El Banco Central volvió a jugar una carta fuerte en la licitación de Letras de Liquidez (LELIQ), con el objetivo de disciplinar al volátil tipo de cambio y además mantener la contracción monetaria para impedir una mayor aceleración de la inflación.
La tarea de la entidad monetaria es ardua y costosa, pues a cambio debe subir las ya de por sí elevadas tasas de política monetaria, con efectos nocivos para la reactivación económica, y asumir un stock de deuda mayor para que los agentes de mercado revaliden sus apuestas en pesos.
El BCRA incrementó en casi dos puntos la tasa promedio de corte de LELIQ a siete días, a 59,863% anual, después de haber subido los rendimientos en seis puntos porcentuales el viernes pasado, el mayor salto desde el 30 de agosto del año pasado.
Este lunes la tasa máxima adjudicada fue de 60,73% anual, mientras que la mínima alcanzó el 57 por ciento. Se trata de las tasas más altas en más de tres meses, desde el 4 de diciembre pasado.
Además, la entidad que conduce Guido Sandleris adjudicó $185.727 millones, más de $30.000 millones por encima de los vencimientos del día, en $153.344 millones, con lo cual el stock de las LELIQ, instrumento exclusivo para bancos, superó por primera vez el billón de pesos, un millón de millones. El efecto monetario fue contractivo en $32.275 millones en el día, descontado el pago de intereses.
De esta forma, en el pasivo del balance de la entidad, el ítem de "títulos emitidos" por el BCRA, que incluyen Letras de Liquidez y Notas de Compensación de Efectivo, volvió a superar el billón de pesos por primera vez desde comienzos de agosto de 2018, cuando la salida de fondos de las ya extintas LEBAC detonó la "corrida cambiaria" que hundió a la actividad económica en la mayor recesión desde 2009 y provocó la mayor devaluación del peso desde 2002.
Según estimaciones de la Consultora Ledesma, en base a datos del BCRA, el stock de LELIQ llegó por primera vez a 1.015.619 millones de pesos. Equivalen a USD 24.591,3 millones, menos de la mitad de las actuales reservas internacionales, por encima de los USD 68.000 millones.
Vale recordar que un año atrás el stock de las LEBAC (más de 1,2 billón de pesos) equivalía a USD 60.370 millones, casi la totalidad de las reservas, entonces por 62.609 millones de dólares.
Sin embargo, el aumento de las tasas y del stock de LELIQ no fue bien recibido en la plaza cambiaria. La divisa de EEUU, que había iniciado la rueda con retroceso de 2%, revirtió toda la tendencia y finalizó con una mínima alza de 10 centavos en el mercado mayorista, a 41,30 pesos.
Los rendimientos de LELIQ aumentaron casi 16 puntos porcentuales a partir del pasado 14 de febrero, menos de un mes atrás, ante el rebote del precio del dólar, que llegó a superar el jueves los 43 pesos al público y 42 pesos mayorista, en un récord histórico.
El BCRA busca que la suba de tasas de LELIQ se traslade a los rendimientos de los plazos fijos para evitar una dolarización
"Sin capacidad de respuesta de la economía real, ni de la política en general, el único motor activado a máxima potencia para defender el peso lo constituye el accionar del BCRA. Con el fin de bajar la inflación y evitar volatilidad cambiaria, el ente emisor se comprometió a sobrecumplir la meta de Base Monetaria originalmente planteada -$1,384 billón- en $43.000 millones hasta mayo", señaló Nery Persichini, gerente de Inversiones de GMA Capital.
La intención del BCRA es que la contundente suba de las tasas se traslade a los ahorristas, pues en las últimas ruedas los depósitos a plazo están brindando una rentabilidad negativa si se la compara con la tasa de inflación.
Según el último dato brindado por la entidad monetaria, la tasa Badlar, para depósitos de más de un millón de pesos, promediaba en bancos privados el 39,12% anual, mientras que para plazos fijos a menos de 60 días alcanzaba 37,34 por ciento.
Estos rendimientos son inferiores al 3% mensual, lo que lleva a los inversores a evaluar un traspaso de sus depósitos a dólares, ante la inminencia de meses con una inflación superior y la incertidumbre del resultado de las decisivas elecciones presidenciales de octubre.
La tasa de política monetaria subió en 14 de las últimas 15 ruedas financieras
"La reacción del BCRA fue lógica: buscó acelerar la contracción de la Base Monetaria, y así, presionando a un aumento de las tasas de interés –hoy, una variable endógena-. Igual, no es el único camino que el Gobierno tiene para evitar eventuales presiones adicionales que puedan afectar la estabilidad lograda en los últimos meses, justo cuando, además, algunas señales de actividad comienzan a intentar leerse positivamente", consideró Lucas Gardiner, director de Portfolio Personal Inversiones.
"El balance cambiario debería encontrar alivio desde el lado de la oferta ante la liquidación de la cosecha, y los dólares del Tesoro, estimados arriba de los USD 6.000 millones", añadió Gardiner.
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