Los indicadores de producción del conjunto de las manufacturas como de los desarrolladores de obras públicas y privadas que relevó el Indec arrojaron en abril y mayo sendos aumentos respecto de los meses previos, ajustados por estacionalidad, pero en el caso particular de la industria el fenómeno sólo permitió atenuar la fuerte caída en comparación con los relativamente altos registros del año previo.
Y si bien los indicadores fundamentales, como se define a la macroeconomía, con reducción sostenida del déficit fiscal, cierre de la brecha externa y baja de la tasa de interés de referencia del Banco Central, más las medidas de incentivo al consumo que lanzó el Gobierno a partir de junio, y el efecto derrame de las abultadas cosechas de soja y maíz, no parece suficiente para cambiar las proyecciones contractivas que mantienen tanto los industriales como los desarrolladores de la construcción.
La reducción sostenida del déficit fiscal, cierre de la brecha externa y baja de la tasa de interés de referencia del Banco Central, más las medidas de incentivo al consumo que lanzó el Gobierno a partir de junio, y el efecto derrame de las abultadas cosechas de soja y maíz, no parece suficiente para cambiar las proyecciones contractivas de los empresarios del sector real
En el caso de los industriales, el relevamiento de expectativas del Indec para el trimestre junio hasta agosto arrojó un claro predominio de respuestas negativas, con la única excepción de las previsiones de saldo neto de exportaciones con apenas 7,6% de los consultados.
Por el contrario, pese a que la desaceleración de la inflación y la maduración de los acuerdos de aumentos de salarios en paritarias se prevé determinarán un período de recuperación del ingreso real de las familias, los industriales mantienen el escenario de otro trimestre con retracción del consumo interno, con un saldo de respuesta negativo para 1 de cada 4 empresarios; y por lo tanto el presupuesto de nuevo recorte de la necesidad de importaciones de insumos para la producción, consistente con el pronóstico de continuidad del recorte del uso de la capacidad instalada en las plantas.
Los industriales proyectan otro trimestre con menos importaciones de insumos para la producción y reducción del uso de la capacidad instalada
De ahí que una vez más se prevé que el conjunto de las manufacturas volverán a disminuir la nómina de personal en una proporción cercana a 1 de cada 4 empresas; y también en una magnitud similar de recorte de la jornada laboral, esto es de reducción de las horas de trabajo medio de la nómina de operarios.
En contrapartida, se prevé que las necesidades crediticias se incrementará para poco más de la mitad de los empresarios consultados.
El presidente Mauricio Macri se presentó frente a un auditorio de empresarios de pequeñas y medianas empresas en la sede de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), donde reconoció que este año fue "durísimo" para el sector —empresarios, trabajadores y sus familias— y respondió al reclamo sobre la necesidad de bajar la presión impositiva para el sector productivo. Y anticipó la intención de eliminar el llamado "impuesto al cheque", un claro impuesto distorsivo.
Las proyecciones en la construcción
Un escenario similar, aunque con mayor contraste que en la industria se observa en el humor de los constructores, porque en ese caso la recuperación que experimentaron en abril y mayo les posibilitó también reducir al mínimo la baja de la actividad en comparación con un año antes y, principalmente, registrar el nivel más alto de pedidos de permisos para construir en un universo de 41 municipios del país desde mayo de 2017, con 899.054 metros cuadros, superior en más de 22% tanto respecto al mes previo como en comparación con un año atrás.
Y pese al año electoral y a que el Gobierno decidió impulsar en el segundo semestre las obras de infraestructura, tanto de la rama energética, como de los corredores aéreos y viales, los desarrolladores informaron al Indec que prevén una contracción de los emprendimientos en un 50% de los casos entre los que dependen fundamentalmente de los contratos oficiales, y 40% en el de los que se dedican preponderantemente a la actividad privada.
En mayo se registró el nivel más alto de pedidos de permisos para construir en un universo de 41 municipios del país desde mayo de 2017, con 899.054 metros cuadros, superior en más de 22% tanto respecto al mes previo como en comparación con un año atrás
La consecuencia de esa perspectiva se reflejó en los pronósticos de generalizada recorte de la nómina laboral, y aumento de las necesidades crediticias.
Sin embargo, algunos economistas, como de la consultora Orlando Ferreres, prevén que las expectativas de mejora de la economía real a partir de junio podría contribuir a revertir los pronósticos contractivos que detectó el Indec en las últimas semanas entre industriales y constructores.
Seguí leyendo: