Los consumidores se espantan cuando recorren los locales de venta de ropa y corroboran los precios que exhiben las marcas. Jeans a $4.000; camisas a $2.800; remeras a $1.500; zapatos a $5.000. No hay bolsillo que resista estos valores. Muchos menos después de un 2018 en el que los salarios reales perdieron 11 puntos de poder de compra por una inflación que rozó el 50% e ingresos que no llegaron a cubrir esos aumentos.
Sin embargo, un reciente informe de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI) reveló que los precios finales de las prendas terminales "crecieron muy por debajo de la inflación, apenas superando el 38,3% en marzo" respecto del mismo mes del año anterior. "Esto implica que el sector no logró trasladar el aumento de los costos de producción al precio final, redundando en pérdidas de rentabilidad que también actúan en detrimento de la producción nacional", detalló la cámara en el informe.
Con todo, los cambios en las condiciones financieras del programa Ahora 12, que bajaron a la mitad la tasa nominal anual, permitirán dinamizar las ventas. El sector textil ya se comprometió a ofrecer hasta 12 pagos sin interés.
La inflación de marzo interanual informada por el Indec fue del 54,7%, que implica 16 puntos menos que el 38% que pudo actualizar el sector en sus prendas. Sin embargo, la suba de todo el resto de los rubros que mide el organismo estadístico generó una retracción en el poder de compra local que se tradujo nuevamente en caída de ventas en todo el segmento comercial y "un desplome fenomenal de la producción industrial".
Los precios finales de las prendas terminales crecieron muy por debajo de la inflación, apenas superando el 38,3% en marzo respecto del mismo mes del año anterior
Es decir que si bien la ropa no ajustó en función de sus costos, los consumidores tuvieron que hacer frente a otros ajustes de bienes y servicios más imprescindibles que quitaron margen para rubros como la indumentaria. De hecho, cada vez es más usual ver promociones bancarias o de las propias marcas para vender más a las pocas semanas de lanzada la nueva colección. En los últimos años, y más en 2019, se aceleraron las liquidaciones.
El informe de la CIAI recordó que, según el Indec, el poder adquisitivo del salario de los trabajadores formales se contrajo un 11% interanual en febrero de 2019, mientras de acuerdo con estimaciones propias, el poder adquisitivo de jubilaciones, pensiones y asignaciones familiares cayó un 12,9% en abril. "En la medida en que los precios continúen ganándole la carrera a los ingresos de la población, no habrá recuperación del poder de compra, impactando negativamente sobre el nivel de consumo y, por lo tanto, sobre la producción local y el empleo", aseguró la entidad que preside Claudio Drescher, dueño además de la marca de ropa femenina Jazmin Chebar.
Entre los aumentos de costos productivos que debe afrontar el sector y que no logró trasladar completamente a los precios, se destacan, en primer lugar, las tasas de interés, que superan el 70%. Estas tasas encarecen el capital de trabajo y generan "importantes aumentos de costos y fuertes desincentivos a la producción. Asimismo, dificultan las operaciones diarias, provocando interrupciones en la cadena de pagos y deteriorando la situación financiera de las empresas", remarcó la entidad.
Entre los aumentos de costos productivos que debe afrontar el sector y que no logró trasladar completamente a los precios, se destacan, en primer lugar, las tasas de interés, que superan el 70%. Estas tasas encarecen el capital de trabajo y generan "importantes aumentos de costos y fuertes desincentivos a la producción. Asimismo, dificultan las operaciones diarias, provocando interrupciones en la cadena de pagos y deteriorando la situación financiera de las empresas", remarcó la entidad.
Entre otros costos relevantes se encuentran, la energía eléctrica, que registró aumentos del 78,2% en marzo 2019 en relación al mismo mes del año anterior, y el el aumento en los combustibles, que reviste importancia dada la incidencia en los costos logísticos.
Entre los aumentos de costos productivos que debe afrontar el sector y que no logró trasladar completamente a los precios, se destacan, en primer lugar, las tasas de interés, que superan el 70%
Este escenario afectó considerablemente la producción local. Según datos publicados por el Indec, la cantidad producida de ropa cayó 19,2% en marzo en términos interanales, mientras que la elaboración de hilados y tejidos – principal insumo del sector de indumentaria– se contrajo 17% en el mismo período.
Según el documento del sector, "este desplome de la producción nacional de prendas llevó aparejado el cierre de fábricas y establecimientos productivos, numerosos casos de convocatoria de acreedores y la destrucción del empleo asalariado privado registrado en el sector". Los últimos datos disponibles oficiales indican que entre el tercer trimestre de 2018 y el mismo período de 2017 se destruyeron 3.536 puestos de trabajo, lo que representa una caída de 8,2% interanual. "Este panorama se ha agravado en los últimos meses debido a la profundización de la crisis de consumo por la que atraviesa el sector", aclaró la CIAI.
En la medida en que los precios continúen ganándole la carrera a los ingresos de la población, no habrá recuperación del poder de compra (Drescher)
También las importaciones se derrumbaron, lo que demuestra la fuerte caída del consumo registrada, además del factor tipo de cambio. En marzo, cayeron 20,2% en dólares y 13,4% en toneladas, según el Indec.
La expectativa oficial es que en los próximos meses se perciba un leve repunte en el poder de compra de la sociedad debido a que se están cerrando las paritarias 2019 y la inflación comienza a mostrar signos de desaceleración. Sin embargo, los consumidores no recuperarán lo perdido en 2018; a lo sumo, empatarán la suba de precios prevista para este año, que oscila entre el 38% y el 40%.
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