Informes privados ya comienzan a mostrar el fin de la recesión

Factores inerciales de la contracción del 2018 mantienen una variación negativa del PBI en el corriente año. En el trimestre a trimestre estiman sin cambios para el primero, y repunte de 1,5% para el segundo, respecto de los 3 meses previos

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La industria terminal automotriz fue una de la más afectadas en los últimos meses de 2018, aunque pese a caer 50% el mercado interno tuvo en enero de 2019 un ritmo de 720.000 al año
La industria terminal automotriz fue una de la más afectadas en los últimos meses de 2018, aunque pese a caer 50% el mercado interno tuvo en enero de 2019 un ritmo de 720.000 al año

La población en general no tiene la costumbre de anotar cómo fueron sus consumos 12 meses antes. Sabe a grandes rasgos que la situación actual es claramente peor que la de un año atrás, pero no mucho más. Eso es lo que muestran y mostrarán los indicadores más difundidos del Indec, como la inflación, y en particular el consumo, la actividad productiva y el empleo, muchos de los cuales mantienen un rezago de más de dos meses.

Si bien se trata de una comparación internacionalmente aceptada, tiene el defecto de no permitir diferenciar cuánto de la recesión –como es la situación actual– es producto del abrupto punto de giro contractivo desde el inicio del segundo trimestre de 2018 y que habría marcado su punto más bajo en noviembre, con una caída del Estimador Mensual de Actividad Económica del Indec de 7,5 por ciento, y cuánto del nuevo año.

De ahí que los pronósticos actualizados a fines de enero de las 53 consultoras que relevó el Banco Central para 2019 y 2020 se mantuvieron respecto de la publicación previa en una caída de 1,2% en el primer caso y reactivación de 2,5% para el segundo.

Y si bien la contracción de 1,2% que el mercado mantiene para el promedio del corriente año es muy superior a la estimación más optimista que el Gobierno asumió en el Presupuesto (menos 0,5%), y más aún respecto del supuesto revisado para la elaboración del Plan Financiero, es menos pesimista que las previsiones del FMI, que extiende la caída esperada del PBI a 1,6 por ciento.

Trimestre a trimestre

Pero cuando se está frente a señales que podrían indicar un punto de giro de la recesión, por la llegada de mejores cosechas y recuperación del stock ganadero; el auge del turismo dentro de las fronteras; la maduración de las inversiones en el reservorio energético de Vaca Muerta; junto con la reapertura de las paritarias para actualizar salarios por los desvíos negativos de 2018 y las proyecciones para el nuevo año, los economistas comienzan a mirar más detenidamente las variaciones trimestre a trimestre inmediato anterior, ajustado por factores estacionales.

Se está frente a señales que podrían indicar un punto de giro de la recesión, por la llegada de mejores cosechas; el auge del turismo dentro de las fronteras; la maduración de las inversiones en el reservorio energético de Vaca Muerta; junto con la reapertura de las paritarias

Ese ejercicio, en el caso del REM del Central registró en la primera evaluación del corriente año un virtual estancamiento del PBI en el período enero a marzo, respecto del depresivo octubre a diciembre de 2018, y que en el caso del mercado automotriz cerró enero con una baja del 50% interanual, pero con un ritmo de 720.000 unidades al año, más de siete veces mayor al depresivo 2002.

Mientras que para los tres meses siguientes, abril a junio, el consenso del mercado proyecta una reactivación de 1,5% en la mediana, esto es el número que divide a los pronósticos de los 53 consultados en casi dos partes iguales; y 1,7% en el promedio simple.

El proceso de desinflación desde un nivel singularmente alto en 2018; junto a la persistente baja de las tasas de interés y la sobreoferta de dólares que mantiene el tipo de cambio por debajo de la zona de no intervención del Banco Central, son factores claves que contribuyen a mejorar las expectativas de parte de la población, y se refleja en las mediciones del consenso de las consultoras.

La primera evaluación del corriente año un virtual estancamiento del PBI en el período enero a marzo, respecto del depresivo octubre a diciembre de 2018

De cumplirse esas proyecciones, se pasará de una depresión del 4,1% que se registró en el tercer trimestre de 2018, y que se atenuó a una baja del 0,7% en los tres meses siguientes, a una reactivación que con una tasa de 1,5% será en el segundo trimestre la más alta desde el salto de 1,6% que se anotó entre julio y septiembre de 2017, según muestra la serie del REM.

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