales que avanzó 0,71%. Entre los perdedores estuvo Central Puerto (-6,10%); Banco Macro (-5,92%); Supervielle (-4,01%) y Francés (-4,82%).
La rueda que viene es clave para ver si actúa el Banco Central o permite que el dólar se recupere. También tendrá que lidiar con los vencimientos de Letras del Tesoro en dólares que desde el lunes comenzaron a licitarse y se liquidarán el martes, después del cierre de los mercados.
Las Letes que emite son por un total de USD 800 millones y deberán pagarse con dólares y se dividen en dos plazos. Una emisión vencerá el 25 de octubre y la otra el 14 de febrero próximo. Entre las dos Letras se reparten los USD 800 millones que licita el Tesoro, pero le dará prioridad a las de plazo más largo. En otras palabras, los que se lleven los títulos que vencen en febrero serán los primeros a los que se adjudicarán dólares. El remanente irá a los que apuestan al plazo más corto.
También licitará Letras Capitalizables (Lecap) por $80 mil millones que vencerán el 11 de octubre próximo, justo un mes después de las PASO, y el 29 de mayo de 2020.
El resultado de esta licitación, es clave porque si hay una demanda importante del sector privado, puede hacer bajar más rápido el riesgo país y también impedir una escapada del precio del dólar.
Seguí leyendo: