Luego del anuncio de las medidas económicas con las el Gobierno busca contener los precios e impulsar el consumo, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, aseguró este jueves que la implementación de los precios de los 64 productos de la canasta básica estará consumada "en los próximos cinco o seis días", a la vez que afirmó que a partir de este mes la inflación irá decreciendo.
"No son precios congelados, son precios cuidados", diferenció el ministro en relación al tope que se fijó en un plan que, según prometió, "va ser efectivo y se va a cumplir". "Acá no hay un decreto que congela, sino que las empresas que quieran pueden estar y las que no quieran estar en Precios Cuidados, no", amplió a TN.
Y, tras reconocer que desde hace un año que no va al supermercado con regularidad por falta de tiempo, consideró que no hubo remarcación de precios en las últimas horas.
El acuerdo de precios es con 16 empresas para que 64 productos de la canasta básica mantengan sus precios durante seis meses. En la lista, hay aceites, arroz, harinas, fideos, leche, yorgurt, yerba, infusiones, azúcar, conservas, polenta, galletitas, mermeladas y bebidas. Las compañías se comprometieron a asegurar disponibilidad de los productos en 2500 puntos de venta.
El paquete de medidas orientadas a tarifas fijas en productos alimenticios, servicios públicos, beneficios sociales más el apoyo a las pymes, llegó tras conocerse el "pico" de inflación de 4,7% en marzo.
En ese sentido, Dujovne reconoció las quejas y reclamos en la calle por la situación económica, pero reafirmó que el rumbo que transitan es el indicado. "La Argentina está intentando bajar la inflación a la vez que lo hace con tipo de cambio flotante, lo cual lo hace que el proceso pueda ser más lento pero más perdurable. Así lo hicieron nuestros vecinos. La contracarta de la inflación que tuvimos el año pasado es que no tuvimos una explosión de desempleo. Como economista y mirando la pobreza, uno siempre prefiere más inflación si puede preservar el empleo que tener un aumento dramático del desempleo aún con una inflación más baja. Esto le ha funcionado al resto de los países de la región", reflexionó.
Y avizoró: "Sabíamos que íbamos a tener dos meses más altos, marzo y abril, por el impacto de los precios regulados y a eso se sumó el traspaso a precios que todavía no habían ocurrido, como por ejemplo la carne, que el año pasado, en medio de la depresión muy fuerte, no había subido tanto. Pensamos que a partir de abril vamos a ver un número menor que marzo, que en mayo un número menor que abril y así consecutivamente".
El titular del Palacio de Hacienda repitió que la inflación es un "problema de décadas". En este contexto, cerró cuestionando el exceso de confianza inicial: "Los desequilibrios que heredamos eran muy grandes. Tal vez tuvimos un optimismo exagerado al comienzo sobre el ritmo al que se podía bajar la inflación. No tenemos dudas que esta batalla la vamos a ganar aunque lleve más tiempo".
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