"Cómo prevenir una nueva crisis cambiaria antes de las elecciones" es el nuevo post en el blog de Domingo Felipe Cavallo. El polémico ex ministro de Economía de Carlos Menen, y Fernando de la Rúa –el "padre" de la Convertibilidad"– cree que "la obsesión con la libre flotación, la gran amplitud de la zona de no intervención y la falta de precisión de cómo podría intervenir el BCRA en caso de que el dólar se ubicara por arriba del techo, constituyen la mayor debilidad de la política monetaria actual del gobierno de Macri".
Un resumen de sus consejos al Presidente:
1 – Reconocer el carácter bimonetario de la economía argentina
"El carácter bimonetario de la economía argentina es crucial para el diseño de cualquier política de estabilización y, sobre todo, para su sustentabilidad", escribió Cavallo, quien asegura que la economía argentina, "como la mayoría de las economías que sufrieron procesos hiperinflacionarios o estanflacionarios extendidos, sólo una parte de las transacciones y contratos, y prácticamente muy poco de los ahorros y créditos, utilizan la moneda local".
Habla de economías bimonetarias, de hecho o de derecho y menciona los ejemplos de Perú y Uruguay. "La nuestra, es en principio bimonetaria de derecho porque no están prohibidas las transacciones internas en dólares. Sin embargo, la traumática experiencia de pesificación compulsiva de depósitos y préstamos en dólares del 2002, ha hecho que en la práctica sea una economía bimonetaria en parte de derecho y en gran parte, de hecho. En la economía bimonetaria de hecho, la utilización del dólar se da en forma informal o, en el caso de los contratos, buscando protección jurídica en la ley extranjera".
Cavallo cree que ese no reconocimiento durante la presidencia de Macri "llevó a los errores de política económica desde la asunción del gobierno", a pesar de su "clara intención de su gobierno de luchar contra la inflación".
El no reconocimiento durante la presidencia de Macri de la economía bimonetaria llevó a los errores de política económica desde la asunción del gobierno, a pesar de su clara intención de su gobierno de luchar contra la inflación
2 – Es un error la adhesión casi dogmática a la libre flotación limpia
"Los economistas profesionales que participan en el gobierno y muchos otros ligados a la academia, razonan pensando en el sistema monetario argentino como el de la mayoría de las economías que usan el dólar solo para el comercio internacional, el endeudamiento externo y por supuesto la inversión en el exterior", dice Cavallo, y recuerda la discusión histórica entre tipo de cambio flotante y tipo de cambio fijo.
Explica que el Gobierno opta con énfasis por un dólar flotante –"flotación limpia", en rigor– tanto que "que cada vez que se quiere diferenciar a las políticas actuales de las de la década de los noventa, se insiste en que la gran diferencia es que entonces existió tipo de cambio fijo mientras que ahora se aplica el tipo de cambio flotante".
"Una evidencia de esta obsesión de los economistas del gobierno (y aparentemente de los del FMI) por la libre flotación limpia, es que cuando el precio del dólar había saltado de 18 a 25 pesos y el anuncio de que el BCRA estaba dispuesto a vender hasta 5.000 mil millones de dólares a más de 25 pesos, había logrado estabilizarlo, la puesta en marcha del primer programa acordado con el FMI obligó al BCRA a anunciar la libre flotación del peso mientras trascendía la opinión de aquella institución de que se necesitaba mayor devaluación. En pocos días el precio del dólar saltó a 30 pesos. En esas circunstancias renunció Federico Sturzenegger al que se le criticaron las intervenciones que había impuesto en el mercado cambiario, supuestamente violatorias del principio de la libre flotación", detalla.
Esa devaluación provocó más inflación y subió el costo de los servicios de la deuda. "Algunos economistas ligados al gobierno, que quisieron ver efectos positivos en esta fuerte devaluación, argumentaron que alentaría las exportaciones. Pero en la práctica, el deterioro fiscal los obligó a reintroducir impuestos a las exportaciones, eliminar reembolsos de impuestos internos, además de postergar la eliminación de impuestos provinciales distorsivos".
Algunos economistas ligados al gobierno, que quisieron ver efectos positivos en la fuerte devaluación, argumentaron que alentaría las exportaciones. Pero en la práctica, el deterioro fiscal los obligó a reintroducir impuestos a las exportaciones
Para Domingo Cavallo, esta adhesión a la libre flotación limpia oficial impidió el diálogo con Luis Caputo, promotor de un sistema de flotación entre bandas no móviles y estrechas (supuestamente 38 a 42 pesos por dólar), que termino fuera del Central.
3 – Es riesgoso tener una amplia brecha de no intervención en el dólar
Cavallo también critica el esquema de "zona de no intervención cambiaria" de Guido Sandleris. "Es sugestivo que en lugar de hablar de 'bandas de flotación' hayan denominado al esquema 'zona de no intervención'", dice.
"Dada la amplitud de la zona de no intervención, en este momento que el piso está en 37 pesos y el techo en 48 pesos, un evento inesperado interno o externo que asuste a los depositantes en pesos, podría provocar una devaluación de más del 30% en pocos días. Es sabido que en circunstancias como esa, mucha gente que había depositado en pesos decide desesperadamente pasarse a dólares, con lo que la demanda por arriba del techo de la zona de no intervención puede ser muy alta. Si, en ese caso, las intervenciones del BCRA son limitadas y no satisfacen totalmente la demanda, como ocurrió en la primera crisis del 2018, el país habrá caído en una nueva crisis cambiaria con todos sus efectos estanflacionarios", detalla el economista.
Dada la amplitud de la zona de no intervención, en este momento que el piso está en 37 pesos y el techo en 48 pesos, un evento inesperado interno o externo que asuste a los depositantes en pesos, podría provocar una devaluación de más del 30% en pocos días
Cavallo cree que el Gobierno debe "escuchar a economistas que no temen a las intervenciones cambiarias" para "minimizar esta debilidad bajando significativamente el techo de la zona de no intervención y anunciando que intervendrá todo lo necesario en el caso que el precio del dólar se ubique por arriba de ese techo. Por supuesto, esto lo tienen que hacer con apoyo del Fondo Monetario Internacional".
"También ayudaría mucho que el gobierno anunciara el plan con el que tratará de estabilizar y hacer crecer la economía a partir del nuevo mandato, va a comenzar reconociendo el carácter bimonetario de la economía y ofreciendo las máximas garantías para que ese carácter bimonetario sea de derecho", algo que "llevará a descartar cualquier idea de pesificación compulsiva de los depósitos y las deudas en dólares como la de Duhalde y De Mendiguren en el 2002".