La calificadora estadounidense Moody's cambió hoy la perspectiva crediticia de la deuda Argentina de estable a negativa, pero sin cambiar la calificación general del país, que sigue siendo B2.
La noticia llegó mientras se espera la confirmación de que el FMI aprobó la cuarta revisión del acuerdo stand by.
El motivo del cambio es la incertidumbre política en medio de un escenario electoral. Moody's detalló los motivos de la siguiente manera:
1 – "Mayor incertidumbre con respecto a la implementación continua de políticas que, al abordar los desequilibrios fundamentales de la Argentina, restablezcan el acceso confiable a los mercados internacionales y contengan el riesgo de que se produzcan más daños en los choques monetarios".
2 – Y por "el aumento del riesgo de que la incertidumbre de las políticas genere un cambio material y sostenido en el sentimiento que aumenta las presiones de financiamiento".
Moody's detalla que mantuvo la nota en B2 porque cree que las principales métricas crediticias del país "no empeorarán significativamente más en el próximo período". Además, se explica que "el nivel de calificación equilibra la deuda y un historial de volatilidad con un comparativamente alto desarrollo económico y apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI)".
"La verdad, es un mal dato", resumió el analista financiero Cristian Buteler. "Luego del rally que tuvimos puede ser tomado como la excusa ideal para el comienzo de una toma de ganancias", agregó.
"Le mantiene la nota a los activos, pero baja las expectativas del país a negativa. Es un paso previo para poder bajar, eventualmente, la nota de los activos. No quiere decir que es pase, pero nos ponen un escalón más abajo en cómo nos están viendo", dijo Buteler.
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