La decisión del Gobierno de subir los derechos de exportación y bajar reintegros para mejorar la recaudación y poder cumplir con las metas fiscales pactadas con el FMI le terminó jugando una mala pasada con algunos sectores, como el automotriz. Para muchas empresas, exportar autos a Brasil ya no es negocio, incluso pierden plata, y ello generó que estén enviando menos vehículos a ese destino. Resultado: menos exportaciones, por ende, menos producción, que ya se redujo mucho por la contracción del mercado interno.
En el Ministerio de Producción son conscientes del perjuicio que generó la mayor presión impositiva y reconocen que la modificación de derechos y reintegros ya está afectando la exportación y, por ende, también la recaudación
Es el caso de Fiat, por ejemplo, que comenzó a producir el Cronos a comienzo del año pasado con el foco puesto en la exportación a Brasil. Y tras los cambios impositivos, hoy pierden USD 500 por vehículo exportado, según dejó trascender la compañía. Pero también Nissan apostó por la producción en el país con otras reglas de juego, ya que arrancó con la fabricación de la pick up Frontier a mediados del año pasado con el foco puesto en la exportación a Brasil, que arrancó en noviembre.
Fuentes de la terminal japonesa aseguraron a Infobae que el proyecto se encuentra en un estadio muy incipiente, con 5.000 vehículos exportados a Brasil hasta el momento y que si bien la nueva ecuación de derechos y reintegros "afecta", no modificarán su plan y estrategia pensada para el largo plazo.
En el Ministerio de Producción son conscientes del perjuicio que generó la mayor presión impositiva y reconocen que la modificación de derechos y reintegros ya está afectando la exportación y, por ende, también la recaudación. Por eso, ya tienen la decisión tomada de hacer cambios en el sistema de reintegros para mejorarle los números al sector, precisaron en la cartera. Pero no es una novedad el hecho de que todas las definiciones que implican costo fiscal deben pasar por el aval de Nicolás Dujovne, ministro de Hacienda.
No es un tema menor, ya que una de las ideas de Producción es elevar los reintegros para las exportaciones a Brasil del 2% al 6,5%, como tienen las terminales para el resto de los países, es decir, unificarlos. Y el costo fiscal rondaría los USD 150 millones, que al tipo de cambio actual equivalen a $6.645 millones anuales. ¿Aceptará Dujovne avanzar o seguirá sentado sobre la caja? Es la gran duda del sector, y hasta del propio ministro de Producción, Dante Sica, quien se jugará una nueva carta para defender a un sector considerado estratégico.
Fuentes de Producción admitieron que, después de un verano sin novedades al respecto, Hacienda volvió a habilitar la discusión, por lo que dejó una puerta abierta para avanzar en los cambios. "Nosotros tenemos varias alternativas. Una posibilidad es que el solo hecho de que esta medida haga aumentar las exportaciones nos mejore la recaudación y se compense. Pero también podríamos sacar los fondos de otro lado. La idea es que no haya costo fiscal", dijo una fuente de la cartera.
De acuerdo con los últimos datos de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), la producción de vehículos del primer trimestre del año alcanzó las 76.692 unidades, que representan un 30,7% menos que lo fabricado durante los mismos meses del 2018. En tanto, se exportaron 47.919 vehículos, 16,4% menos que el año pasado. Los patentamientos, a su vez, caen a un ritmo superior al 50% mensual.
De los destinos de exportación, Brasil representa el 65,8% de los envíos de autos de la Argentina. Y en los primeros tres meses del año las terminales enviaron al principal socio del Mercosur 8.723 vehículos menos que en el primer trimestre del 2018.
Autopartistas, en problemas
En este contexto de crisis, la Asociación de Fábricas de Autocomponentes (Afac) relevó entre sus asociados cuáles son los principales inconvenientes que deben afrontar en 2019 y concluyó que en el 39% de los casos, la principal preocupación es la caída en el nivel de actividad, que afectó tanto a proveedores de terminales como autopartistas focalizados en el mercado de reposición.
En segundo lugar, se señaló la presión impositiva en el 18% de las respuestas, mientras que en 2018 se destacaba en el segundo puesto la dificultad por la falta de competitividad a nivel macroeconómico en el 21% de los casos. "Particularmente, este tema se vio agravado por el establecimiento de los derechos de exportación y la baja de los reintegros a las exportaciones. Debe destacarse en este punto que, adicionalmente, la metodología de cálculo de las retenciones excluye a los componentes importados, incentivando menos valor agregado local en las exportaciones del complejo automotor", afirmó el comunicado de Afac.
Ocupó el tercer lugar este año la negociación de precios con los clientes, que fue vista como un inconveniente en el 14% de las respuestas. Las políticas de algunas terminales automotrices afectan la situación financiera de sus proveedores, ocasionándoles problemas financieros que luego afectan la sustentabilidad económica, recordó la entidad autopartista.
La falta de financiamiento competitivo es una problemática que afecta al 11% de los casos, mientras que para el 10% de las empresas, son factor de preocupación la normativa laboral y los costos laborales no salariales.
Seguí leyendo: