Una maldita devaluación "exitosa"

Aun cuando la inflación de enero superó casi todos los pronósticos y acumuló un 49,3% en los últimos 12 meses, el incremento de los precios sigue muy rezagado respecto del aumento de más de 100% que registró el tipo de cambio

La suba de las tasas de interés por parte del Banco Central atenuó el traslado a precios de toda la suba del tipo de cambio en los últimos 12 meses (DyN)

Denominar exitosa a una brutal devaluación como la que soportó la Argentina suena cínico, pero la idea en la que se apoya es que el aumento del dólar no se trasladó completamente a los precios, lo que se traduce en un tipo de cambio real más alto que mejora la competitividad externa, encareciendo las importaciones en relación con los productos locales y mejorando el margen de los exportadores.

En otras palabras, si todos los precios se movieran con el dólar, la devaluación sería un "fracaso" en términos de modificar la situación previa.

La medida del "éxito" de la devaluación la refleja el índice de Tipo de Cambio Real Multilateral (ITCRM), que compara el precio relativo de los bienes y servicios de la economía argentina respecto al de sus principales socios comerciales.

La medida del “éxito” de la devaluación la refleja el índice de Tipo de Cambio Real Multilateral (ITCRM), que compara el precio relativo de los bienes y servicios de la economía argentina respecto al de sus principales socios comerciales

El ITCRM sube cuando los precios en dólares locales bajan y el país se abarata en relación al resto, y eso puede suceder porque el peso se devalúa (como ocurrió en el último año) o porque, por ejemplo, un país como Brasil se encarece en dólares porque el Real se revalúa. Desde principios de 2018 el ITCRM aumentó cerca de 30%. Un "éxito" para nada desdeñable.

La devaluación también fue exitosa porque ese aumento en el tipo de cambio real fue efectivo en ajustar la balanza comercial, que revirtió largos meses de números en rojo y ya lleva cuatro meses consecutivos (septiembre-diciembre, los últimos con información) con saldo positivo. Y no se trata de un ajuste menor:

* En noviembre y diciembre las exportaciones subieron 14,6% y 15,4%, respectivamente, y las importaciones se derrumbaron 29,2 y 27,1%. El escepticismo que tenían algunos acerca de que la reacción de la importación a un dólar más alto iba a ser acotada debido a que la economía tiene una matriz productiva bastante intensiva en insumos extranjeros, no se verificó en absoluto.

En noviembre y diciembre las exportaciones subieron 14,6% y 15,4%, respectivamente, y las importaciones se derrumbaron 29,2 y 27,1 por ciento

* El resultado anual del intercambio comercial pasó de un déficit de USD 8.300 millones en 2017 a USD 3.800 millones el año pasado. Y todo indica que esa tendencia se va a prolongar.

* La devaluación también fue "exitosa" en incentivar el turismo receptivo, que en diciembre pasado fue un 13,4% mayor que un año atrás y en desestimular el gasto en el exterior de los argentinos, que en 2018 viajaron menos que el año anterior, con una marcada caída en diciembre último del 13,6 por ciento respecto a diciembre del 2017. En resumen, menos drenaje de dólares.

* Y lo mismo comenzó a suceder con la compra de dólares para atesoramiento, que en diciembre ya tuvo una sensible baja como consecuencia de una serie de factores entre los que sobresalen el atractivo alternativo de tasas de interés estratosféricas, el torniquete monetario y el propio encarecimiento del dólar.

De todas maneras, la salida del año entero sumó USD 27.000 millones, USD 5.000 millones más que en 2017, y flota la duda sobre qué va a pasar con la dolarización a medida que se acerquen las elecciones o que el Banco Central continúe reduciendo las tasas de interés.

El peso de la deuda externa

En lo único en que no hubo ajuste en el uso de dólares fue en el pago de intereses de una deuda que venía aumentando a ritmo acelerado y que en cierta medida fue el detonante de la devaluación. Pero si en términos de relación entre dólar y precios se está en presencia de una devaluación "exitosa", en términos de crecimiento, bienestar y equidad lo que sucedió fue un éxito maldito.

Si en términos de relación entre dólar y precios se está en presencia de una devaluación “exitosa”, en términos de crecimiento, bienestar y equidad lo que sucedió fue un éxito maldito

En primer lugar, porque no solo la suba del tipo de cambio de pesos por dólar le ganó la carrera a los precios, sino que, además, los precios le sacaron varios cuerpos de ventaja a los salarios, que perdieron entre un 10 y 20% según el sector productivo y la condición laboral. Es decir que los frutos de la devaluación exitosa no fueron a parar a la mayoría de la población sino a los pocos beneficiarios de un tipo de cambio más alto.

La exitosa maldita devaluación provocó una severa recesión de la que se salvan unos pocos ganadores, además de sus beneficiarios directos. Con la particularidad y agravante de que los que están a flote son casi todos sectores poco intensivos en mano de obra y con escasos eslabonamientos.

Fuerte retracción del consumo

Eso es consistente con los pronósticos sobre consumo masivo que difundió la consultora Kantarpanel junto con Ecolatina, que prevén que el consumo masivo seguirá cayendo en 2019, con un impactante 6,2% interanual en el primer trimestre y baja de 3,1 en el segundo.

Kantarpanel, junto con Ecolatina, prevén que el consumo masivo seguirá cayendo en 2019, con un impactante 6,2% interanual en el primer trimestre y baja de 3,1 en el segundo

Salvo la recuperación parcial que van a recibir los jubilados y receptores de asignaciones en el primer semestre como consecuencia de las fórmulas vigentes por ley, no hay nada que indique en la correlación de fuerzas en la sociedad ni en la situación del mercado laboral privado que alguna recuperación significativa y generalizada pueda tener lugar en el sector privado. Mucho menos, para los empleados públicos, que están atados a los condicionamientos fiscales del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

La primera oferta del gobierno bonaerense a los docentes es un claro indicio de lo que hay en el horizonte.

El Gobierno difunde que la actividad va a repuntar con el correr del año. Pero si algo quedó bien demostrado en lo que va de la gestión de Cambiemos, es que sus pronósticos son tan errados como su política económica.

Si algo quedó bien demostrado en lo que va de la gestión de Cambiemos, es que sus pronósticos son tan errados como su política económica

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