La muy fuerte reacción favorable de los mercados luego de la designación del senador Miguel Pichetto como candidato a vice no dio lugar a dobles lecturas: para los mercados el único candidato potable sigue siendo Mauricio Macri y hacia allí apuestan sus fichas. Pero luego de la euforia inicial reaparecieron sobre el cierre de la semana las mismas dudas que existían previamente a esta jugada del macrismo: ¿alcanzará para remontar la clara distancia que hasta ahora mantenía el kirchnerismo en la elección presidencial?
En el precoloquio de IDEA en Neuquén hubo festejos y hasta abrazos eufóricos entre algunos empresarios. Y también se los vio con mejor semblante a varios de los ministros que llegaron hasta allí. Incluso en un brindis con periodistas ya de regreso en Buenos Aires el ministro de Producción, Dante Sica, fue un poco más allá: "Esperamos que nos sigan acompañanado con su tarea hasta fin de año y los próximos cuatro años también".
El pase de Pichetto generó un golpe de efecto casi tan fuerte como el que había logrado Cristina Kirchner al designar a Alberto Fernández al frente de la fórmula presidencial del flamante frente "Todos". Y logró opacar la cada vez más difícil de desentrañar decisión de Sergio Massa de volver al kirchnerismo, todavía no se sabe muy bien desde qué lugar.
El salto de Pichetto a las filas de Cambiemos generó un fuerte impacto político y también en la opinión pública. Pero tras el salto de acciones y bonos, vuelven las preguntas sobre el verdadero efecto que tendría a la hora de contar los votos
La suba promedio de 20% que tuvieron las acciones argentinas en Wall Street, la recuperación de los bonos y un dólar que incluso llegó a bajar brevemente de los $ 45 reflejaron la buena recepción de los mercados. Sin embargo, hay ponerlo en su justa medida: las acciones sigue valiendo menos de la mitad que hace un año y el riesgo país de 850 puntos implica rendimientos de bonos superiores al 15% anual en dólares. Significa que el nerviosismo y la incertidumbre sobre lo que puede pasar en materia política continúan presentes.
El Gobierno es consciente que solo con Pichetto y la "rosca" política alrededor no le alcanzaría para remontar el terreno perdido. Los análisis sobre "gobernabilidad" y mayor peso para alcanzar reformas estructurales son válidos, pero recién después de la elección. Mientras tanto, sigue la pelea voto a voto.
Ya con el tablero político desplegado, el empujón que precisa Macri para alcanzar la reelección debe venir por el lado de la reactivación y mejora del poder adquisitivo. El problema es que no está claro si el motor tiene la fuerza necesaria para darle ese impulso que precisa el Presidente para ganar. Por eso, el propio Pichetto se ocupó de instalar el debate bien lejos de la discusión económica y lo siguió el resto de Cambiemos. Esta pelea electoral, según viene sosteniendo desde su designación, es entre "democracia y totalitarismo¨.
La economía retomará su lugar central para impulsar a Mauricio Macri y dejarlo más cerca de la reelección. Dólar quieto, inflación en baja y recuperación gradual del consumo son las claves. ¿Alcanzará?
Claro que todos los estudios demuestran que la mayoría de la gente sí vota con el bolsillo, muy ajena a estos debates ideológicos o en teoría mucho más trascendentales para el futuro del país. Hay tiempo hasta octubre para mejorar la percepción de los votantes, luego de un año en el que el poder adquisitivo tuvo una brutal retracción. La inflación acumulada del 57% en los últimos doce meses, más alta aún en el caso de los alimentos, resultó un terrible golpe para los salarios. Recién ahora, con las paritarias que tienen un primer gran ajuste en junio, empezaría el proceso de recuperación del poder adquisitivo, sobre todo en la medida que la inflación mantenga una tendencia a la baja.
El esquema desplegado por el equipo económico para este 2019 viene funcionando relativamente bien, aunque siempre con objetivos austeros. Al menos por el momento consiguieron domar al dólar. La inflación tuvo su segunda baja consecutiva y se mantiene la lenta tendencia descendente en junio. El plan Ahora 12 reactivó ventas especialmente en rubros muy sensibles a las cuotas sin interés como electrodomésticos y colchones. También se empezó a sentir el efecto en la venta de indumentaria. Hay más gente recorriendo concesionarias para aprovechar las bonificaciones de "Junio 0km". Y beneficiarios de planes sociales ya tomaron más de 2 millones de préstamos de la nueva línea Argentina, a través de ANSES, con tasas que están a la mitad que en los bancos.
Además de estas medidas desplegadas, próximamente también habrá promociones puntuales por semana, dedicadas a indumentaria, electrodomésticos, muebles y otros sectores. Algo parecido a lo que se hizo en marzo con "Vuelta a Cole" con útiles escolares, que incluyó descuentos y cuotas para impulsar las compras.
Brokers como Balanz Capital recomndaron a sus clientes tomar ganancias luego del rally de la semana pasada. Consideran que el mercado exagera sobre las chances de releeción de Macri, aún luego de las últimas noticias
La imagen de Macri empezó a recuperar después de haber tocado un piso en marzo, lo mismo que los índices de confianza del consumidor y en el Gobierno. Además, también mejora la perspectiva de la economía en un año respecto a mediciones previas.
Pero la inquietud sigue presente. ¿Le alcanzará realmente este repunte al Gobierno para llegar a la reelección? Por ahora son pocos los que están dispuestos a subirse a la ola triunfalista. Un informe para clientes de Balanz Capital, recomienda aprovechar la suba de activos argentinos para tomar ganancias y ponerse defensivos (es decir comprar dólares).
"La reciente suba -dice Balanz- lleva implícita una probabilidad de que Cambiemos gane la elección cercana al 60%. La expectativa de precios de los bonos en el escenario Macri ha mejorado con Pichetto en la fórmula. Pero no creemos que las probabilidades en relación al voto hayan cambiado mucho con las noticias recientes".
En resumen: Pichetto en la fórmula presidencial agrega gobernabilidad a futuro, pero no está claro el impacto en los votantes. Seguramente la economía resulte mucho más decisiva en los próximos meses para volcar la balanza hacia un lado u otro, más que la "rosca" en las altas esferas del poder.
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