Uno de los datos más buscados en el Balance Cambiario del Banco Central de la República Argentina es el de la "formación de activos externos", como se definió al ahorro en divisas fuera del sistema bancario, principalmente.
Se trata de una medida que en una Argentina dominada por los controles de cambios se la asocia con la fuga de capitales, como señal de desconfianza en la política económica.
Sin embargo, desde el cambio de gobierno, el 10 de diciembre de 2015, no sólo se eliminaron la mayor parte de los controles de cambio, sino que se estableció un régimen de flotación de la cotización del dólar, sino que incluso desde octubre rige un régimen de zona de no intervención con el propósito principal de quitarle volatilidad a la cotización de la divisa, la cual está acompañada con una política extremadamente restrictiva de expansión monetaria.
De ahí que no sorprendió que diciembre 2018 haya cerrado con una caída de la formación de activos externos a menos de la tercera parte respecto de un año antes, a USD 862 millones.
La autoridad monetaria informó que "en diciembre el volumen operado en el mercado de cambios totalizó USD 40.700 millones, con un descenso de 18% interanual. Ese total equivalió a un volumen diario de unos USD 2.250 millones, nivel 14% inferior al del igual período del año previo".
De ahí que los USD 862 millones correspondiente a la formación de activos externos que surgen de los anexos estadísticos que acompañan el informe del Central representaron apenas poco más de 2% del total operado en el mercado único y libre de cambios, cuando un año antes habían significado casi 3 veces más.
El ahorro neto en dólares representó en diciembre apenas poco más de 2% del total operado en el mercado único y libre de cambios, cuando un año antes habían significado casi 3 veces más
La clave de semejante recorte se encuentra en el alto nivel de las tasas de interés, en particular en el último cuatrimestre, porque al estar acompañado por un amplio respaldo financiero por parte del Fondo Monetario Internacional, actuó como principal desincentivo.
Pero además, el escenario fuertemente recesivo que se generó en ese período provocó una clara disminución de la capacidad de ahorro del conjunto de los residentes, no sólo en dólares, sino también en pesos, que ese la fuente principal para la formación de activos externos.
Récord en el año
Por el contrario, el saldo neto del año del balance cambiario del Banco Central arrojó la constitución en 2018 de un monto récord de USD 27.230 millones, USD 5.000 millones más que un año antes.
Ahora, por el contrario, la formación de activos externos se fundamenta en la regularización de pagos de deudas y otras obligaciones del sector privado con residentes en el resto del mundo que se fueron acumulando entre noviembre de 2011 hasta los primeros meses de 2016
Fue la cuarta vez en 17 años que superó el umbral de los USD 20.000 millones, las dos previas fueron en 2011, año electoral, en el que se anunció el "vamos por todo", con la imposición del cepo cambiario; y 2008, cuando la Argentina es afectada por la crisis de las hipotecas en los EEUU.
Pero a diferencia de esos 2 años, cuando por la existencia de controles y restricciones severas al libre flujo de capitales con el resto del mundo se hablaba de fuga, ahora, por el contrario, la formación de activos externos se fundamenta, en gran parte, en la regularización de pagos de deudas y otras obligaciones del sector privado con residentes en el resto del mundo que se fueron acumulando entre noviembre de 2011 hasta los primeros meses de 2016, que habrían tenido sus efectos hasta la primera mitad del último año.
Seguí leyendo: