El Gobierno lanzó este miércoles un plan que abarca a amplios sectores de la economía con una decidida meta electoral. Con una vigencia de seis meses, el Ejecutivo redirigirá partidas para paliar los efectos del ajuste fiscal, frente a una aceleración de la inflación y una actividad que todavía da signos débiles de reactivación.
El ministro de Hacienda Nicolás Dujovne afirmó que el "costo fiscal" será de unos $9.000 millones y lo consideró "manejable", dentro del objetivo de déficit primario "cero" para 2019.
"Las únicas medidas que estamos tomando con costo fiscal tienen que ver con el financiamiento del aumento en el precio del gas, al diferirlo y al permitir el 'aplanamiento' de la tarifa -y que se pague en los meses de verano exceso de la tarifa de invierno-, y la absorción por parte del Gobierno nacional del aumento del costo mayorista de la electricidad que se iba a hacer por 6% en mayo y en agosto", expresó Dujovne.
A través de un comunicado, la Presidencia de la Nación aseguró que "habiendo empezado a estabilizar la cuestión cambiaria", buscó consenso político para aplicar una "serie de medidas que tienen como objetivo profundizar la lucha contra la inflación y ayudar a reactivar la economía".
Como eje central anunció "la no disposición de nuevos aumentos de tarifas de servicios públicos para este año en la órbita del Gobierno Nacional", habida cuenta de que el incremento de los precios regulados fue un factor esencial en el salto inflacionario de los últimos tres años.
El rol financiero de la Anses
La Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) invertirá para nuevos créditos unos 124.000 millones de pesos.
El organismo previsional ampliará la oferta de créditos para este universo de jubilados, beneficiarios de Pensiones No Contributivas, de la Asignación Universal por Hijo y de Asignaciones Familiares.
Nicolás Dujovne afirmó que el ‘costo fiscal’ será de unos $9.000 millones y lo consideró ‘manejable’, dentro del objetivo de déficit primario ‘cero’ para 2019
Además financiará descuentos de entre el 10% y el 25% en supermercados, negocios de ropa, iluminación, viajes y turismo, electrodomésticos, línea blanca y materiales para la construcción para las 18 millones de personas que reciben beneficios del ente.
Un freno a las tarifas
El Gobierno dispuso que en lo que resta del año no habrá más aumentos de tarifas de electricidad y gas en las áreas que dependen de la administración nacional, no así para las que están bajo jurisdicción provincial o municipal.
Tampoco habrá aumento en los colectivos y trenes metropolitanos en lo que queda de 2019, así como en los peajes que dependen del Ejecutivo nacional. "Si en los próximos meses un usuario ve un aumento en su factura de gas o electricidad, o en el precio del boleto de colectivo, se deberá a una decisión de su gobierno provincial o municipal", advirtió la comunicación oficial.
El Gobierno especificó que absorberá inicialmente el costo del descuento del 22% en el precio del gas en los meses de invierno. Dicho costo se trasladará a las facturas de los meses de verano, los de menor consumo, para "aplanar" el peso de este servicio en la canasta doméstica.
Ampliación del Procrear
El Gobierno dispondrá de unos $5.500 millones para que unas 10.000 familias accedan a un nuevo tramo del plan de crédito para vivienda ProCreAr, que se sumarán a otros 30.000 préstamos en curso.
Hacienda aclaró que "las familias aportarán una parte del valor de la vivienda" en este caso, del 10% del precio, mientras que el Estado nacional cubrirá un 20% a través de un subsidio no reembolsable, estimado en un promedio de 550.000 pesos.
Recorte en retenciones
Por último, en el Palacio de Hacienda decidieron eliminar una parte de los derechos de exportación para las pyme con ventas externas de menos de 50 millones de dólares por año. La medida se acota al volumen que supere el promedio de sus exportaciones del año pasado.
En el caso de los servicios, desde 2019 las micro y pequeñas empresas tributaban retenciones sobre el monto de exportaciones de USD 600.000 anuales.
El Gobierno esperaba para el corriente año una mejora apreciable en la recaudación, básicamente por la escalada inflacionaria, pero la contracción de la economía atrofió la evolución positiva de los recursos tributarios.
Ahora la estrategia es la opuesta: una incipiente mejora de la actividad económica con el impulso de las líneas de crédito al consumo y vivienda ayudaría a fortalecer los ingresos fiscales, que en el primer trimestre de 2019 crecieron un 38,9% interanual, casi 16 puntos porcentuales menos que la inflación, en el 54,7% acumulado en los últimos 12 meses.
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