Mauricio Macri ya asumió que la inflación mensual y la cotización del dólar serán los dos datos claves de la economía que determinarán sus chances de reelección. Donald Trump presionó al Fondo Monetario Internacional (FMI) para que permitiera al Banco Central actuar en los mercados cuando el dólar incremente su valor frente a razones de política doméstica o complejas situaciones globales. Y ahora Macri apuesta a atenuar los índices de inflación que se movieron a un ritmo alcista que no estaba en los cálculos del Presidente y su gabinete económico.
En este contexto, la Casa Rosada y el Palacio de Hacienda evalúan que la inflación empieza a ceder y que la reactivación se notará a medida que avance la campaña presidencial. Si eso sucede, aseguran en Balcarce 50, Macri podrá derrotar a Cristina Fernández en el balotaje.
"Esperemos. Hay que esperar hasta mañana… Esperemos que sí", contestó el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, cuando se le preguntó si la inflación de abril podía caer a menos del cuatro por ciento.
En marzo, la inflación alcanzó el 4,7%, en un cuadro de recesión económica que afectaba la imagen de Macri y sus probabilidades de obtener la reelección. Una caída de casi un punto podría mejorar las expectativas electorales del Presidente, que se prepara para una larga campaña orientada a derrotar a Cristina Fernández y su programa de gobierno.
En su ultima aparición pública, CFK reivindicó a José Ber Gelbard y su plan de acuerdo social, que finalmente derivó en un estallido económico que se conoció como el Rodrigazo.
Inflación, Venezuela y la Guerra Comercial
Dujovne tiene un fuerte protagonismo en los planes que se diseñan en Washington para reconstruir Venezuela tras la caída de Nicolás Maduro y el comienzo de la transición democrática. Hace un par de horas, recibió en su despacho a Ricardo Hausmann, delegado del presidente interino Juan Guaidó en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Hausmann fue profesor de Desarrollo en Harvard y abordó con Dujovne y un puñado de funcionarios del gobierno (Jefatura de Gabinete, Cancillería e Industria), los planes de reconstrucción y ayuda financiera que se están diseñando desde Buenos Aires para apoyar la futura transición democrática en Venezuela.
Tras su encuentro con Hausmann, Dujovne opinó sobre la probable inflación de abril y la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Aseguró que las consecuencias de ese enfrentamiento global pueden atenuarse por el plan económico vigente y consideró que la inflación del mes pasado estará por debajo del cuatro por ciento.
—Hay una guerra comercial entre Estados Unidos y China. ¿Qué debería hacer Argentina para no sufrir un daño colateral? —preguntó Infobae a Dujovne.
—Tenemos que seguir con nuestro programa, que es ir aumentando nuestra integración al mundo, fortaleciendo nuestra posición fiscal, y volvernos una economía menos volátil. Cuanto más sólida sea nuestra posición fiscal, y más creíble nuestro programa, menos nos afectarán los movimientos de las monedas internacionales y los movimientos financieros, con lo cual el camino es profundizar lo que venimos haciendo hasta ahora.
—Como consecuencia de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, las exportaciones de soja han caído. ¿El Gobierno debería tomar medidas adicionales?
—Si cae la demanda de soja, nosotros no podemos tomar medidas para incrementar esa demanda que cae. Lo que tenemos que hacer es trabajar para que los impactos que genera la economía internacional sean más fácilmente absorbibles por la economía local. Y en ese sentido, el tipo de cambio flexible es el principal absorbedor de shocks que hoy tiene la economía argentina.
—¿Habrá una inflación de menos del 4 por ciento en abril?
—Esperemos. Hay que esperar hasta mañana… Esperemos que sí.
—¿Eso ayuda a la campaña electoral?
—(Sonríe). Eso ayuda a la economía. Ayuda a los argentinos…
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