Cada mujer tiene su propia identidad. Pero hay algo que pueden tener en común quien busca una vacuna contra el zika, controla la seguridad en una obra en construcción o pasa música en una fiesta: el trabajo.
El valor del trabajo es el denominador común que eleva la autoestima y une a las mujeres en un colectivo, que puede mostrar el aporte que realiza a su entorno para luchar contra la violencia, la discriminación y el impacto de la revolución tecnológica en el empleo.
Así lo entiende la iniciativa "Las Argentinas Trabajamos", de la Fundación Foro del Sur, que da la oportunidad a las mujeres de darle visibilidad a su trabajo. Ellas mismas deciden qué palabras identifican el trabajo que realizan, que atraviesa de forma transversal sus distintos orígenes, conocimientos, trayectoria, provincia en la que residen o cuestiones partidarias.
"No me gusta para nada la idea del 'empoderamiento', porque es seguir una lógica masculina del poder, es más interesante pensar en potenciar lo que uno hace", dijo Marlise Ilhesca Jozami, directora de la Fundación Foro del Sur, quien viene reuniéndose hace un año con delegadas sindicales, gremios empresarios y empresarios para recolectar experiencias y contar el proyecto. "Creo profundamente que las mujeres tenemos que generar una agenda propia y no usar los mismos modelos que nos impuso la sociedad patriarcal", sostuvo en diálogo con Infobae.
"Todo lo que estoy haciendo viene de la concepción de lo que nos hace falta a las mujeres como colectivo y es que nos perciban. Tenemos que lograr que nuestra voz sea inevitable. Cuando uno trabaja la autoestima y hace que sus pares, compañeros, colegas, hijos perciban el esfuerzo que haces todos los días para trabajar y producir, eso refleja la relación de las mujeres con su entorno, su familia y el lugar que trabajan, no para desplazar a los hombres, sino para hacernos visibles desde lo positivo. Estamos haciendo otra propuesta y otro discurso. Es una forma de cambiar el eje de la discusión hacia el trabajo", agregó.
La Fundación reúne hoy en una plataforma digital – lasargentinastrabajamos.com– a una bioquímica, una camionera, una economista ambiental, una DJ, una alfarera, una antropóloga forense, una soldadora, una bióloga especialista en vicuñas, una entrenadora de futsal, una especialista en seguridad informática y ciberdefensa, una obrera en Seguridad e Higiene y una agrónoma.
Las fotos en blanco y negro, grandes, son una primera aproximación del valor que entregan estas mujeres, pero a su vez del mensaje colectivo que quiere dar la Fundación, que ya recogió la experiencia de 48 trabajadoras en todo el país.
Sus historias reflejan la pasión por su trabajo, su nivel de entrega y esfuerzo y su capacidad de crecer en un entorno con preponderancia masculina.
"Es un espacio donde cada una se presenta desde un lugar importante, su trabajo. Esto nos dignifica; uno aporta desde su saber personal, estudio, y permite hacer un abordaje totalmente transversal", dijo Ilhesca Jozami.
Las mujeres
Andrea Gamarnik es una reconocida bioquímica investigadora en virología molecular, quien hoy, junto con su equipo del Instituto Leloir (y desde el Conicet), dirige la investigación sobre los mecanismos de replicación del dengue y el zika para contribuir al desarrollo de estrategias públicas de control de estas plagas en América Latina.
"En el Conicet, más del 50% de los investigadores de todo el país son mujeres, pero en los cargos superiores no llegamos a ser más del 25 por ciento", recalcó la única científica mujer en Argentina que forma parte de la Academia Americana de Microbiología. Recibió el "Premio Internacional L'Oréal Unesco Por Las Mujeres en la Ciencia" y Konex en Ciencia y Tecnología, Mención a la Trayectoria en Microbiología (2003-2013), entre otros. "Yo soy una persona de naturaleza democrática y 'consultiva', me gusta escuchar y que me escuchen; por eso creo que hay que sacar de uno lo mejor y ponerlo en el trabajo", asegura.
