Melconian: "Con el FMI no hay otra que renegociar, salvo que suene el teléfono rojo de nuevo"

El economista participó del 36 Congreso anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas

Carlos Melconian en el evento del IEAF

"La agenda que viene es pesada, es diferente, si queremos un plan de estabilización. Siempre hay vida a determinado impuesto inflacionario, pero el tema es qué queremos hacer", aseguró este jueves el economista Carlos Melconian en en el 36 Congreso Anual del IAEF, el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas, que se realizó en el Centro de Convenciones porteño y cuyo título fue "De la transición hacia un país con desarrollo sostenible".

Melconian volvió a hablar de la elección del senador peronista como candidato a vicepresidente del oficialismo y dijo: " Miguel Pichetto es una buena decisión. No se si hay un cambio de rumbo, pero sí parece que hay un cambio de estilo". Agregó que "es bueno porque viene del paraguas de la política" y que no sabe si "trae votos", pero "sirve para lo previsional y otras reformas".

Remarcó que en el contexto de las reformas estructurales que debería encarar la próxima administración, conviene "explicarle a los sindicalistas que la ley laboral es para tener más trabajo, no menos. No es un gorila que va en contra de los trabajadores y es al revés".

Melconian participó en un panel junto a Daniel Artana, de FIEL

El economista dijo que con el FMI "no hay otra alternativa que renegociar", y que en ese contexto "hay que hacer gala de un programa distinto, salvo que suene el teléfono rojo de nuevo", en referencias a una eventual ayuda de la Casa Blanca para que el organismo apruebe otro pedido de aumento de la asistencia crediticia y la extensión de plazos, sin grandes exigencias de política económica y reformas estructurales.

Sobre el dólar, vaticinó estabilidad. "No pidan que crezcan flores en el jardín, pero si hablamos de tipo de cambio hasta las PASO lo dábamos bajo control, pero no es que se queda acá y no a $51, hasta sería bueno que sin lío haga tiki-tiki para que no quede todo reprimido. Pero está bajo control con USD 16.000 millones de reservas netas".

También en el contexto electoral criticó a los elogios del "modelo portugués" que se mencionó varias veces desde el kirchnerismo. "Pregúntenle a los Fernández por los primeros 5 años del Portugal, en un continente con un euro de inflación cero. Bajaron 18% los salarios", dijo el ex presidente del Banco Nación.

No pidan que crezcan flores en el jardín, pero si hablamos de tipo de cambio hasta las PASO lo dábamos bajo control, pero no es que se queda acá y no a $51, hasta sería bueno que sin lio haga tiki-tiki para que no quede todo reprimido. Pero está bajo control con USD 16.000 millones de reservas netas

Carlos Melconian dijo que "después de las PASO habrá que recalcular los números de la pulseada cambiaria" y mostró preocupación por la "bola de Leliq": "No creo que la absorba la demanda de dinero, por magnitudes. Es un problema. Los bancos de a uno pueden ir a buscar las Leliq, pero todos juntos, no".

Sobre el final destacó que "el upgrade que los países de la región tuvieron en sus cuentas fiscales y las reservas que acumularon en los 2000, que fueron excepcionales. Hasta la izquierda uruguaya armó un programa. Hoy defienden el cambio y tienen mejores números fiscales porque no se fumaron la de los 2000″.

Pro y contras del acuerdo stand-by

El titular de la consultora Econviews volvió a hablar del plan del Gobierno con el FMI, al que denominó como "Picapiedras", y volvió a detallar que si bien no es un plan para crecer "sirvió para frenar un posible default". Ese plan, detalló en su presentación, tuvo tres obstáculos y tres concesiones. El primer obstáculo fue a comienzos de año, cuando bajó la tasa de Leliq se "derrumbó", rebotó el dólar, subió el riesgo país y "el Gobierno se asustó". Los otros dos: la alta inflación de marzo y las primeras encuestas favorables a Cristina Fernández de Kirchner.

Las tres concesiones fueron los "permisos" del FMI, para que el Banco Central y el Tesoro vendan dólares y el congelamiento del techo de la banda cambiaria.

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