La liquidación de divisas del agro y las industrias derivadas afrontaron en 2018 las consecuencias de la intensa sequía del último verano y las inundaciones que afectaron a la zona núcleo en abril.
Los más perjudicados fueron los principales cultivos, soja y maíz, cuya calidad y rindes se definen en febrero y constituyen la principal fuente exportadora en otoño, con las liquidaciones de la cosecha gruesa.
No obstante, un muy buen desempeño del trigo, tanto en producción como en exportación, y precios internacionales estables recortaron las pérdidas de divisas por las menores ventas del sector, que totalizaron los USD 20.219,5 millones en 2018, según datos de CIARA (Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina) y CEC (Centro Exportador de Cereales).
Esta cifra es un 5,5% inferior a los USD 21.399,1 millones de 2017 y la más baja desde los USD 19.952,5 millones de 2015, entonces con mayores retenciones y un visible atraso cambiario por la vigencia del "cepo" al dólar.
Aunque la administración de Mauricio Macri decidió un nuevo esquema de retenciones para las exportaciones del sector, la fuerte devaluación del peso, de 50,5% en 2018 (alza del dólar mayorista de 102%), mejoró el tipo de cambio para el comercio exterior y estimuló el ritmo de las liquidaciones.
En el marco del ajuste fiscal establecido luego del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, comunicó en septiembre el nuevo esquema de retenciones móviles transitorio para 2019 y 2020.
Con una contribución de 4 pesos por dólar comercializado, la tasa de derechos de exportación para soja y derivados queda en torno al 29%, desde el anterior 25,5 por ciento. Para el trigo, la cebada y el maíz, este impuesto de 4 pesos por dólar exportado significa una retención próxima al 11%, cuando dichos cultivos habían sido eximidos del gravamen en diciembre de 2015.
Con ventas externas por un total anual de unos USD 61.000 millones, las exportaciones del agro y subproductos industriales, como harinas, aceites y pellets, significaron en 2018 un 33,1% de los envíos de los complejos exportadores de la Argentina.
Vale señalar que en noviembre de 2017 el Gobierno eliminó la obligación de liquidar en el mercado de cambios local las divisas generadas por las exportaciones.
"En este sector, las comparaciones estadísticas entre distintos períodos son generalmente imprecisas o inexactas ya que la liquidación de divisas está fuertemente influida por el ciclo comercial de los granos, que depende de diversos y cambiantes factores exógenos como oscilaciones internacionales de precios, retracción de la oferta, distinto volumen y valor proteico de las cosechas, condiciones climáticas, feriados, medidas de fuerza sindicales, modificaciones regulatorias, barreras arancelarias y paraarancelarias del exterior, exigencias fitosanitarias o de calidad de otros países, etcétera", puntualizó un comunicado de CIARA-CEC.
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