Autodidacta y acostumbrada a un desgaste físico enorme, Daiana Medina, se dedica a gestionar las cuestiones de seguridad e higiene en la construcción del Viaducto San Martín. El 98% de su entorno laboral son hombres. "La mayoría pudo adaptarse, aunque sigue habiendo algunos que se sienten incómodos y son mezquinos a la hora de enseñar. Otros sienten vergüenza si una mujer los está ayudando", afirmó.
Gladys Martínez es la primera mujer de la Fuerza Aérea Argentina que comanda el equipo responsable del desarrollo de software para simuladores de vuelo, artillería y juegos de guerra. Una historia de superación personal en los 28 años en la Fuerza que no le puso trabas. "Tenemos cada vez más presencia en cargos de responsabilidad y liderazgo", contó.
A Norma Arrúa siempre le gustó manejar pero hasta hace seis años era ama de casa. Fue entonces que hizo el curso para lograr el registro profesional de camionera. Hoy recorre de 400 a 500 kilómetros por día con su camión y no se siente discriminada: "A quien le guste esto, que lo haga. Hay que animarse, porque ya no hay rubros prohibidos para las mujeres".
Puli Demaría es la DJ, "especialista en hacerte mover el pie desde que pongo play", un trabajo que requiere de mucho tiempo para reunirse con el cliente y pensar en la música y de ponerle el cuerpo, ya que a veces son 12 horas sin parar de pasar música. Pero la mujer le da un atractivo distinto a la cabina. "Tenemos la empatía y la sensibilidad para poder vibrar las emociones y estados de ánimo", dijo.
Convocatoria
Para que más trabajadoras se sumen a esta guía, la Fundación convoca a las mujeres a sumarse a través del hashtag #sumemosmujeres en las redes sociales para que cuenten sus historias, lo que más les gusta de su actividad laboral y por qué consideran que es importante para su comunidad.
Ilhesca Jozami busca convocar lo máximo posible a mujeres de distintas provincias, de hecho el mes que viene se estarán realizando entrevistas en Tucumán y Córdoba. "Hay una construcción de la imagen que no refleja la realidad de Argentina, con una gran diversidad cultural", describió esta carioca que hace 14 años vive en Argentina.
Además, la Fundación organizará, a partir de marzo, una serie de talleres para fortalecer la comunicación y capacidad de negociación entre trabajadoras de la administración pública, sindicalistas y empresarias.
Para prepararse para los efectos de la transformación tecnológica que pone en jaque los puestos de trabajo –especialmente de las mujeres, por trabajar en sectores donde la automatización avanza más rápido, como el sector textil y el bancario–, en el segundo semestre organizará encuentros en conjunto con el Instituto par la Integración de América Latina y el Caribe (Intal), del Banco Interamericano de Desarrollo.
"El trabajo formal tal como lo conocemos sufre una gran transformación en los métodos de producción tradicional, y las mujeres somos, otra vez, las más vulnerables a esa revolución", explicó Ilhesca Jozami.
La iniciativa cuenta, además, con un consejo consultivo amplio y prestigioso, que atraviesa varias grietas: Dora Barrancos, Florencia Brandoni, Carolina Castro, Natalia Gherardi, Julia Pomares, Graciela Romer y Diana Wechsler.
"Es un grupo muy bueno, me siento halagada de que hayan aceptado la invitación. El compromiso es que me aporten ideas y me permitan llegar a un público cada vez más amplio", afirma Ilhesca Jozami.
La Fundación Foro del Sur destaca que si se hace una búsqueda en Google y se pone "las argentinas son", la frase se autocompleta con términos como como "lindas", "difíciles" e "histéricas". "Sin embargo, las cuatro palabras más repetidas por las 40 mujeres que entrevistamos en todo el país y en diferentes oficios y puestos de trabajo cuando les pedimos que se presenten a sí mismas fueron 'emprendedoras', 'luchadoras', 'fuertes' y 'positivas'", cerró.
Seguir leyendo: