El Banco Central concretó este miércoles su habitual subasta de Letras de Liquidez (LELIQ) en dos tramos, cuyos rendimientos marcan el sendero de la política monetaria.
La tasa de referencia diaria restó casi medio punto porcentual respecto del viernes, en 59,484%, con una absorción total de 272.247 millones de pesos. Se trata del rendimiento más bajo en cuatro meses, desde el 57,89% del 8 de marzo pasado.
Frente a vencimientos en el día por $259.353, el Central completó una contracción de liquidez neta por $8.984 millones, descontado el pago de intereses en el día por $3.910 millones, según estimaciones de la Consultora Ledesma.
El stock de LELIQ subió a $1.238.738 millones ($1,24 billón), equivalentes a unos USD 29.620 millones, un 46,5% de las reservas internacionales del Central, que el viernes terminaron en USD 63.739 millones, según datos sujetos a ajuste.
El stock de pasivos remunerados del BCRA alcanzó el monto más alto en términos nominales desde los $1.254.833 millones ($1,25 billón) del 31 de mayo del año pasado, cuando sumaron $1.242.523 millones de las extintas LEBAC, más $12.310 millones de LELIQ. Entonces la tasa de política monetaria se ubicaba en el 40% anual.
Vale recordar que las LEBAC podían ser suscriptas por particulares, condición que le aportaba a estos títulos una considerable volatilidad que desencadenó una corrida cambiaria en 2018. Tras su eliminación, fueron reemplazadas por las LELIQ, exclusivas para bancos.
Aunque el BCRA bajo la presidencia de Guido Sandleris ya lleva pagados casi $400.000 millones en concepto de intereses de Letras desde octubre del año pasado, el stock de esos pasivos sigue muy lejos de los USD 38.000 millones que representaban un año atrás, un 63% de las reservas, que alcanzaban los 60.700 millones de dólares.
Desde octubre del año pasado las LELIQ reemplazaron a las LEBAC y su stock se multiplicó por tres
A partir de octubre del año pasado las LELIQ fueron absorbiendo el remanente de LEBAC. Desde entonces, el stock creció un 186%, desde los 432.851 millones de pesos.
Con el actual sendero bajista que valida la autoridad monetaria, también se observa una transmisión más precisa de la tasa de política monetaria a los rendimientos de los depósitos a plazo. El viernes, la tasa Badlar, para colocaciones de más de un millón de pesos, promediaba 48,43% en bancos privados, mientras que para plazos hasta 59 días se situaba en 46,69% anual.
Un reporte de Puente refirió que "este mayor nivel de convergencia entre la tasa de LELIQ y Badlar vendría de la mano de la reducción de tres puntos porcentuales de la exigencia de efectivo mínimo de los bancos sobre los depósitos a plazo, implementada a principios de este mes".
En la misma dirección, el Banco Central dispuso desde abril que los ahorristas puedan realizar plazos fijos en cualquier banco que ofrezca una mejor tasa, sin necesidad de ser cliente del mismo. La medida, que rige para canales digitales, mejoró la competitividad del sector.
Con un dólar estable, las altas tasas reales en pesos, frente a una expectativa de inflación de 30% para los próximos doce meses, permiten concretar amplias ganancias medidas en moneda "dura", lo que se define como "carry trade".
"Hasta los ahorristas más conservadores se vieron tentados a desprenderse de dólares para volcar sus tenencias a instrumentos denominados en moneda local", explicó Augusto Quiñones, analista de First Capital Group.
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