El consumo masivo volvió a caer en abril y acumula una baja de 7,1% en el cuatrimestre

La contracción del mes pasado superó el 6%, con mayor impacto en los autoservicios independientes. La venta en los mayoristas se derrumbó 11,5 por ciento. Esperan mejores números a partir de junio, con una inflación más atenuada y salarios reales en recuperación

Las ventas en supermercados y autoservicios cayeron más de 6% en abril

Los números del consumo masivo siguen en caída libre. Con una inflación que sigue alta y con salarios que no logran recuperarse en términos reales, los consumidores mantienen la extrema cautela a la hora de comprar que los viene caracterizando desde mediados del año pasado. En abril, las ventas en supermercados y autoservicios independientes se derrumbaron más del 6% respecto del mismo mes del año pasado y acumularon una contracción del 7,1% en los primeros cuatro meses del año.

Estos números fueron expuestos por el titular de la consultora Scentia, Osvaldo del Río, en el 18º Encuentro Nacional Retailer realizado hoy en el Centro de Convenciones de Buenos Aires (CEC). Según los datos recabados por la firma, el consumo en las grandes cadenas cayó en abril 3,6% y acumula una baja del 4,7% en el cuatrimestre; los autoservicios tuvieron una contracción del 8,8% y 9,2% acumulado, y los mayoristas registraron un desplome del 11,5% en abril y 9,4% en lo que va del año. En las cadenas el efecto de las promociones es el que sigue ayudando a que la merma no sea mayor.

En las cadenas el efecto de las promociones es el que sigue ayudando a que la merma no sea mayor

Según precisó Del Río a Infobae, "lo complejo de abril es que tuvo la Pascua, que el año pasado no tuvo y, pese a eso, fue muy negativo". De todos modos, el analista enfatizó que era esperable registrar números bajos hasta mayo porque en esos meses del año pasado el consumo estaba bien, por lo que la base de comparación era alta. A partir de junio, la comparación comenzará a hacerse con números menos exigentes, por lo que la estimación de Scentia para el año se mantiene entre -1,5% y -2,5 por ciento.

"Además de las bases más bajas del segundo semestre del año pasado, puede haber algo de alivio en la inflación, lo que hace que el consumo pueda mejorar, sumado a que las paritarias tenderían a cerrar este año en línea con la inflación", aseguró el director de la consultora especializada en consumo. Y agregó: "Si eso realmente sucede, como el 70% de la población tiene ingresos bajos, eso se destina a consumo".

El plan de precios “esenciales” hoy representa casi 1% de la canasta total

En cuanto a los rubros, aunque todos los que mide la firma caen en términos interanuales y en el acumulado, algunas categorías dentro de cada uno dan positivo. Es el caso de harinas, pastas finas o galletitas. Es lo único que crece, y en los últimos meses comenzó a percibirse que en los tickets donde había compra de galletitas también se registraba la de picadillo de carne o paté, lo cual estaría indicando que se está consumiendo como almuerzo o cena.

Precios esenciales

Sobre el plan de productos "esenciales", Del Río especificó que la canasta de 64 productos pasó de pesar 0,65% del total en enero a 0,90% en abril, con sólo diez días de aplicación del plan. "En ese período, se incrementó la participación un 20%, lo cual es mucho. Casi un 1% sobre el total de lo que se vende es un montón, lo cual demuestra que da resultado, al igual que el resto de los productos de precios cuidados, las marcas propias y las más baratas. Las líderes igualmente siguen pesando no menos del 60% y mucho tiene que ver con las estrategias promocionales", aseguró el director de Scentia.

En el encuentro de hoy, Del Río también se refirió a los proyectos de ley para controlar la presencia de las grandes marcas en las góndolas de los supermercados. Para alegría de las empresas de consumo masivo y de los supermercados, volvió a fracasar la sesión del plenario de comisiones de la Cámara de Diputados, en la que se esperaba obtener dictamen favorable a un proyecto unificado sobre el tema. Pero nuevamente fracasó, por falta de quórum.

"Es una muy mala idea que va a generar el efecto contrario al que se busca. Va a generar quiebres, fomentará la informalidad y generará una disminución de recursos o un aumento de precios para mantener los recursos. Tanto en la industria como en las cadenas tienen la misma preocupación", planteó Del Río en su exposición.

La industria estima que una norma de estas características podría generarle un 30% menos de volumen. Y cada punto que el canal de supermercados le gana al sector informal (65% hoy trabaja en negro) representa más de $3.000 millones de recaudación nacional, aseguran en el sector.

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