Pese a la volatilidad, esperan que el dólar vuelva al piso de la banda cambiaria

Los motivos por los que el mercado respiró aliviado al cierre de la jornada de ayer, aún cuando el tipo de cambio terminó casi 1% por encima del cierre anterior

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Sandleris, presidente del Banco Central (Matías Baglietto)
Sandleris, presidente del Banco Central (Matías Baglietto)

El dólar parecía que se escapaba ayer, llegó a subir casi 3% a mitad de la jornada. Sin embargo, apareció el Banco Central y a pesar de no poder intervenir directamente en el mercado consiguió calmar a la divisa. Luego de superar cómodamente los $41, el tipo de cambio minorista terminó a $40,71, lejos del máximo. Algo parecido sucedió con el mayorista, que durante un par de horas se mantuvo bien arriba de $40 pero finalizó a 39,67 pesos.

A pesar del mal dato de inflación de enero que llevó a correcciones, los fundamentals son sólidos. En una economía desmonetizada, no vemos que haya posibilidad de que aumente la presión sobre la divisa (Díaz)

El titular del BCRA, Guido Sandleris, dejó en claro que hablaba en serio cuando prometió sobrecumplir en $40.000 millones la meta de base monetaria de febrero estipulada con el FMI. Ayer absorbió otros $12.600 millones en la licitación de Leliq y consiguió que la tasa trepara 1,5 puntos porcentuales, hasta 46% anual. El movimiento fue complementado por ventas equivalentes a 300 millones de dólares en el mercado de futuros.

En el mercado se respiró alivio al cierre de la jornada, aún cuando el tipo de cambio terminó casi 1% por encima del cierre anterior. Sin embargo, quedó la sensación que el Central consiguió dominar lo que podría haber sido una escalada muy preocupante, que hizo recordar a muchos los episodios de corrida que se vivieron en 2018.

La sensación que quedó es que con algún aumento adicional de la tasa de interés el dólar podría seguir retrocediendo. En lo que va del año, la divisa sube ahora más de 5%, cuando en casi todos los países emergentes se registraron caídas. Claro que la comparación hay que tomarla con pinzas, teniendo en cuenta la inflación acumulada de 2,9% en enero y la superior a 3% que se espera en febrero. Por lo tanto la suba de la divisa en términos reales es prácticamente nula.

Quedó la sensación que el Central consiguió dominar lo que podría haber sido una escalada muy preocupante, que hizo recordar a muchos los episodios de corrida que se vivieron en 2018

Un informe del Citi que se conoció ayer a última hora también contribuyó para esta expectativa de un dólar dominado en el corto plazo. Según su economista Fernando Jorge Díaz, el dólar debería volver a buscar el piso de la zona de no intervención. "A pesar del mal dato de inflación de enero que llevó a correcciones, los fundamentals son sólidos. En una economía desmonetizada, no vemos que haya posibilidad de que aumente la presión sobre la divisa".

¿A cuánto está el dólar del piso de la banda? Ayer el mayorista cerró a $39,67, pero el piso de la banda se ubica en $38,40, es decir 3,3% por encima. Pero la expectativa es que se retome en algún punto la dinámica de principios de año, teniendo en cuenta que continúa el "viento de cola" internacional.

Las cosechas de maíz y soja, otra fuente de divisas, pero a partir de abril
Las cosechas de maíz y soja, otra fuente de divisas, pero a partir de abril

Esta visión del banco estadounidense podría animar a algunos inversores a retomar el carry trade, es decir a volver a apostar por la tasa en pesos y ganarle al dólar. Por lo pronto, cabe esperar que el las tasas continúen aumentando hasta que quede claro que el tipo de cambio encontró un nuevo equilibrio.

La entidad advierte sobre la fuerte volatilidad del tipo de cambio en lo que va de febrero: de haber estado 2% abajo del piso de la banda cambiaria llegó a ubicarse 3,3% por encima.

No sólo hay pocos pesos en la economía para correr contra el dólar. También se espera que aumente fuerte la oferta de divisas por las millonarias cosechas de maíz y de soja, aunque ingresarían a partir de principios de abril. Y por otra parte también cayó la demanda de dólares para turismo, como también para atesoramiento.

El peligro de un aumento acelerado del dólar es que esa demanda dormida de divisas se acelere en caso de que el Central no reaccione. Por eso, la preocupación del Gobierno para quitarle volatilidad a la cotización todo lo que sea posible.

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