La pobreza volvió a los niveles existentes cuando Mauricio Macri asumió la presidencia, a pesar de los deseos del Gobierno de ir reduciendo el flagelo hasta llegar a "pobreza cero". El Indec informó que en el segundo semestre de 2018 el número de personas pobres creció al 32%, frente al 25,7% del mismo período del 2017. En el primer semestre del año pasado había sido 27,3%.
Son 14,3 millones de personas en el país, casi 3 millones más que el año anterior, cuyos ingresos no alcanzan para cubrir los servicios básicos.
A su vez, la indigencia –es decir, las personas que no tienen ingresos suficientes para hacer frente a las necesidades alimenticias– trepó al 6,7%, frente al 4,8% del mismo período de 2017. De esta manera, había a diciembre pasado casi 3 millones de personas por debajo de la línea de indigencia, 870.000 más que los que pasaban hambre en el segundo semestre del año anterior.
El organismo estadístico informa la cantidad de pobres e indigentes en los 31 conglomerados urbanos en los que mide. Por eso, los 8,9 millones de personas pobres informadas se convierten en 14,3 millones al extrapolarlo a todo el país. Lo mismo ocurre con la indigencia, ya que la cifra informada por el Indec indica que en los 31 conglomerados hay 1,86 millones de personas que no cubren sus necesidades alimenticias.
Luego de conocido el dato, el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, y la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, brindaron una conferencia de prensa. "Mantenemos y confirmamos el rumbo de nuestro programa económico", afirmó Sica.
Además, agregó que "estamos convencidos del camino que elegimos" porque "es el que nos va a sacar definitivamente para el sendero de recuperación, que quizás sea más moderada, pero va a ser mucho más estable".
La inflación por regiones
La región más pobre es la del noreste, con 40,4%; seguida por la del noroeste (34,5%). En tercer lugar, se ubica la región pampeana, con un porcentaje de pobres del 31,1%, y más abajo están la región cuyana y el Gran Buenos Aires, con 31,5% y 31,3%, respectivamente. La Patagonia, con 24,9% de pobreza, es la zona del país con menos personas en esta situación.
El dato que publica el Indec es del segundo semestre, pero no lo desagrega por trimestre, lo que según algunos analistas esconde un escenario mucho más grave, registrado en el último trimestre del año. "Por la información que nos dan las bases de ingresos del Indec, la pobreza en el tercer trimestre era del 28,1%, por lo que si hay un promedio semestral del 32% es porque la pobreza en el cuarto trimestre trepó al 35,9%", aclaró el economista y titular del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas de Unidad Popular, Claudio Lozano.
Son 14,3 millones de personas en el país, casi 3 millones más que el año anterior, cuyos ingresos no alcanzan para cubrir los servicios básicos
Es decir que a finales del año pasado en la Argentina había 16 millones de personas en situación de pobreza. "Al mismo tiempo, la indigencia en el cuarto trimestre se ubicó en el 7,4%, lo que equivale a decir que 3.322.740 personas pasan hambre en la Argentina", agregó el analista.
El agravamiento del escenario social, con estos niveles de pobreza e indigencia, se explica a partir de las crisis cambiarias, la inflación, el deterioro de los ingresos y del mercado laboral. Ese combo generó una fuerte recesión que impacta más en los sectores más vulnerables.
El informe de la UCA
La UCA difundió datos de pobreza del tercer trimestre del año pasado en diciembre y había reflejado cifras más altas que las que surgen de la base de ingresos del Indec y su cruzamiento con la canasta de pobreza. Frente al 28,1% que surge de esa información para el período julio-septiembre, el Observatorio de la Deuda Social de la UCA informó una pobreza del 33,6%, lo que implicaba la existencia de 13,6 millones de personas en esa condición en las zonas urbanas del país. Los indigentes, para la UCA, llegaron al 6,1% (2,47 millones de argentinos).
A su vez, la semana pasada la UCA dio a conocer su informe de pobreza multidimensional, que realiza una medición sobre seis dimensiones de carencia humana, como son la alimentación; los servicios básicos; la vivienda digna; el medio ambiente; los accesos educativos; el empleo y la seguridad social. Medida por estos diferentes derechos sociales, la pobreza aumentó del 26,6% al 31,3% entre el 2017 y el 2018.
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