La caída del dólar potencia la mejora general en muchos indicadores financieros de la Argentina, una situación aún frágil, pero que ayuda a las chances del oficialismo, ante las cruciales elecciones presidenciales de fin de año.
Con el empuje desde el exterior, por la depreciación del billete verde frente al resto de las divisas, en el mercado de cambios el dólar concluyó la semana a $43,10 en el promedio de bancos y a $41,85 mayorista, valores similares a los de mediados de abril.
La divisa de EEUU acota el incremento en 2019 a un 11%, y a un 48,9% en el acumulado de los últimos doce meses. En ambos casos, con un considerable rezago respecto de la inflación.
Un reporte de Portfolio Personal Inversiones indicó que "la credibilidad se acentuó: de estabilidad cambiaria se pasó a revaluación del peso y de bajas homeopáticas a fuertes recortes en la tasa de Leliq". Añadió que "al mercado le sobran dólares, sesgo que prevalecería en los próximos meses, salvo fuertes equivocaciones del BCRA -poco probable- o resultados adversos en las elecciones".
La incertidumbre política impide el despegue de los bonos, pero la expectativa de reactivación acompaña a las acciones
El economista Gustavo Ber afirmó que "la apreciación del peso de los últimos tiempos combinada con las elevadas tasas sigue despertando un fuerte interés por parte de fondos globales para usufructuar tácticamente del carry-trade".
La garantía de altas tasas en pesos dispuesta por el Banco Central es el soporte que incentiva la inversión en moneda doméstica y relega al dólar.
La entidad que preside Guido Sandleris recortó esta semana la tasa de política monetaria al 60%, la más baja desde el 11 de marzo y apenas dos puntos por encima del piso garantizado para todo julio, de 58% anual.
La tasa de referencia diaria de las Letras de Liquidez (LELIQ) quedó este viernes en 59,895%, mientras que el stock de deuda de la entidad alcanzó los $1.226.026 millones ($1,23 billón), equivalentes a unos 29.295,7 millones de dólares.
El panel líder S&P Merval ganó en la semana un marginal 0,1% y mantuvo el récord histórico nominal cercano a los 42.000 puntos del viernes anterior. Por la apreciación del peso, el Merval medido en dólares avanzó 1,5% y alcanzó los 1.000 puntos que también tocó en febrero.
Las acciones argentinas sostienen una ganancia promedio en dólares de 24% en 2019, tal como se observa en el comportamiento de precios de los ADR que se negocian en las bolsas de Nueva York.
En las últimas ruedas los principales índices de Wall Street también marcaron récord históricos. Gustavo Ber explicó que "el 'envión externo' aportó mucho en la importante recuperación ensayada en los últimos meses por los bonos y ADR, los cuales se deben un respiro, más allá de que los operadores externos también festejaron las últimas encuestas y la calma cambiaria".
Las previsiones positivas sobre la economía, con una incipiente reactivación en los próximos meses y una desaceleración de la inflación, empujan al alza a la renta variable, mientras que para la deuda pública todavía pesa el condicionamiento de la incertidumbre electoral.
Por eso, para los bonos la mejora del contexto financiero fue menos perceptible, pero permite destacar el retroceso del Riesgo País por debajo de los 800 puntos básicos.
El diferencial de tasa de los títulos argentinos respecto de similares emisiones del Tesoro de los EEUU terminó este viernes en torno a los 787 enteros, un rango todavía alto que excluye a la Argentina de los mercados de deuda, pero que luce muy inferior a los 1.000 puntos básicos que superó a comienzos de junio.
En este sentido, el Fondo Monetario Internacional revalidó su apoyo a la administración de Mauricio Macri. Aunque esta semana sorprendió la promoción de su directora gerente, Christine Lagarde, a la presidencia del Banco Central Europeo, el organismo liberó USD 5.400 millones del crédito 'stand by' acordado con la Argentina por un total de USD 56.000 millones.
David Lipton, el reemplazante de Lagarde aseguró que las autoridades argentinas "completaron todos sus objetivos fiscales, monetarios y de gasto social en el marco del programa respaldado por el FMI en el contexto de esta revisión".
"Los mercados financieros se estabilizaron en mayo y junio. Se espera que la inflación, aunque se mantenga en niveles altos, continúe cayendo en los próximos meses", confió Lipton.
Esos dólares del FMI podrían llevar a las reservas del BCRA otra vez al umbral de los USD 70 mil millones, aunque de manera temporal, pues serán utilizados para la cancelación de compromisos de deuda con el exterior en los próximos meses.
"Si bien el reciente repunte del ritmo de crecimiento económico es positivo, luce adecuado mantener un sesgo de cautela en cuanto a los activos argentinos debido a un escenario electoral que se mantiene incierto para este año", señalaron los analistas de Puente.
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