Fue un día de mucha incertidumbre en el mercado de deuda y de acciones argentino, donde los inversores ya prefieren desprenderse de los bonos argentinos ante el riesgo de una eventual reestructuración sin importar que el rendimiento supere el 21% para los bonos cortos, debido a que el fantasma del default si el kirchnerismo vuelve al poder sobrevoló a los fondos de inversión. Con todo, el mercado de cambios lo soportó bastante bien, pese a que el peso se depreció 3,65 por ciento.
El riesgo político de una vuelta del kirchnerismo es fogoneado por el Gobierno hace tiempo, pero ayer se vivió con particular violencia porque se rumoreó que un representante de Unidad Ciudadana había estado reunido en Nueva York con bonistas para plantear una reestructuración de deuda. Emmanuel Álvarez Agis, ex viceministro de Axel Kicillof, se lo desmintió a Infobae, aunque sí estuvo reunido con fondos tres semanas atrás.
El rumor cayó en un mal día para los mercados emergentes en general, lo que le pega más fuerte a los activos argentinos. Y fue exacerbado por el lanzamiento del libro de Cristina Kirchner, lo que hace sospechar que finalmente se presentará como candidata a presidenta, una incertidumbre política que los bonistas no quieren soportar.
Finalmente, el riesgo de impago hizo que los seguros contra default a cinco años hayan superado los 1.000 puntos, lo que a su vez pudo haber disparado ventas de bonos por el mayor costo que supone asegurarse a esos niveles.
"Yo no fui", dijo Álvarez Agis, quien estuvo en Nueva York hace tres semanas reunido con fondos y bancos. "No hablo en nombre de Cristina. No sabemos si va a ser candidata o no", explicó y desmintió "rotundamente" la intención de defaultear la deuda.
"El que esté pensando en un default y romper con el FMI está loco. Un próximo gobierno tiene que renegociar el acuerdo con el FMI, porque este año espero 1% de déficit primario y eso es incumplir el acuerdo. El FMI no está esperando cobrar en cuatro años lo que nos prestó. Llegar al déficit cero sí, pero en dos o tres años. Los supuestos del FMI es que la economía crecía, pero fueron dos años de recesión. Ajustemos la meta fiscal, en consecuencia", explicó Álvarez Agis.
"Si el FMI lo aprueba, se despeja el cuco del mercado y se puede rollear la deuda razonablemente. Si reestructuras con el FMI, la deuda que vence en el mercado es manejable. La estrategia financiera tiene que ser mantener estable el nivel de endeudamiento y licuar el ratio de deuda contra el producto con crecimiento del PBI", agregó Álvarez Agis.
"Argentina tiene el mercado cerrado. Si asume un nuevo gobierno -Cristina, Vidal, Macri, Lavagna- y se junta con el FMI y acuerda, ese día se abre el mercado y se rollea la deuda privada", insistió. "El talón de Aquiles del modelo es el dólar", minimizó.
Si el FMI lo aprueba, se despeja el cuco del mercado y se puede rollear la deuda razonablemente. Si reestructuras con el FMI, la deuda que vence en el mercado es manejable (Álvarez Agis)
Sí estuvo presente en Wall Street el senador Miguel Ángel Pichetto, quien tuiteó: "Destaqué la importancia de cumplir con las obligaciones internacionales contraídas para no caer en un nuevo default".
Por lo pronto, ayer no había compradores de bonos argentinos. El rumor sobre la visita de un representante del equipo de Unidad Ciudadana aceleró la desconfianza de los fondos, que hasta el día anterior todavía esperaban que Mauricio Macri ganara a pesar de las mayores chances de Cristina Kirchner. El miedo se exacerba porque el mercado asume que si la ex presidenta lanzó su libro significa que se presentará a elecciones. Unos días después de que se difundieran encuestas que la dan por ganadora en un balotaje ante Macri.
"Es una mezcla de factores. Rumores. Temas políticos. Hoy con los bonos vale la paridad; si te reestructuran la deuda corta, es importante el valor de recuperación y no tanto cuánto rinde. El mercado le está poniendo precio a cosas más negativas. Sobrerreaccionó mucho", dijo un operador con clientes en el exterior.
En el mercado se empieza a escuchar que los bonos operan por paridades, en vez de por rendimiento. Es porque se entiende cercano a un evento de default y los bonistas se concentran en cuánto recuperarían del bono en caso de que quita en una reestructuración de deuda. Los bonos cortos acortaron su paridad a un 84%. Los bonos más castigados fueron el Bonar 20 cerró a USD 84,85 (-6,65%) y el Bonar 24, a USD 84,50 (-5,6%), dos títulos bajo ley argentina que recortaron la caída al final porque llegaron a ceder 8%. El tramo bajo ley extranjera cayó entre 2 y 3 dólares.
Destaqué la importancia de cumplir con las obligaciones internacionales contraídas para no caer en un nuevo default (Pichetto)
"El mercado está en modo pánico. El dólar no se mueve tanto, sino los bonos y las acciones", explicaron en un banco. "El hecho de que Cristina haya aparecido con el libro plantea que va a ser candidata y gatilla estas decisiones", agregaron.
Las acciones también sufrieron el día negro –la bolsa porteña cayó 3,82% y los ADR en Nueva York tuvieron caídas que llegaron a 14%-, porque la contracara de una alta tasa de riesgo país o tasa de descuento es la baja en el precio de las compañías.
Además, los CDS a 5 años cerraron en 1242 puntos. Pudo haber sido porque tiene más liquidez el mercado para comprar cobertura que para vender los bonos argentinos. A su vez, retroalimenta la venta de títulos porque el seguro a esos niveles se opera up front, es decir, se paga anticipadamente.
Además, el mercado argentino fue el más golpeado en un contexto en que también sufrió el resto de los mercados emergentes: el real perdió casi 1,63% y el Bovespa cayó 0,92%. Pero Vale perdió 3 por ciento.
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