En mayo los analistas del mercado revisaron levemente a la baja sus pronósticos de inflación. Así, el número que dividió a los 48 consultados por la autoridad monetaria en dos partes iguales para el último mes fue 3%; todavía muy por arriba de la variación del Índice del Precios al Consumidor de un año antes que fue de 2,1%, cuando apenas comenzaba la disparada del tipo de cambio hasta un valor que virtualmente se duplicó en 12 meses.
Fue justamente ese fenómeno el que disparó la tasa interanual de 26% a esta altura de 2018 a 57% en la actualidad.
Con una tasa de 3% en mayo la inflación de los últimos 12 meses se elevó a 57 por ciento
Asimismo, las previsiones para los próximos 12 meses se ubicó en 31% interanual, inferior en 10 puntos porcentuales a la corrección de la estimación para la tasa esperada para todo 2019, de 40,3%. En ese caso, por el contrario se observa una aceleración de 3 décimas de puntos porcentuales, por efecto arrastre, habida cuenta de que en mayo de 2018 la suba de precios había sido sustancialmente menor (2,1 por ciento).
De confirmarse esa proyección al cierre del año, se superará el pico de 39,7% registrado en el primer año de Cambiemos, luego de haber tocado un máximo de 44,9% en octubre, por efecto de las primeras correcciones en los cuadros de las tarifas de los servicios públicos.
Fuerte desaceleración a partir de junio
En el cotejo de las tasas de inflación esperada para cada mes a partir de junio con las de igual período de 2018 se observa una notable desaceleración, por la combinación de dos efectos:
1) no se espera que se repita un escenario de turbulencia cambiaria, pese a la incertidumbre que genera el ciclo electoral; y
2) ya no gravitarán en similar intensidad los ajustes tarifarios, dada la decisión política de haberlos concentrados en el primer cuatrimestre.
De ahí que para junio el REM prevé una tasa de 2,7%, un punto menos que un año antes; se atenúa la baja a 0,6 puntos porcentuales en julio, pero vuelve a intensificarse el recorte entre agosto y octubre, cuando en similar tramo de 2018 se registraron picos de 3,9%, 6,5% y 5,4%, para caer al rango actual en noviembre.
Los especialistas estiman que con la inflación de mayo de 3%, completaría en los próximos 5 meses un suba de precios promedio de 3,7% mensual, tras lo cual esperan que en el segundo cuatrimestre se ubique en 2,6% promedio y descienda en el último cuatrimestre del año hasta 2,1% mensual a partir de noviembre. El Indec difundirá el dato real el jueves 13 de junio.
El promedio del mercado espera que la suba de los precios al consumidor se desacelere a 2,1% hacia noviembre
Mayor baja del PBI
Los informes privados también ajustaron la estimación del PBI, pero en sentido negativo, ahora esperan una caída de 1,5% para todo el año, frente a 1,3% que preveían en abril. No obstante, el director de la AFIP dijo en el encuentro que mantuvo con periodistas el día anterior: "en el desempeño de la recaudación de mayo observamos los efectos de la recesión que afecta a la economía respecto del año anterior, pero en el mes a mes vimos que la actividad dejó de caer, con fuerte impacto de la recuperación de las cosechas y de los emprendimientos vinculados con Vaca Muerta y la minería".
Mientras que en lo que respecta a la proyección del tipo de cambio nominal los analistas esperan un valor promedio para junio de $45,8 por dólar, con un sendero creciente hasta alcanzar un valor en diciembre de 2019 de $51, en línea con el actual techo de la banda guía que mantiene el Banco Central, representaría, de cumplirse ese pronóstico un aumento respecto del cierre de 2018 de 31%, casi 10 puntos menos que la tasa esperada de inflación.
El REM proyecta un tipo de cambio a fin de 2019 de $51, un 31% superior al cierre de 2018, y unos 10 puntos menos que la tasa esperada de inflación entre extremos
En ese escenario, el consenso de los analistas de mercado pronostican una gradual reducción de la tasa nominal de interés de referencia de mercado, a un rango de 55% anual a diciembre, pero manteniendo la brecha actual de 13 a 14 puntos porcentuales respecto de la inflación de los 12 meses previos.
Esta no parece una buena noticia para el sector de la producción y el comercio, porque implica un aumento de la tasa real, y eso desalienta la actividad y fomenta la inversión financiera.
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