Congelan las bandas cambiarias hasta fin de año: ¿alcanzará para pisar al dólar preelectoral?

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Todas las miradas estarán hoy puestas en la reacción del dólar, luego de la decisión del Banco Central de congelar la suba de bandas cambiarias, que supuestamente debían deslizarse a un ritmo de 1,75% mensual hasta fin de junio. Con esta jugada consensuada con el FMI, se busca enviar una señal a los inversores: el Gobierno buscará acotar la volatilidad del tipo de cambio y sobre todo evitará que vuele demasiado hasta las elecciones.

Se trata del primer cambio más notorio al sistema de bandas cambiarias ajustables que se presentó en sociedad en octubre del año pasado. Pero lo más importante es que muestra cierto grado de flexibilidad del FMI, que escuchó las críticas crecientes que estaba recibiendo el esquema y aceptó una primera modificación. Pero parece quedar claro que podría haber otras si la evolución del dólar no es la esperada.

Desde ahora y hasta fin de año la "zona de no intervención" se moverá dentro de un piso de $ 39,75 y un techo de $ 51,45. A pesar de este congelamiento, igual a la divisa le quedaría bastante recorrido hacia arriba en caso de mayor presión cambiaria. Desde el cierre de ayer aún podría subir 21,3% hasta que el Central quede habilitado para vender reservas.

Como el Central se compromete a no comprar dólares hasta el 30 de junio, en la práctica desapareció el piso de la banda cambiaria. Los $ 39,75 no tienen ningún efecto práctico. El problema es que el techo sigue demasiado alto

El objetivo no declarado de fijar las bandas cambiarias es meter presión para llevar el dólar nuevamente al piso de la zona de no intervención. Ni la elevada tasa de interés ni las ventas de USD 60 millones diarios del Tesoro y la liquidación de dólares del campo consiguieron hasta ahora ese objetivo. Ahora el Central decidió dar otra "zanahoria" para los inversores: si el tipo de cambio llegara a perforar el límite inferior de la banda no saldrá a comprar, por lo menos hasta el 30 de junio, por lo que podría caer aún más.

Esa señal de "no intervención" implica en la práctica que en realidad desaparece el piso de la banda cambiaria. La perspectiva de un dólar que podría caer sin nadie que lo sostenga podría resultar un imán para que el campo venda antes de que la caída sea mayor.

Así el tándem Nicolás Dujovne-Guido Sanderlis procura que el dólar actúe como ancla anti inflacionaria, como históricamente ha sucedido en la Argentina. En marzo, cuando la divisa volvió a dispararse más de 11%, la inflación saltó a 4,7% (el "pico" que había adelantado ya Mauricio Macri).

En cambio, si el dólar cae incluso abajo de $ 40 ayudaría y mucho a la desinflación que se busca a partir de mayo. Si uno de los problemas que arrastra la economía argentina es la "inercia" inflacionaria, entonces parece lógico terminar con la indexación de las bandas.

Anclar el tipo de cambio es fundamental para conseguir que la inflación empiece a bajar a partir de mayo. Sería un dato importante para que Mauricio Macri llegue con mejores chances a las PASO.

¿Y qué pasa con el techo de la zona de no intervención? Al quedar congelada, la señal del Central es que estará dispuesto a vender todos los dólares necesarios para defender una determinada paridad cambiaria, apenas por encima de los $ 51. Ese escenario implicaría de un incremento superior al 20% de todas maneras representa un fuerte desborde de la divisa en plena etapa preelectoral. Llegado a ese nivel el BCRA sí podría salir con toda la artillería -es decir venta de reservas- para que el tipo de cambio no supere esos máximos, pero para ese entonces ya podría ser demasiado tarde.

Una de las variables relevantes a monitorear es qué sucederá con los contratos de dólar futuro. Para fin de año, la divisa cotiza a casi $ 60. ¿Se acomodarán al nuevo techo de la banda cambiaria? Parece difícil, pero no es improbable que aflojen respecto a los niveles actuales. Será una medida de la verdadera credibilidad que los anuncios del Central generó entre los inversores.

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