Argentina es uno de los países con mayor historia inflacionaria del mundo. Sin embargo, convivir con tasas mensuales superiores a 4% es una excepción incluso en el plano doméstico. Desde 1989 a la fecha transcurrieron poco más de 30 años, unos 363 meses. De ellos, solo en 38 hubo una inflación de 4% o más, un 10,5% del total.
Hace tres décadas la economía argentina atravesaba un proceso inflacionario muy difícil de erradicar, que se había iniciado en 1982, año en el que se profundizó la crisis económica, se cayó en default de deuda y la sociedad asimilaba con pesadumbre la derrota en la Guerra de Malvinas. Era el ocaso de la última dictadura militar.
En aquel año la inflación anual registrada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) sumó un 343,5% y en 1983, un 433,7% anual. Varios años se sucedieron con inflación astronómica: 688% en 1984, 385% en 1985, 388% en 1988, hasta los máximos de la "híper", de 3.079,5% en 1989 y 2.314% en 1990.
Ya en el nuevo siglo la Argentina retoma en 2018 y 2019 un proceso inflacionario de menor escala pero muy preocupante. Con una inflación anual de 54,7% en marzo de 2019, la aceleración de precios domésticos es la más grande desde el 76% interanual registrado enero de 1992, hace más de 27 años, pues consolidada la Convertibilidad, durante el gobierno de Carlos Menem, la inflación comenzó a descender a 41,6% interanual en febrero de 1992 y a 30,2% en marzo de 1992.
Este martes se difundió un dato clave para la economía, el de la inflación del mes de marzo que, según reconoció el propio presidente Mauricio Macri, alcanzó un "pico"de 4,7 por ciento. En ello tuvo mucho que ver una escalada del precio del dólar de 10,7% en el tercer mes del año.
Una inflación más alta que lo previsto traerá consecuencias en el corto plazo: es probable que el salto del Índice de Precios al Consumidor de 2019 no diste tanto del de 2018, cuando se aproximó a 50% anual, en el nivel más alto desde 1991 (84%).
Según el último sondeo del Banco Central, en el reporte mensual del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), la inflación anual de Argentina será de 36% en el 2019, menor del 47,6% acumulado en doce meses de 2019.
Pero lejos está de alcanzarse un objetivo para ponderar. Desde la hiperinflación de 1988-1991, solo se superó esta marca anual en 2002 (40,9%) y en 2018.
Más aún, en el REM anterior la estimación de los analistas económicos promedió un 32%. Es decir que en solo un mes las expectativas de inflación treparon cuatro puntos porcentuales.
Por otra parte, no está claro el sendero de "desinflación", pues en el primer trimestre de 2018 la el IPC exhibió un aumento de 6,7% acumulado, mientras que en el primer trimestre de este año suma un 11,8%, casi el doble.
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