Las plataformas electorales de Macri y Fernández no sirven de nada

Ninguna de las dos será analizada por mucha gente. Más bien pasarán tan desapercibidas. ¿Casi nadie las lee porque no despiertan interés? ¿O será que se las elabora de taquito sólo para cumplir con una formalidad sabiendo que casi nadie las lee?

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Mauricio Macri y Alberto Fernández
Mauricio Macri y Alberto Fernández

Si bien la teoría indica que la plataforma electoral es el instrumento básico para que los candidatos expongan sus propuestas y programas de gobierno y para que la población tenga los elementos para comparar y definir su voto, la experiencia enseña que han venido perdiendo relevancia. La lectura y el análisis de las sendas plataformas que ya han presentado Juntos por el Cambio y el Frente de Todos no hacen más que ratificar que tal como están formuladas no sirven de nada y tendrán nula influencia en la elección del próximo presidente.

La plataforma del oficialismo es un brevísimo compendio de vagos enunciados sobre generalidades tales como la "defensa de la democracia institucional", el planteo de una "macroeconomía estable", la "competitividad, la cultura emprendedora y exportadora como bases para el desarrollo", la necesidad de una "integración inteligente al mundo", y la reiteración de que "el principal problema económico de la Argentina es la pobreza y que todas las acciones de gobierno deben estar orientadas a reducirla".

Conscientes del fracaso socioeconómico de la gestión de gobierno y de que cada uno de los objetivos elementales que se traza para un eventual segundo mandato (crecimiento, reducción de la pobreza, aumento de exportaciones, reducción de la inflación, creación de empleo formal, etc.) han empeorado en el primero, la plataforma lo capitaliza diciendo que "en estos cuatro años hemos logrado la construcción de cimientos macroeconómicos que nos permitirán iniciar una etapa de crecimiento sostenido".

La lectura y el análisis de las sendas plataformas que ya han presentado Juntos por el Cambio y el Frente de Todos no hacen más que ratificar que tal como están formuladas no sirven de nada y tendrán nula influencia en la elección del próximo presidente

¿De qué manera? ¿Con qué medidas? ¿Alguna pista sobre el recorrido para alcanzar las metas? ¿Alguna nueva orientación? ¿Plazos? ¿Prioridades?
Nada de eso aparece en la plataforma de la fórmula Mauricio Macri-Miguel Angel Pichetto. En apenas 3.663 palabras no hay espacio para entrar detalles, desarrollos, fundamentos y argumentos.

Al fin de cuentas, con su característica parquedad discursiva Macri supo sintetizar lo que haría si lo reeligen con claridad casi transparente, cuando le dijo a Mario Vargas Llosa "si ganamos vamos a ir en la misma dirección lo más rápido posible".

Una frase que vale más que las 3.663 palabras de una plataforma insustancial que se nota haber sido elaborada con la sola finalidad de cumplir con el requisito del artículo 22 de la ley de partidos políticos 23.298 que establece que "deberán sancionar una plataforma electoral o ratificar la anterior, de acuerdo con la declaración de principios, el programa o base de acción política".

Juntos por Cambio habla de
Juntos por Cambio habla de “competitividad, la cultura emprendedora y exportadora como bases para el desarrollo” (REUTERS/Marcos Brindicci)

Sin duda alguna, si se la compara con la del oficialismo la plataforma del Frente de Todos es bastante más elaborada, aunque no mucho más de lo que es posible en las 27 páginas que ocupa. Tal vez por el hecho de jugar de challenger y no poder plantear continuidad de gestión, se vieron obligados a explayarse algo más en cuanto a orientación política, y a exponer con algo de especificidad lo que harían si triunfa la fórmula Fernández-Fernández.

Pero de todas maneras no es mucho lo que se encuentra, y de lo que se encuentra se desprenden enormes inconsistencias. La más ostensible es que dentro de un planteo de "búsqueda del equilibrio fiscal en un contexto de crecimiento económico", la plataforma incluye varios compromisos que implican aumentos significativos de gasto público pero ninguna medida que incremente la recaudación, ni tampoco explicita la alternativa de recurrir al demonizado endeudamiento.

Macri supo sintetizar lo que haría si lo reeligen con claridad casi transparente, cuando le dijo a Mario Vargas Llosa ‘si ganamos vamos a ir en la misma dirección lo más rápido posible’

A modo de ejemplo, entre los objetivos figuran recuperar el poder adquisitivo de las jubilaciones, reducir el impuesto a las Pymes, aumentar los presupuestos destinados a comedores, al desarrollo científico-tecnológico, la eliminación del IVA a los bienes de la canasta básica para toda la población, un "sistema masivo de créditos para desendeudar a las familias", microcréditos para fondear obras públicas comunitarias como la construcción de veredas, cunetas, plazas, unidades sanitarias, etc.

