El secretario de Hacienda, Rodrigo Pena, recibió a los representantes de los exportadores de granos a comienzos de mes. El objetivo era intercambiar información, y especialmente proyecciones, sobre cuántos dólares se destinarían al mercado provenientes de la cosecha gruesa.
Todavía no habían conseguido el aval del Fondo Monetario Internacional (FMI) para que el Tesoro pudiera vender USD 9.600 millones mediante licitaciones diarias de USD 60 millones. Pero esa reunión generó una fuerte preocupación en el Palacio de Hacienda porque los exportadores le avisaron al equipo de Nicolás Dujovne que los números que manejaban sobre la liquidación de dólares esperada del campo era demasiado optimista.
De acuerdo con las estimaciones del sector, habrá un 20% menos de dólares que los esperados por el Gobierno, lo que genera gran nerviosismo en momentos en que hay fuerte volatilidad cambiaria y se avecinan las elecciones. Las expectativas oficiales indican que por la soja podrían ingresar USD 18.500 millones, en tanto que por el maíz, otros USD 6.000 millones, lo que da un total de USD 24.500 millones que deberían entrar al mercado durante el año.
La reunión generó una fuerte preocupación en el Palacio de Hacienda porque los exportadores le avisaron al equipo de Nicolás Dujovne que los números que manejaban sobre la liquidación de dólares esperada del campo era demasiado optimista
¿Dónde radica la diferencia con los números de los exportadores? Básicamente, en lo que respecta a la soja. Porque "cae un 20%, como mínimo, la molienda de soja, y por lo tanto, también la exportación", aseguró a Infobae una fuente de la industria.
Los cuatro argumentos que esgrimen en el sector para asumir esta previsión son los siguientes:
– Flujo de ingresos al productor. Es muy bueno por la buena cosecha de trigo y porque la industria de exportación compró 12 millones de toneladas para exportar, y durante enero y febrero se liquidó gran parte de esas compras (USD 2.650 millones en enero y USD 1.300 millones en febrero). El productor -aseguran en el sector- ya está "bien financiado para afrontar los próximos meses".
– Efecto maíz. Se espera una cosecha muy buena, con altos rendimientos. El productor ya lleva vendido el 30% y la expectativa es que comercialice el maíz mucho más rápido que la soja porque vale menos y la tendencia es a la baja. En cambio, en el caso de la oleaginosa, se espera una recuperación del precio. Hoy, el maíz vale USD 240 la tonelada y la soja, USD 340.
– La guerra comercial entre los Estados Unidos y China. Esa situación está generando una altísima volatilidad del precio de la soja a nivel mundial y ello está haciendo bajar mucho el valor. Como se espera que este conflicto se resuelva pronto, el productor espera que los precios mejoren.
Las expectativas oficiales indican que por la soja podrían ingresar USD 18.500 millones, en tanto que por el maíz, otros USD 6.000 millones, lo que da un total de USD 23.500 millones que deberían entrar al mercado durante el año
– Molienda. La industria exportadora de molienda, tanto de harina como de aceite y biodiesel, está reacia a comprar porque paga más impuestos que la exportación del poroto –USD 10 más por tonelada comprada–, se espera que el precio sea más atractivo y está con un 46% de capacidad ociosa, dijeron en el sector.
De acuerdo con los pronósticos que realizan en la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) y la Cámara de Exportadores de Cereales (CEC), estos cuatro factores están generando que el productor especule con la cosecha de soja, sumado a la incertidumbre que existe sobre cuál será el valor del dólar en los próximos meses.
Las entidades rurales aseguran que tras un 2018 muy complicado por la fuerte sequía, los productores no tienen margen de guardar cereal para venderlo más adelante. Sin embargo, desde la industria exportadora insisten en sus pronósticos. "Aquel productor que sembró y cosechó maíz tiene gran posibilidad de guardar la soja. Es cierto que el pequeño productor que sólo apostó a la oleaginosa se le hará más difícil guardarla, pero hasta ahora se llevan vendidas 8,5 millones de toneladas de soja, cuando en años anteriores el número ascendía a 11,5 millones de toneladas", dijo una fuente del sector.
El presidente del Banco Nación, Javier González Fraga, se refirió al tema durante un evento organizado por la revista Forbes: "Hay sectores que les va mejor, muchos exportadores, pero todo el mundo tiene miedo de lo que pueda pasar. Por eso, los que tienen el campo hecho una pinturita están pensando en guardarse la cosecha y eso ahoga la inversión, porque resta capacidad prestable".
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