El IPC de enero de 2,9%, 0,3 puntos por encima de diciembre, muestra que el proceso de desinflación había comenzado en octubre pasado se revirtió a pesar de la estabilidad cambiaria, la política monetaria dura que implementa el Banco Central y la recesión.
Las subas de tarifas de servicios públicos y de transporte, sumado a que pudo no terminar el traslado de la devaluación a precios y que los asalariados y empresas están tratando de recomponer las pérdidas del año pasado, son factores que recalientan la inflación, que ahora se espera oscile entre un 2,5 y 3% por lo menos hasta abril próximo.
"Sorprendió negativamente considerando que ya no impacta el traslado de la devaluación a los precios, en los últimos cuatro meses la política monetaria fue estrictamente contractiva (el tipo de cambio se apreció) y existe un marcado retroceso de la actividad", dijo Melisa Sala, economista de LCG, que proyecta una inflación de 32% en diciembre.
Este nivel sería el piso de los próximos cuatro meses ya que entre febrero-mayo volverá a sentirse el incremento anunciado de las tarifas
"Entendemos que este nivel sería el piso de los próximos 4 meses ya que entre febrero-mayo volverá a sentirse el incremento anunciado de las tarifas", agregó Sala. Por eso prevé que "el BCRA podría volver a ser más cauteloso al momento de relajar la política monetaria, lo que demoraría aún más la recuperación de la actividad".
"La inflación de enero, sorpresa negativa", tuiteó Miguel Kiguel, director de Econviews."Muestra que la inflación tiene un componente inercial muy importante, y se mantiene muy alta a pesar de la recesión. Falta un ancla nominal en el programa, la tasa de interés no es un ancla nominal. Ya lo aprendimos con las metas de inflación".
Ecolatina espera que la inflación mensual pueda superar el 3% en el próximo cuatrimestre. "Aunque tengas todos los motores apagados, la inflación sigue en marcha", dijo Matías Rajnerman, economista de la consultora.
"Se revierte el proceso desinflacionario que había empezado en octubre en un contexto de calma cambiaria. Estuvo dando alta la inflación núcleo, pese a que el dólar no se movió. Y que las tarifas no se movieron con la fuerza que lo harán en los próximos meses. La suba respondió más a la inercia inflacionaria", agregó. Espera una inflación anual cercana al 35 por ciento.
La inflación núcleo en un 3% da la pauta también que la inflación seguirá alta en los próximos meses. Y que está siendo empujada por la suba de los precios de los alimentos (3,4% en enero), con el efecto regresivo que tiene sobre los sectores de menores ingresos.
La inflación núcleo en un 3% da la pauta también que la inflación seguirá alta en los próximos meses y que es empujada por los precios de los alimentos
Gabriel Caamaño, economista de la consultora Ledesma, espera "un sendero de desinflación más lento", hacia un piso de 30% para 2019, debido a la inercia inflacionaria que dejó 2018. "Con un primer año donde la desinflación es una consecuencia de la estabilización, más que un objetivo de primer línea".
"La estabilidad cambiaria va a terminar produciendo una desaceleración de la inflación, pero más lenta y suave que un plan antiinflacionario estricto. Esto es un plan de estabilización, de emergencia", explicó Caamaño.
La estabilidad cambiaria va terminar produciendo una desaceleración de la inflación, pero más lenta y suave que un plan antiinflacionario estricto
Para la consultora Eco Go, este nivel de inflación tiene que ver con el impacto de la suba de tarifas y la reapertura de paritarias. Estima que en los primeros cuatro meses del año, la suba de tarifas tendrá un impacto directo de 4 puntos en el IPC.
"La inflación no es más alta porque el dólar está calmo y el crédito desconectado de la economía real, producto del programa monetario", dijo Federico Furiase, economista de EcoGo.
Su colega Juan Paolicchi agregó que "la política monetaria contractiva y la estabilidad cambiaria moderan la inflación núcleo, pero las caídas en los márgenes fue tan abrupta, que lo que se ve es una recomposición de lo que se perdió, ahora que lo peor de la recesión ya pasó".
Juan Lezica, economista de ACM, coincidió: "Este verano muchos turistas decidieron vacacionar dentro de Argentina, dándole un posible margen de aumento a los comerciantes que en condiciones similares a años anteriores, cuando había mucho atraso cambiario, no hubiesen subido el precio".
Banco Central
El gobierno ya había advertido que la inflación iba a bajar lentamente. El Banco Central reconoció que el rubro con mayor incidencia en la inflación mensual fue el de Alimentos y bebidas no alcohólicas (0,88 puntos porcentules), y la incidencia de los rubros Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (0,32), Transporte (0,3) y Restaurantes y hoteles (0,3).
La autoridad monetaria explicó que la inflación de enero "estuvo liderada por la evolución de los precios regulados, que aumentaron 3,4% en el mes (+0,8 p.p. respecto al mes previo)", y destacó el transporte público, agua, peaje y telefonía.
Y subrayó que en línea con lo observado en el mes de diciembre, la inflación en Servicios (3,5% mensual) fue superior a la inflación en Bienes (2,6% mensual). "Esta dinámica es consistente con el patrón histórico de los distintos rubros. La inflación en Bienes suele ser más sensible a la evolución del tipo de cambio mientras que los Servicios, que en general son menos transables, evolucionan influenciados por salarios, luego de la recomposición de ingresos de diciembre".
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