No hay en la plataforma nada que compatibilice ese set de objetivos con el equilibrio fiscal que se postula en ese documento. A lo sumo, se menciona la necesidad de "un cambio sustancial de las políticas impositivas y crediticias" como lubricante para un acuerdo que articule los fines perseguidos por el Estado, el sector empresarial y el del trabajo en pos de promover "un aumento sustancial en las tasas de inversión e innovación tecnológica". Y en otra parte se afirma que se precisa "una política monetaria y fiscal consistente, evitando la inestabilidad y buscando el equilibrio fiscal sustentado en el crecimiento".

No sólo la plataforma hace hincapié en el equilibrio fiscal, refiriéndose a lo que haría en caso de ganar o reivindicando lo que fueron los primeros años del kirchnerismo, Alberto Fernández hizo varias declaraciones como la siguiente: "En economía voy a ocuparme de respetar el superávit fiscal, de hacer crecer el superávit comercial, de acumular reservas y de tener un dólar competitivo".

El Frente de Todos asegura
El Frente de Todos asegura que el país precisa “una política monetaria y fiscal consistente, evitando la inestabilidad y buscando el equilibrio fiscal sustentado en el crecimiento”

Más allá de la mención general a la necesidad de un cambio sustancial en la política fiscal, es muy llamativa que una coalición que se presenta como progresista no incluya ni siquiera una sola medida concreta que reequilibre una estructura tributaria totalmente desquiciada y regresiva. Ni hablar de una reforma detallada.

No sólo no hay una sola idea para incrementar la ridícula y obscena baja presión impositiva sobre los altos ingresos y grandes patrimonios, sino que directamente no se trata el tema.

En economía voy a ocuparme de respetar el superávit fiscal, de hacer crecer el superávit comercial, de acumular reservas y de tener un dólar competitivo (Fernández)

¿Qué piensan sobre el impuesto a las Ganancias que grava a los asalariados de ingresos medios y altos? ¿Predomina el demagógico y falaz argumento de Sergio Massa acerca de que el salario no es ganancia? ¿Coinciden o no con muchos tributaristas de distintas líneas ideológicas que consideran que hay que reducir la carga sobre las empresas y aumentar la de las personas de niveles altos?

La plataforma le dedica varios párrafos al recurrente problema de restricción externa que enfrenta la economía argentina. Al respecto nada dice sobre control de capitales, algo que el ex ministro y actual candidato a gobernador Axel Kicillof mencionó en una reportaje como medida posible, lo que le valió que el principal matutino llevara esa declaración como título central en tapa con la maliciosidad de sugerir la posibilidad de reinstalar un cepo cambiario, cuando las regulaciones al movimiento de capitales son en el mundo más moneda corriente que excepciones.

El ex ministro de Economía
El ex ministro de Economía Axel Kicillof habló de control de capitales como una medida posible

Sobre la escasez de dólares, un planteo central es la renegociación del acuerdo con el FMI, que supondría pasar de un crédito stand by como vigente a un Acuerdo de Facilidades Extendidas, que supone más plazo de repago sobre lo ya recibido, pero también algunas exigencia de reformas estructurales.

En el menú no falta ni el aumento de exportaciones ni una sustitución de importaciones que ahorre divisas en forma genuina. ¿Cómo hacerlo? ¿Con qué instrumentos? ¿En qué sectores? ¿Con cuáles metas cuantitativas y en que plazos? No hay respuestas.

Como en casi todo, predominan las generalidades.

En relación a una reforma laboral, uno de los pocos puntos interesantes de la plataforma del Frente de Todos gira alrededor de Vaca Muerta, sector para el cual se proponen un "régimen especial" de estabilidad jurídica que garantice e incluso aumente las inversiones. Pero, además, está la idea de extender acuerdos tripartitos en otros sectores promisorios como los agronegocios y la minería.

Y si bien figura como objetivo la recuperación del salario real, se lo condiciona a que sea "consistente con la productividad". Algo que para muchos suena a herejía, a otros podría recordarles al Perón de 1952.

Ninguna de las dos plataformas será leída y analizada por mucha gente. Más bien pasarán tan desapercibidas como el tercer arquero de una selección.

¿Es el huevo o la gallina?

¿Casi nadie las lee porque no despiertan interés? ¿O será que se las elabora de taquito sólo para cumplir con una formalidad sabiendo que casi nadie las lee?

Responsabilidad compartida, pero mucho mayor de quienes deberían despertar e incentivar más interés por parte de la población: los políticos.

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