Los nuevos cambios al régimen monetario anunciados el lunes por el Banco Central (BCRA) –y negociados con el Fondo Monetario Internacional– para reducir para volatilidad del tipo de cambio no son garantía de que el dólar vaya a quedarse tranquilo a partir de ahora. Y por ende, tampoco es una certeza de que, como espera el Gobierno, la inflación comience su camino descendente. La suba de precios de abril rondará el 4% y para mayo podría ubicarse en torno al 3%, aseguran los analistas.
La posibilidad de intervenir con venta de dólares, ahora dentro de la antes llamada "zona de no intervención", que tiene como techo un dólar de $51,44, fue decidida el lunes por el Comité de Política Monetaria (Copom) y busca evitar los fuertes vaivenes cambiarios que volvieron a reflejarse la semana pasada, cuando la divisa saltó a $47 con un riesgo país que superó los 1.000 puntos.
Sin embargo, no sólo no queda claro cuál será el verdadero poder de fuego del organismo monetario, sino que el escenario político seguirá jugando un rol fuerte en los mercados en los meses que quedan hasta las elecciones. Varios economistas consultados coinciden en este diagnóstico: con la nueva estrategia, sumado a los dólares del campo y las licitaciones del Tesoro, el Gobierno puede tener éxito en mantener estable el dólar en el corto plazo, y ello contribuiría a desacelerar la inflación, pero si en las PASO Cristina Fernández logra más votos que Mauricio Macri, "volverá el pánico", advierten.
"Si a partir de ahora viene una relativa tranquilidad cambiaria, y sin aumentos significativos de tarifas en los próximos meses, la inflación debería empezar a bajar. El torniquete monetario debiera empezar a operar. Pero si en junio Cristina es candidata, si Cambiemos va con Macri y luego Cristina le gana en las PASO, podríamos estar testeando el techo de la banda", consideró el economista Federico Muñoz.
Con el nivel actual de inflación, un dólar que suba 10% desde ahora y hasta las elecciones, es decir, que llegue al techo de los $51,44, "no sería un número demasiado alto en términos reales, pero el Gobierno apuesta a cierta apreciación real en estos meses previos a las elecciones. Si lo logra, sería razonable tener una inflación de 3% en mayo y entre 2 y 3% en junio", agregó el analista. Pero la clave será si puede o no el Gobierno frenar el dólar.
Ramiro Castiñeira, de Econométrica, también aseguró que el Gobierno buscará usar el tipo de cambio como ancla antiinflacionaria de acá a las elecciones, pero también remarcó que la Argentina no se puede escapar del dólar porque no logra escapar de la creación de dinero por su déficit fiscal.
"Con la intervención que van a hacer, buscan contener el dólar, pero es el recetario clásico de la Argentina: pisar el dólar, las tarifas y controlar los precios. Se sabe que fracasa. Y si después Cristina está primera, no es un escenario que tranquilice a los mercados. Puede seguir colapsando la demanda de dinero", afirmó el analista, quien agregó: "El Gobierno está obligado a emitir por intereses de las Leliq, $45.000 millones mensuales".
Si Cambiemos va con Macri y luego Cristina le gana en las PASO, podríamos estar testeando el techo de la banda (Muñoz)
Sobre la inflación, estimó que en abril cerró cerca de 4% y en mayo se ubicará por encima de 3%. "No veo que esté menos. La creación de dinero termina empujando al dólar, el dólar a los mayoristas y éstos a los minoristas. Es una cascada que arranca con el BCRA", aseguró Castiñeira.
"La inflación se desacelerará sólo si el BCRA logra estabilizar el tipo de cambio y, a partir de ahí, enfriar las expectativas de devaluación y de inflación", consignó Federico Furiase, de EcoGo, al tiempo que remarcó que "lo que aún no queda claro es cuál es el verdadero poder de fuego del Central".
El escenario actual de fuerte caída en la demanda de dinero y aceleración de las expectativas inflacionarias hacen que cualquier aumento del tipo de cambio rápidamente se traslade a precios. Es por eso que es clave, para el Gobierno, sostener el dólar en este momento. ¿Puede escaparse el tipo de cambio? En este contexto de incertidumbre política, sí, coinciden todos los economistas consultados.
"En este contexto de incertidumbre política y de recesión, si eso le pasa factura a través del riesgo país, la presión cambiaria se puede agudizar", aseguró Furiase, quien aprovechó para remarcar que el BCRA debería "mejorar el poder de fuego además de aumentar la discrecionalidad" para que no se convierta en un "arma de doble filo".
Por otra parte, el economista de EcoGo afirmó que este esquema debe ser sólo una estrategia de corto plazo para intentar contener al dólar hasta las elecciones, ya que atenta contra el balance del BCRA al requerir mantener tasas de interés altas.
En este contexto de incertidumbre política y de recesión, si eso le pasa factura a través del riesgo país, la presión cambiaria se puede agudizar (Furiase)
A su vez, el analista financiero Christian Buteler consideró que "la discrecionalidad dentro y fuera de la zona de no intervención le da al Central capacidad de quitar volatilidad al tipo de cambio, pero tener la herramienta no garantiza utilizarla correctamente". "El año pasado, también podía intervenir e igualmente el dólar salto de $20 a $40 y se perdieron USD 30.000 millones", recordó.
Sobre si planchar el tipo de cambio frenará la inflación, Buteler manifestó dudas de que pueda lograrse, ya que "bajar la inflación al 2% mensual no es un gran logro". "Terminarían con la misma tasa de inflación que con la que llegaron", sostuvo.
Si hay volatilidad, aunque no se llegue al techo de la banda, a la economía real le sigue influyendo. Demanda un tiempo para que vuelvan a creer en esto (Collante)
"Quieren frenar un poco la inercia que tiene la inflación, pero la dinámica es que la suba de precios estará pocos puntos abajo de lo que fue el año pasado. Todo depende de cómo termine el dólar. El país consume menos dólares, pero el problema son los stocks, la dolarización de carteras. En caso de pánico, no te da ninguna cuenta", explicó Amilcar Collante, del Centro de Estudios Económicos del Sur (Cedes). Y añadió: "El BCRA tiene más poder de fuego, pero hay que ver hasta dónde puede intervenir".
El foco del Gobierno, según Collante, debería ser tratar de mantener el dólar en los niveles actuales, ya que los datos de inflación dependerán de cuánta confianza exista en el sistema. "Si hay volatilidad, aunque no se llegue al techo de la banda, a la economía real le sigue influyendo. Demanda un tiempo para que vuelvan a creer en esto", remarcó el economista.
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