Apenas transcurrieron cuatro meses del nuevo esquema de política monetaria basado en el control estricto de la emisión de pesos, y en una política cambiaria con una zona de no intervención muy amplia entre el piso y techo de la cotización del dólar, y ya se observan algunos resultados virtuosos, pese a que no son pocos los economistas que no comparten esos lineamientos.
Claramente, reconocen los profesionales independientes, sin aspiraciones políticas, que se trata de una estrategia guiada más por los fracasos de las innumerables experiencias anteriores que por la convicción acerca de sus beneficios en términos de aquietar las expectativas, por su alto costo sobre la economía real, como a menudo lo manifiestan los principales dirigentes de la industria, el agro y el comercio, amén de las asociaciones de consumidores.
Del lado de las tasas de interés de referencia que marcan cada corte diario de la subasta de las Leliq, se observa que desde el 10 de enero, cuando el mercado comenzó a dar señales de mayor necesidad de pesos y menos temores a desarmar portafolios, la tasa promedio pasó de 58,78% anual a 7 días y un total en circulación de $831.454 millones, a 55,64% anual y $728.603 millones tomadas por los bancos hasta ayer.
Se trató de una cancelación neta equivalente a USD 3.000 millones, que contribuye a despejar los temores de recrear la bola de nieve que hasta junio provocaba la regulación monetaria con Lebacs, habida cuenta de que en apenas 20 días se pasó de una conversión de las Leliq a USD 22.285 millones, a USD 19.300 millones. Y en términos de reservas se redujo del 33,7% a 29,1 por ciento.
La emisión de Leliq pasó de un pico equivalente a USD 22.285 millones el 9 de enero, a USD 19.300 millones 20 días después
En ese período, la compra diaria de dólares de la autoridad monetaria acumuló USD 490 millones, apenas USD 10 menos de lo que subieron las reservas en divisas, pese a que en ese tramo del mes se registraron pagos a organismos internacionales por USD 85 millones, y vencimientos de títulos de la deuda pública por USD 495 millones.
Mientras que el tipo de cambio mayorista subió 45 centavos, a $37,75 por unidad, por efecto de la corrección forzosa de ayer en 60 centavos, para que volviera a aproximarse al piso de la zona de no intervención que para hoy se fijó en $37,835, muy lejos del techo que abrirá en $48,932 por unidad.
Desde el 10 de enero el Central intervino como comprador de USD 490 millones, y acumuló reservas por USD 500 millones pese a que registró pagos a organismos internacionales y por vencimientos de bonos por un total de USD 580 millones
Quedan dos ruedas para terminar enero y el Banco Central deberá decidir qué estrategia seguirá en febrero: si mantendrá la rigidez de la emisión cero; o intensificará la compra de dólares para satisfacer la demanda de pesos del mercado.
Se sabe que la principal preocupación es evitar un cambio brusco de carteras, por factores ajenos a la política monetaria, como el contexto internacional y las expectativas en el ambiente electoral.
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