El empresario Guillermo Dietrich, papá del ministro de Transporte y vicepresidente de la Cámara Argentina de Comercio, criticó al gobierno nacional en la apertura de una jornada de debate realizada en la provincia de Córdoba.
La introducción de su mensaje fue una muestra del contenido de sus palabras: dijo que había preparado una serie de machetes para ayudarse durante el discurso, pero que de un día para el otro había tenido que desechar parte de lo escrito porque el dólar había saltado tres pesos en apenas pocas horas.
El reconocido empresario automotor retomó los lineamientos de la disertación que había brindado en el mismo seminario "El comercio y el contexto político económico" en la edición del año pasado y cuestionó, por ejemplo, la fuerte carga impositiva que deben afrontar los empresarios argentinos.
"Menos impuestos por mayor recaudación. Menos por más. Cuando Argentina tenga los impuestos que en su plataforma nos prometió el gobierno actual, y tenga por ejemplo como Paraguay que tiene tres impuestos, creo que podemos arrancar", planteó.
Apeló también a una comparación para explicar por qué el gobierno nacional debe dejar de pedir préstamos a organismos internacionales y centrarse en discutir cómo aumentar la productividad.
"La familia Anchorena tenía millones y millones de hectáreas. Y en las casas hacían fiestas, y fiestas y fiestas…gasto y gasto. Y para mantener ese gasto vendieron hectáreas, y seguían gastando, y perdieron todo. ¿Cuál era la diferencia? Vender el castillo. Si vendés el castillo, agarrás el arado, si agarrás el arado, producís. Si producís, vendés. Si vendés entran dólares genuinos. ¡No hay que pedir más plata! Hay que producir dólares genuinos, no pedidos", desarrolló.
Carismático, como lo definió Eduardo Fidanza en el mismo seminario, el dueño de la popular concesionaria de autos logró la atención de un auditorio que siguió y aplaudió su discurso.
El fragmento de su alocución que mayor interés generó fue cuando abordó la discusión por la competitividad. Para ello, dijo, hay que eliminar los impuestos distorsivos. Y continuó: "Tenemos que tener un Ministerio de Economía que trabaje a fondo en las reformas; no puede ser que hasta hace poco la Argentina iba a ser un país de inversiones y hoy es un país de inspecciones".
Las "inspecciones" a las que se refirió están vinculadas al reciente control de precios de 64 productos de la canasta básica anunciado por el gobierno nacional para combatir la inflación. "El Presidente dijo que está de acuerdo y apoya el control de precios. Pero yo hoy pregunto: ¿el control de precios se realiza con un dólar a $43, como estaba hace cuatro días cuando firmé el acuerdo, o con un dólar que hoy está a $46?", se preguntó.
De acuerdo a la visión del padre del ministro de Transporte Guillermo Dietrich, el mercado y los consumidores son sabios para buscar precios y no necesitan que el Estado intervenga congelando lista de productos. Caso contrario -planteó- se corre el riesgo de que se repita lo que sucedió en el "Rodrigazo", la crisis económica de 1975 donde se produjo una brusca inflación por encima del 700 por ciento.
"No necesita que nadie le diga: "Señor, a usted lo congelo por un tiempo". Porque esto me hace acordar a la época del Rodrigazo", dijo.
Antes de cerrar su presentación, Dietrich tomó como propio un reclamo de empresarios cordobeses porque no son recibidos por funcionarios del gobierno nacional: "Si a las autoridades de Córdoba no las reciben por lo que fuere, apóyense en la Cámara nuestra, que también nos cuesta, pero unamos voluntades". Al mismo tiempo dijo que es hora de mirar atrás -"no importa si sos K o sos M"- y dejar el "enojo": "Lo importante es tener las manos limpias, sin sangre".