El precandidato presidencial Alberto Fernández se reunió con técnicos del Fondo Monetario Internacional para hablar sobre sus planes económicos para un eventual mandato.
El encuentro giró sobre la deuda que mantiene la Argentina con el organismo multilateral de crédito, cuyos términos deben ser renegociados de acuerdo a la consideración del postulante del Frente de Todos.
También se discutió sobre metas de crecimiento, inflación, pobreza y desempleo. Pero hubo un tema especial que acaparó el interés de los técnicos del fondo: el cepo cambiario.
Cristina Kirchner, ex presidenta y candidata a vice, impuso durante su segundo mandato una restricción para acceder a dólares. El objetivo era evitar la fuga de divisas, pero generó otros inconvenientes en la economía del país.
Fernández fue terminante ante la consulta puntual del director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner y del representante residente Trevor Alleyn: "No, el cepo fue una mala política".
Santiago Cafiero, asesor de Fernández que participó de la conversación, dio más detalles: "Los técnicos del Fondo preguntaron expresamente y Alberto les dijo que no va a impulsar el cepo, porque es una mala política que si bien trabó la salida de dólares, también impidió que lleguen divisas".
En diálogo con Luis Novaresio en radio La Red, Cafiero detalló además que Fernández se comprometió a cumplir con las obligaciones, aunque la prioridad será la actividad económica, el descenso de la inflación, la pelea contra la pobreza y la generación de empleo.
"La directora del Fondo (Christine Lagarde) empezó a darse cuenta de que sobrestimó muchas metas, se dejó guiar por el entusiasmo de un gobierno muy improvisado en materia económica y se empiezan a disparar las alertas de que las metas están cada vez más lejos", detalló el hijo del diplomático Juan Pablo Cafiero y nieto del histórico dirigente peronista Antonio.
En otro encuentro realizado el jueves, Roberto Lavagna, precandidato a Presidente de Consenso Federal, también le planteó al Fondo que habrá que reformular los términos del acuerdo porque el país perdió la capacidad de pago.
En medio de una crisis cambiaria, el FMI le prestó USD 57 mil millones a la Argentina. De acuerdo al entendimiento inicial, el país deberá devolver USD 3700 millones en 2021; USD 20.100 millones en 2022 y otros USD 22.300 millones en 2023.