Radiografía del desempleo argentino: las zonas más afectadas, la suba de la subocupación y las proyecciones para 2019

Los analistas consultados por Infobae aseguran que la principal causa del incremento de la desocupación fue la caída de la actividad, aunque ese efecto estuvo atenuado por la pérdida de poder adquisitivo. Creen que el empleo soportó "bastante bien" la caída y el ajuste se dio en la baja de salarios reales

La población desocupada son unas 1.185.000 personas en los 31 conglomerados que mide el Indec

La tasa de desempleo trepó casi dos puntos interanuales a 9,1% en el cuarto trimestre de 2018, debido a que se destruyeron puestos de trabajo y más gente está intentando ingresar al mercado de trabajo. Con todo, los analistas estiman que la suba del desempleo no fue peor porque la economía ajustó por precio: cayó 12% el salario real el año pasado. Y porque creció la informalidad laboral.

Pese a que el Gobierno estima que haber alcanzado el piso de la recesión permitirá que vuelva el crecimiento del empleo, los privados no esperan una recomposición del mercado de trabajo para este año.

En la comparación regional, el Gran Buenos Aires y CABA es el sector del país más afectado, con 10,5 por ciento. Le sigue la región Pampeana, con el 9,2%. El resto de las regiones quedaron por debajo del promedio: Noroeste (7,2%), Patagonia (6%), Cuyo (4,7%), Noreste (4,1%).

Cuando se hace zoom sobre las regiones sobresalen el Partidos del Gran Buenos Aires, con 11,4%; y Mar del Plata y Rosario, con 12,8 por ciento.

"El principal causante del incremento de la desocupación fue la caída de la actividad", dijo Matías Rajnerman, economista de Ecolatina. "Sin embargo, en 2018 este efecto estuvo atenuado por la pérdida de poder adquisitivo. Los menores salarios reales redundaron en una baja de los costos laborales, lo que permitió que el flujo de despidos fuera menor", agregó.

"El empleo soportó bastante bien la caída y el ajuste se dio vía caída de salarios reales", coincidió Melisa Sala, en un informe de la consultora LCG. "Durante 2018 primó el atesoramiento de trabajo (labor hoarding). Las empresas que prefirieron no despedir empleados para no entrar en costos de despido y recontratación", explicó.

"Es caro el despedir. Ergo, primero se aguanta (se reducen horas extras, se hacen convenios especiales para licenciar turnos rotativos, se suspende) y recién después se despide. Segundo, para contratar de nuevo, tiene que haber una perspectiva de recuperación sostenida", tuiteó Gabriel Caamaño Gómez, economista de la consultora Ledesma.

Por lo pronto, el año pasado se sumaron 260.000 nuevos trabajadores desempleados. Ahora la población desocupada son unas 1.185.000 personas en los 31 conglomerados que mide el Indec. El total extrapolado para todo el país da 1.750.000 millones.

Y la recesión hizo que cayera el empleo el año pasado, por lo que la tasa de ocupación se redujo a 42,2% (-0,8 puntos anual), lo que implica que 100.000 trabajadores perdieron su empleo.

En tanto, el crecimiento de la población económicamente activa hizo que más cantidad de gente ingresara al mercado en busca de un trabajo. La tasa de actividad creció 46,5% (-0,1 punto anual) sumando 161.000 nuevos trabajadores al mercado, que en un contexto recesivo no encuentran respuesta en el mercado.

"La población con problemas laborales (y que busca empleo, sea que ya lo tenga o no) pasó del 21,9% hace un año a 26,4% en el 4° trimestre de 2018. Equivale a casi 600.000 personas más buscando trabajo (porque no tienen o no les alcanza el que tienen) en un año", tuiteó Martín Kalos, director de EPyCA Consultores.

La mayor subocupación demandante y el mayor desempleo se sumaron a un mayor porcentaje de ocupados plenos demandantes derivando en una mayor presión sobre el mercado laboral (Caamaño Gómez)

Es que el deterioro del mercado laboral hizo subir la subocupación al 12% y, en particular, la subocupación demandante, a 8,7%.

"La mayor subocupación demandante y el mayor desempleo se sumaron a un mayor porcentaje de ocupados plenos demandantes derivando en una mayor presión sobre el mercado laboral", coincidió Caamaño Gómez, a 32,9% en el último trimestre de 2018 desde 27,3% en el cuarto trimestre de 2017.

Una de las consecuencias es que en el último trimestre, uno de cada cinco trabajadores buscó activamente cambiar de empleo, posiblemente, en la búsqueda por apuntalar sus ingresos, dijo Rajnerman.

Entiende que una población económicamente activa creciendo por encima de la población "no fue resultado de una mayor solidez del mercado de trabajo, sino de una importante caída del salario real registrada durante el año pasado, que provocó el efecto "trabajador adicional": más personas del hogar buscando empleo para poder comprar lo mismo que antes".

El piso

Para el Gobierno, ya se encontró cierta estabilización. "El piso de la recesión habría estado en noviembre, lo cual permitiría que vuelva el crecimiento del empleo", dijeron las fuentes, apoyadas en el crecimiento mensual del 0,7% del EMAE en diciembre, los datos positivos mensuales de enero para industria (IPI) y construcción (ISAC) y algunos datos privados para el mes de febrero (producción de autos, despachos de cemento, IPI-FIEL).

"Más allá de la coyuntura, Argentina tiene un problema de empleo desde 2011. Desde ese año básicamente no se crea empleo en cantidad y calidad. El camino para crear empleo de manera sostenida es crecer durante varios años y que haya inversión, y para eso estamos sentando las bases con una economía más sana", advirtieron las fuentes.

El empleo soportó bastante bien la caída y el ajuste se dio vía caída de salarios reales (Sala)

Para los privados, 2019 también será un año difícil para el empleo. Sala cree que "será difícil ver una tasa de desocupación debajo del 9,5% durante el primer semestre del año. Más que la creación marginal de empleo, la clave pasará por la recomposición de salarios, ese será el termómetro del mercado de trabajo". Prevé que el 9,5% de desempleo se podría perforar hacia fin de año. "Dependerá de la fuerza con la que recupere la actividad económica y no haya cambios significativos en la tasa de actividad", dice.

Para Rajnerman, en el promedio anual, "el desempleo volverá a subir respecto al año pasado". Entiende que los sectores que traccionarán al PBI este año estarán vinculados a la actividad agropecuaria y al turismo, ramas de actividad con una acotada posibilidad de creación de empleo. En contraposición, la industria y el comercio, sectores trabajo intensivos, seguirán en rojo durante casi todo 2019.

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