Los seis factores que van a mejorar el poder de compra de los salarios para las elecciones

Un estudio de Ecolatina identificó una serie de medidas que el Gobierno implementó con el objetivo de reactivar el consumo en la previa electoral

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El salario se recuperará lentamente
El salario se recuperará lentamente mes a mes. Foto NA.

Un estudio de Ecolatina se enfocó en la capacidad de recuperación del poder de compra de los ingresos y su incidencia en el consumo, de cara a las elecciones presidenciales de este año.

"El Gobierno implementó una serie de medidas con el objeto de reactivar el consumo en la previa electoral. En términos económicos, no sólo se busca una mejora del poder adquisitivo que traccione la actividad comercial e industrial, que sume al impulso del agro, sino que se espera que las empresas recompongan sus márgenes a través de mayores cantidades vendidas y no vía aumentos de precios.

En este sentido, "se puede argumentar que la principal política que favorece el consumo es la estabilidad del tipo de cambio", indicó el Estudio. "De mantenerse esta calma iniciada luego de que el BCRA anunció que podría intervenir en el mercado cambiario, la inflación podría continuar su sendero decreciente. De este modo, la suba de precios alcanzaría la zona de 2-2,5% mensual en la segunda mitad del año", añadió.

A diferencia del año pasado cuando las paritarias se fijaron en base a una inflación esperada que resultó significativamente mayor, este año las negociaciones salariales buscaran recomponer el poder adquisitivo perdido en 2018. "Como resultado, las paritarias se están acordando en torno al 30%, lo que sumado a las subas del primer trimestre, llevarán a que los salarios acumulen un alza de al menos 40% hacia el cierre del año", subrayó.

Para Ecolatina, esta dinámica no impedirá que el salario real permanezca deprimido en la comparación interanual, por cuanto calcula que  en promedio caerá más de 6% interanual, aunque sí "ayudará a que el poder adquisitivo se recupere lenta pero sostenidamente mes a mes, lo que será central para las aspiraciones electorales del oficialismo".

Por otro lado, buscando mejorar los ingresos reales de los sectores de menores recursos, el Gobierno decidió adelantar todos los aumentos del año de la AUH a marzo, lo que implicó un incremento de 46% de la asignación que (por cuestiones contables) comenzó a abonarse en abril.

"La medida tiene efectos sobre el consumo masivo, dado que estos sectores tienen una elevada propensión al consumo", puntualizó el informe, aunque consideró que "el impacto en el agregado será limitado, ya que el incremento es de apenas $450 por asignación y afecta aproximadamente al 25% de los hogares". No obstante, se debe destacar que los perceptores de la asignación –gracias a este adelanto- cerrarán el año con una mejora real promedio de 4% interanual en sus ingresos.

La principal política que favorece el consumo es la estabilidad del tipo de cambio

"Consumados los malos resultados del primer cuatrimestre, el Ejecutivo acudió a viejas recetas para estimular el consumo en el corto plazo", evaluó Ecolatina. En primer lugar, estableció el programa de Precios Esenciales (una nueva versión de Precios Cuidados), que consiste en congelar el precio de 64 productos de primera necesidad por seis meses. Si bien esto puede ser un aliciente a la hora de llenar el changuito, los problemas de abastecimiento existen y el impacto desinflacionario es prácticamente nulo debido a que representan una pequeña canasta en comparación a todos los bienes y servicios que releva INDEC.

En segundo lugar, la ANSES abrió la posibilidad de otorgar créditos a jubilados y perceptores de AUH, con tasas que van desde el 40 y al 50%, aproximadamente la mitad de la que se ofrece en bancos. "Si bien se espera que esta medida también aporte al crecimiento del consumo masivo –el impacto en los bienes durables sería mínimo-, el organismo prevé que parte de los préstamos también tendrá como fin arreglos para la vivienda", precisó el informe.

En tercer lugar, en las últimas semanas también se anunció una significativa mejora del programa "Ahora 12", destinado en mayor medida a hogares de ingresos medios. Concretamente, se ofrece una tasa de 20% -en cuotas fijas- en lugar de una de 45% con el objetivo de incentivar el consumo hasta fin de año. El impulso sería nada despreciable ya que no sólo podría estimular las deprimidas ventas de algunos rubros como indumentaria, electrodomésticos o motos, sino que al brindar la posibilidad de postergar el pago en un contexto de elevada inflación (prevemos que los precios suban en torno al 35% doce meses vista), libera ingreso disponible que puede ser volcado a consumo adicional.

Un cuarto punto consiste en la decisión oficial de dar impulso a la Construcción, sector que cerró con una contracción de casi 6% interanual el primer trimestre del año. "En este sentido, para estimular la toma de créditos hipotecarios, se relanzó el crédito Procrear con la perspectiva que pueda ayudar a los sectores medios y bajos a adquirir una vivienda propia", refirió Ecolatina.

Por último, junto a estas medidas pro-consumo, se debe mencionar dos cuestiones extra que también aliviaran el deterioro del poder adquisitivo: el pago de medio aguinaldo en junio para los trabajadores formales y el incremento de los haberes jubilatorios (casi 11% en junio y superior a 12% en septiembre) gracias a la nueva fórmula de movilidad. Esto último otorgará un empuje a los ingresos reales (en promedio crecerán 1,3% interanual en el segundo semestre del año) de un sector que posee una elevada propensión al consumo.

 

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