Unas de las grandes dificultades que caracteriza a la economía argentina es la bajísima profundidad del sistema crediticio que se sintetiza en una muy reducida relación entre el monto total de los préstamos a las empresas y el nivel del PBI, porque limita el crecimiento de actividad agregada.
En la presentación del Informe de Política Monetaria (IPOM) de enero el vicepresidente del Banco Central, Gustavo Cañonero, salió al cruce de quienes culpan a la política monetaria de la causa y extensión de la creciente recesión, con un gráfico que compara la serie del Estimador Mensual de la Actividad Económica del Indec y el nivel del crédito al conjunto del sector privado.
"Un dato muy importante para programar el crecimiento es ver estimador (proxy) del producto bruto interno mensual en la línea roja y la de los préstamos al sector privado en la gris, que muestra que la recuperación de la actividad se anticipa a la demanda de crédito, y no al revés", dijo Cañonero.
La recuperación de la actividad se anticipa a la demanda de crédito, y no al revés (Gustavo Cañonero)
De ahí que se prevé a medida que se avance en el proceso de desinflación, comenzará a reactivarse la economía, que se espera venga liderada por el el comercio exterior.
Cañonero resaltó: "el crecimiento sostenido de las exportaciones en los últimos meses y se empieza a ver la estabilización en la caída de las importaciones".
En el IPOM de enero se resalta: "a partir de mediados de octubre algunas líneas de financiamiento bancario comenzaron a mostrar una tendencia descendente en sus tasas de interés, luego de la suba registrada hasta octubre del año pasado. La reducción de las tasas de interés de los préstamos se observó principalmente en las financiaciones de corto plazo a empresas, como adelantos en cuenta corriente y descuento de documentos".
Para 2019, la autoridad monetaria espera: "la combinación de políticas monetarias y fiscales permitirá retomar el sendero de disminución de la inflación, posibilite una gradual recuperación del nivel de actividad", en línea con las previsiones del consenso de los economistas.
Mejora el balance de divisas
Además, el vicepresidente del Banco Central, junto a la vice segunda, Verónica Rappoport y el subgerente general de Investigaciones Económicas, Mauro Alessandro, dijo: "un tipo de cambio real más competitivo, con un nivel que de ubica en torno al promedio histórico, permitirá impulsar la actividad de los sectores transables y, en conjunto con la reducción del déficit fiscal, contribuyendo a una rápida reversión del desequilibrio de cuenta corriente" de divisas , y "reducir vulnerabilidades propias para poder iniciar una etapa de crecimiento sobre bases más sustentables".
De todas formas, las nuevas autoridades monetarias no solo quieren disfrutar del actual momento de estabilidad cambiaria y mayor preferencia del mercado por los pesos que llevó a la compra de dólares para reservas del Central, sino también, fundamentalmente mantener la cautela y la disciplina porque "el escenario de normalización de la economía podría verse afectado por algunos riesgos, vinculados principalmente con un nuevo episodio de volatilidad en las condiciones financieras globales o con la incertidumbre habitual que generan los procesos electorales".
Seguí leyendo: