Dujovne recibió un nuevo apoyo del Fondo en medio de la inquietud por la inflación y la estabilidad cambiaria antes de las elecciones

El ministro de Hacienda se reunió en Washington con David Lipton, segundo de Christine Lagarde, en el contexto de la reunión de Primavera del FMI. También dialogó con Paulo Guedes, ministro de Economía de Brasil

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Nicolás Dujovne y el ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, hoy en la capital de EEUU
Nicolás Dujovne y el ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, hoy en la capital de EEUU

El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, recibió hoy del número dos del Fondo Monetario Internacional, David Lipton, un firme respaldo a su plan de estabilización macroeconómica y reducción de las "vulnerabilidades" de la economía argentina.

Dujovne conversó con Lipton en el marco de las Reuniones de Primavera del FMI y el Banco Mundial, esta semana en la capital norteamericana. Según indicó luego el organismo multilateral, abordaron los avances del plan económico, que el FMI consideró "importantes", y el segundo de Christine Lagarde "reiteró su apoyo" a las medidas adoptadas para estabilizar las variables y para "alcanzar el déficit cero en 2019".

Tres preocupaciones principales asomaron en todas las reuniones que el equipo económico mantuvo con funcionarios del FMI e inversores: inflación, dólar y Cristina Kirchner

Lipton también elogió los esfuerzos del Gobierno por "proteger a los más vulnerables", según se indicó. No hubo mención en el comunicado a los frentes de la economía que inquietan a los funcionarios del Fondo. No hubo foto. Además, Dujovne dialogó con el ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes.

Un día antes se había reunido con Lipton el presidente del Banco Central, Guido Sandleris, que está también en Washington junto con su segundo, Gustavo Cañonero. Entre otras cosas hablaron del marco general de la política monetaria en el año electoral, pero tampoco trascendieron detalles.

Lipton con Lagarde en la reunión de FMI del año pasado (EFE)
Lipton con Lagarde en la reunión de FMI del año pasado (EFE)

Tres preocupaciones principales asomaron sin embargo en todas las reuniones que el equipo económico mantuvo en esta semana frenética, tanto con los funcionarios del FMI y con inversores en la capital norteamericana: inflación, dólar y Cristina Kirchner.

Esto es, las dificultades del Gobierno para bajar la inflación, la necesidad de contener las presiones cambiarias, que todos coinciden irán creciendo a medida que el calendario se acerque a octubre, y el horizonte electoral de la Argentina, que en Washington es observado como una divisoria de aguas para la continuidad de la política económica, incluido el acuerdo con el Fondo tal como hoy está redactado.

El Gobierno se mueve por un camino angosto entre lo deseable y lo posible. Según pudo reconstruir Infobae, la respuesta a la primera de estas preocupaciones es que la inflación irá bajando recién a partir de mayo. Marzo y abril, admiten, serán meses de resultados magros y es relativo el efecto que pueda tener una política de precios.

Christine Lagarde el jueves pasado en el evento del organismo que dirige (REUTERS/James Lawler Duggan)
Christine Lagarde el jueves pasado en el evento del organismo que dirige (REUTERS/James Lawler Duggan)

Con respecto a la estabilidad cambiaria hay más optimismo. Ante las preguntas de los inversores y estrategas de grandes fondos los funcionarios transmitieron la confianza de que el Gobierno cuenta con las herramientas necesarias para hacer frente a eventuales presiones sobre el dólar. No habrá de acá a fin de año, salvo que ocurra el "armagedón", como graficó un testigo de esas reuniones, modificaciones en el esquema de bandas que fijó el Banco Central ni corridas que superen los diques diseñados en el marco del acuerdo con el FMI: las licitaciones diarias del Tesoro por 9.600 millones de dólares hasta diciembre y la liquidación de los ingresos del agro deberían ser suficientes para anclar las expectativas.

Otro dato que circuló en los encuentros en esta capital es que más del 90% de la riqueza de los argentinos ya está en dólares. Esto no quiere decir que la calma será total. La volatilidad igualmente estará presente en los próximos meses. Sobre todo si la ex presidenta crece en las encuestas. En ese análisis lineal coincidieron todos en Washington en los últimos días.

No habrá de acá a fin de año, salvo que ocurra el ‘armagedón’, como graficó un testigo de esas reuniones, modificaciones en el esquema de bandas que fijó el Banco Central ni corridas que superen los diques diseñados en el marco del acuerdo con el FMI

El optimismo moderado es compartido por los funcionarios del FMI. En el Fondo no creen que haya un camino alternativo al actual plan de estabilización, primer paso para las reformas estructurales que deberá encarar el próximo gobierno. Ante una pregunta de Infobae, Lagarde marcó la cancha esta semana cuando advirtió que "sería una tontería de parte de cualquiera de los candidatos darle la espalda al trabajo que se está realizando".

Ayer en conferencia de prensa Alejandro Werner, jefe del departamento del Fondo para el Hemisferio Occidental, insistió en ese análisis. "Estamos con una confianza importante en que si la Argentina continúa con los lineamientos que son la base del diseño del programa, logrará corregir los desbalances macroeconómicos", dijo. "En la medida en que esta corrección permanezca, generará la certidumbre para que se dé un proceso más dinámico de inversión y de crecimiento de su economía", completó.

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