Después del descalabro cambiario de 2018, con un salto del dólar mayorista de 102%, el mayor avance desde la crisis de 2002, en Argentina se volvió a seguir la marcha del dólar en la City -en realidad, la evolución del peso argentino– como la de un paciente en estado reservado: atento al día a día y sin pronósticos definitivos, para verificar si la estabilización es duradera o apenas un prólogo de una nueva "corrida".
Las tasas de interés por encima del 60% y la garantía de divisas del Tesoro para atravesar cualquier episodio de tensión previo a las elecciones contribuyen en el corto plazo para anestesiar el precio del billete en el actual rango cercano al "piso" de la zona de no intervención.
Sin embargo la amenaza de una inflación alta lleva a los inversores a exigir cada vez más rentabilidad para quedarse posicionados en pesos, mientras que el BCRA se ve obligado a convalidar tasas de interés más elevadas por sus colocaciones de deuda, las Letras de Liquidez (LELIQ).
En sucursales del Banco Nación el dólar cerró a 41,50 pesos, con alza de 50 centavos. En el promedio de bancos de la City porteña finalizó a $41,59 para la venta.
En el mercado mayorista se operó a 40,50 pesos. Este martes el BCRA fijó una banda de libre flotación para el billete con un piso de $39,088, y un techo de 50,585 pesos.
En Brasil, principal socio comercial de la Argentina, el movimiento bajista del dólar ayudó a distender al mercado cambiario local, al que contagia con frecuencia. La divisa cede este martes 0,6%, a 3,77 reales.
"Un tipo de cambio que podría ser presionado a la baja en las próximas semanas, tasas de interés que vuelven a subir y una inflación que obliga a hacer rentable los ahorro impulsan el atractivo de algunas inversiones en pesos de corto plazo", refirió Matías Roig, director de Portfolio Personal Inversiones.
Desda Balanz Capital precisaron que "la semana pasada vimos el accionar coordinado del BCRA con el Tesoro anunciando medidas tendientes a contener la inflación y el tipo de cambio. Si bien las licitaciones diarias de USD 60 millones a partir de abril permitirán al Tesoro hacerse de pesos para afrontar obligaciones en moneda local también le quitarán presión al tipo de cambio. A su vez, pareciera ser una señal hacia los productores de granos de que es momento de vender".
"Creemos que las medidas anunciadas sumado a la oferta de dólares de al menos los próximos dos meses mantendrán el tipo de cambio cercano a la banda inferior", añadió el reporte de Balanz.
Con tasas de política monetaria sobre 60% anual, el BCRA consigue que el dólar suba menos que la inflación
Gustavo Ber, economista del Estudio Ber, estimó que "algunos operadores buscan aprovechar el 'combo' de mayores tasas y la venta de divisas del Tesoro para impulsar tácticamente apuestas al carry-trade, pronosticando un dólar planchado y transitando la banda inferior que permita -al menos unos meses según los vaivenes electorales– capturar elevados retornos en dólares".
"Primó la visión del FMI sobre la libre flotación por sobre un esquema más discrecional de intervención. Considerando que la situación argentina de 2019 posee incertidumbre por factores extra-económicos, el poder disuasorio sobre el mercado cambiario tenderá a diluirse: a lo largo del año habrá más oferta de dólares -gracias a la venta de divisas excedentes del FMI y la liquidación de 'agrodólares'-, pero en los días presión cambiaria el poder de fuego sigue siendo acotado", puntualizó Ecolatina.
Luis Palma Cané, experto de Fimades, apuntó que "en el extranjero ven con mejores ojos una reelección de Mauricio Macri, pero pidiendo que si fuera el caso realice las reformas que aún no llevó a cabo: estructurales, laborales, fiscales y previsionales".
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