Por momentos pareciera que para José Luis Espert el mayor riesgo político y económico en el horizonte electoral argentino es que Mauricio Macri sea reelegido presidente. "El balance hasta ahora no es bueno", afirmó en diálogo con Infobae y otros medios argentinos en la capital norteamericana. "Hay menos actividad económica, más inflación y más pobreza", sostuvo.
Pero después aclara que Macri, aunque sea "parte del problema y no de la solución", es en realidad "el mal menor". Y que la Argentina, para "terminar con el ciclo de decadencia" en que se encuentra atrapada desde hace décadas, su caballito de batalla discursivo, "tiene que retroceder en todo lo que se hizo durante la década kirchnerista".
Espert pega a derecha e izquierda casi sin distinciones. Aunque en el caso de este economista liberal, que propone más ajuste en la economía y fuertes recortes en el Estado, una reforma laboral drástica para bajar los costos y una apertura comercial total, no queda mucho terreno a la derecha, al menos en términos económicos. "Hace falta un cambio dramático, dar vuelta la economía", advirtió.
Si la inflación sigue alta puede convertirse en un problema político y de tensión social y en el mercado
Pero Espert es también un candidato en campaña, por el Partido Libertario, y ese diagnóstico del fracaso reiterado y de las urgencias actuales es el mensaje central que trajo a Estados Unidos, una escala necesaria en su construcción política de cara a octubre. Su modelo, dijo, es el chileno Sebastián Piñera más que Jair Bolsonaro o Donald Trump. En el otro extremo está Nicolás Maduro, a quien propuso "extraer" por la fuerza si la presión diplomática no da resultados.
En Nueva York habló con inversores y tuvo encuentros con estrategas de Wall Street, y ayer, en la capital norteamericana, se reunió con el jefe de la misión del FMI para la Argentina, Roberto Cardarelli, y su equipo, antes de dar hoy charlas en el Wilson Center y el Cato Institute, y ser recibido en el departamento de Estado. Ante todos sus interlocutores explicó su programa libertario e insistió en las reformas necesarias "para romper el mecanismo perfecto de decadencia que hay en el país".
Acerca del acuerdo con el FMI, señaló que es "una verdadera irresponsabilidad" reclamar una renegociación del programa, como pide buena parte de la oposición, aunque sí cree que la Argentina "va a necesitar más dinero del Fondo", porque para 2020 sólo queda un desembolso, de unos 8.000 millones de dólares, que no será suficiente para cubrir las necesidades. El monto en que debería ampliarse el préstamo, dijo, va a depender de si el país recupera o no acceso al mercado internacional de capitales.
No habló de eso con Cardarelli en las oficinas del Fondo. La coyuntura casi no fue parte de la charla con los técnicos del FMI, dijo. Les explicó su propuesta y hablaron de la secuencia de las reformas que promueve. Pero compartió un optimismo que expresa con reservas. "Coincidimos en que la economía está tocando un piso", resumió. "Pero no tengo claro si es un piso o una pausa en la caída", agregó.
Hay que tener déficit cero o un superavit robusto y hay que bajar los costos laborales
La Inflación, dijo en diálogo con Infobae, es uno de los frentes más preocupantes de la economía. "Si sigue alta puede convertirse en un problema político y de tensión social y en el mercado", advirtió Espert. Pero descartó una nueva corrida cambiaria. "No va a haber una nueva explosión cambiaria", pronosticó. Pero sí más tensión.
"La Argentina no puede equivocarse nuevamente con la apertura del comercio", dijo en otro tramo del diálogo. Las experiencias de Alfredo Martínez de Hoz en los 70 y de Domingo Cavallo en los '90 terminaron en estallidos, explicó, porque "se atrasó el tipo de cambio y hubo déficit fiscal financiado con deuda". Antes de una nueva reforma arancelaria, dijo, "hay que tener déficit cero o un superavit robusto y hay que bajar los costos laborales". La apertura económica es el corazón de su propuesta.
Hace falta una fuerza de paz que rodee a Venezuela y si es necesario hay que extraerlo (a Maduro)
En el capítulo regional se refirió sin matices a la situación en Venezuela y propuso la salida drástica de la extracción "como a Noriega de Panamá". Maduro, afirmó Espert, "es un asesino que usa la violencia para sostenerse, lidera un narco estado y promociona el terrorismo". Una vez "extraído" debe ser juzgado por sus crímenes.
"Hace falta terminar con esto, y para eso hay que trabajar con los países de la región, en el marco de la OEA y de las Naciones Unidas", dijo Espert. "Hace falta una fuerza de paz que rodee a Venezuela y si es necesario hay que extraerlo", insistió categórico.
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