En una economía que acusó en noviembre un receso de 7,5% en comparación con un año atrás, según el Estimador Mensual de Actividad Económica del Indec, no sorprendió que el mercado de trabajo registrado volviera a acusar un nuevo retroceso.
De ahí que por séptimo mes consecutivo el conjunto del empleo registrado por el Sistema Integrado Previsional Argentino, sobre un total de 12,18 millones de personas ocupadas, se anotara un nueva contracción, a un ritmo de 1,4%, que significaron 172.200 ocupaciones menos en un año, según los datos aportados en la clásica conferencia de prensa mensual, en la que participó Infobae, en las oficinas del ex Ministerio de Trabajo, ahora Secretaría de Empleo bajo la órbita del Ministerio de Producción y Trabajo que encabeza Dante Sica.
Esa cifra de pérdida de empleos totales, en relación de dependencia e independientes ocupados tanto en el sector público como más aún el privado, trepa a más de 200 mil respecto del pico de 12,35 millones personas que había tocado como máximo histórico en marzo de 2018, último mes con signo expansivo de la variación del PBI.
Pero, como ya fue casi una constante desde que se inició el ciclo contractivo de la actividad agregada, nuevamente se observa una resiliencia del mercado laboral al nuevo escenario contractivo, porque la variable de ajuste fue el salario que, en el caso del sector privado, se estimó en poco más de 9% en términos reales respecto de noviembre del año anterior.
El informe de marras reveló que en comparación con el nivel de empleo de octubre se detectó una disminución de 38 mil trabajadores, un 0,3%, en valores ajustados por estacionalidad.
Destaca Ergasto Riva, director general de Estudios Macroeconómicos y Estadísticas Laborales: "Aún pesa en la comparación interanual el efecto de del reempadronamiento que entre el 2 de julio y el 10 de agosto de 2018 hizo el Ministerio de Agroindustria, junto con el Ministerio de Desarrollo Social, de los Monotributista Social Agropecuario (MSA), porque significó una disminución del número de trabajadores registrados de 47.900 personas".
De ahí que, excluido ese apartado que puede leerse como una suerte de desempleo encubierto por un plan social con contraprestación laboral, la baja real del empleo formal en todo el país se limitó a unas 125.000 mil personas, un 1% de la nómina total.
Por rama de actividad volvió a observarse en noviembre que tanto en el cotejo con el mes previo, como en comparación con 12 meses antes, las mayores pérdidas de puestos de trabajos formales tuvieron lugar en la industria manufacturera 1% y 5,2%, respectivamente; la construcción 1% y 4%; y el comercio 0,8% y 2,6 por ciento.
Por el contrario, nuevamente se hizo notar la recuperación de las actividades vinculadas con la notable mejora del tipo de cambio real para la exportación, junto con las condiciones climáticas hasta noviembre, como el agro, que se expandió 0,8% en el mes y 2,3% en un año; la industria extractiva, de la mano del impulso de la actividad en el reservorio de Vaca Muerta y las energías renovables, se estancó en el mes pero saltó 5% en el cotejo interanual; y también la pesca, 3,3% interanual.
Pero el resultado neto fue de una nueva contracción de 0,5% en el mes y 1,9% en el cotejo interanual, que representó la pérdida de 117.700 empleos en condición de asalariados.
A nivel regional, la variación acumulada de los últimos 12 meses presentó los mayores incrementos en Neuquén 5,1%, Santiago del Estero 4,1%, Jujuy 3,3% y Tucumán 2,8 por ciento.
Mientras que, por el contrario, las bajas más significativas se anotaron en La Rioja 6,5%, Catamarca 4,9%, Santa Cruz 3,2% y San Luis 2,9 por ciento.
Expectativas para el primer trimestre
El relevamiento de expectativas empresarias para el primer trimestre del corriente año volvió a mostrar un alto predominio (88% de los consultados), que no espera cambios en la dotación de su personal.
En tanto que entre el 12% restante el saldo de respuesta fue negativo en 0,6%, el resultado negativo más intenso desde la crisis de 2009, liderado por la recesión que afecta a la construcción, el conjunto de la industria manufacturera, y en menor medida el comercio y el transporte.
Las expectativas de contracción de la nómina volvieron a mostrarse, en los últimos meses, más intensas en el área del Gran Buenos Aires que en el interior del país, por efecto de que la mejora del tipo de cambio real y el clima gravita en mayor medida en las economías regionales que en las actividades de los grandes centros urbanos.
Por tamaño de empresa se observa que las más afectadas son las medianas y pequeñas que tienen menos espalda financiera para soportar una recesión prolongada.
El Informe del Empleo Registrado dio cuenta también de que a nivel de aglomerados se observa un comportamiento heterogéneo.
Seguí leyendo: