El último informe de Perspectivas de la Economía Mundial (World Economic Outlook-WEO) proyecta a escala global una expansión económica robusta a escala global, del orden del 3,7% en promedio para 2019.
Aunque la proyección del Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo en octubre último la estimación de crecimiento desde el 3,9% previsto en abril, la tasa de expansión será similar a la de 2018, un buen número que superó los resultados en cualquiera de los años entre 2012 y 2016, y quedó apenas detrás del 3,8% de 2017.
Pero para la Argentina las previsiones son muy diferentes. El FMI proyecta una caída de la actividad doméstica del 1,62% para todo el año, que relega al país al puesto 188° en el escalafón global del crecimiento.
Además, la Argentina integrará el reducido grupo de países con recesión o crecimiento negativo, junto con Barbados (-0,1%), Nicaragua (-1%), Puerto Rico (-1,15%), Sudán (-1,9%), Guinea Ecuatorial (-2,61%), Irán (-3,61%), Sudán del Sur (-4,61%) y Venezuela (-5%).
Vale aclarar que el FMI no efectúa proyecciones de varios Estados, por su pequeña ponderación en la economía internacional, por el hermetismo de sus regímenes políticos o regulaciones, o bien por ser zonas de conflicto que impiden las mediciones. Entre ellos, Mónaco, Liechtenstein, el Vaticano, Corea del Norte, Cuba, Siria, Palestina, el Sahara Oriental, Andorra y Guayana Francesa.
El organismo multilateral ponderó que en muchos países del mundo se atraviesa un presente con pleno empleo o cercano a ese límite, sin temor a la deflación -asociada a la recesión-, por lo que consideró que "las autoridades económicas cuentan todavía con una oportunidad excelente para afianzar la resiliencia e implementar reformas que fortalezcan el crecimiento".
Maurice Obstfeld, consejero económico y director del Departamento de Estudios del Fondo, afirmó que "las revisiones negativas para las economías de mercados emergentes y en desarrollo son más importantes, de 0,2 y 0,4 puntos porcentuales respectivamente, para este y el próximo año".
El FMI ya había comunicado su proyección de caída de la actividad en Argentina en 2018, del orden de 2,6%, solo superada por Venezuela (-18%), Nicaragua (-4%), Sudán del Sur (-3,2%), entre los países relevantes por su tamaño.
El FMI proyecta para Argentina una recesión de 1,6% en 2019, que relega al país al puesto 188° en el escalafón de crecimiento
Obstfeld, agregó que las revisiones negativas también varían según el ámbito geográfico, e "incluyen importantes economías de América Latina", como Argentina, Brasil y México; economías emergentes de Europa (Turquía), Asia meridional (India), Asia oriental (Indonesia y Malasia), Oriente Medio (Irán) y África (Sudáfrica).
"En términos generales, observamos señales de una menor inversión y una disminución de las manufacturas, lo que se añade a un crecimiento más débil del comercio", apuntó el economista del Fondo.
El FMI observó que el crecimiento en EEUU, promovido por el paquete de medidas fiscales procíclicas, continúa a buen ritmo y está aumentando las tasas de interés estadounidenses, aunque perderá impulso una vez que se retiren algunos estímulos fiscales.
Otro lastre para el crecimiento norteamericano es el de la tensión comercial con China generada por la aplicación de aranceles que, por otra parte, también reduce el horizonte de crecimiento del país asiático.
EEUU, la economía más grande del mundo, crecerá en los próximos 12 meses un 2,54% (puesto 138°), mientras que China lo hará un 6,18% (23°). Es decir que mientras el gigante asiático crecerá a su ritmo más lento desde 1990, muchos países emergentes acelerarán su expansión.
Los que más crecerán en 2019 según el FMI serán Yemen (+14,71%, en el puesto 1°), Libia (+10,83%, en el 2°), Dominica (3°, con 9,41%), Etiopía (4°, con 8,49%) y Ruanda (5°, con 7,8%). Destaca en el 7° puesto la India, con una tasa de expansión del 7,44% anual.
Obstfeld señaló que "en las economías de mercados emergentes y en desarrollo, el endurecimiento gradual de la política monetaria estadounidense, sumado a las incertidumbres comerciales y, en el caso de Argentina, Brasil, Sudáfrica y Turquía, a factores específicos, ha desalentado la afluencia de capital, debilitado las monedas, desanimado los mercados de renta variable y presionado las tasas de interés y los diferenciales".
Un posible punto débil que aplica a la Argentina se debe además a "los altos niveles de deuda soberana y de las empresas, acumulados durante los años de condiciones financieras mundiales distendidas", según la visión del experto.
Un posible punto débil que aplica a la Argentina es el de los altos niveles de deuda soberana y de las empresas
El último reporte de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) prevé que para 2019 el PBI de la Argentina se contraerá 1,8%, luego de una caída estimada de 2,6% para 2018, mientras que el PBI por habitante cierra 2018 con un contundente retroceso hasta el -3,9%, después de haber mejorado un 1,9% en 2017.
Este organismo regional fundamentó su proyección en que las secuelas de la crisis cambiaria y las exigencias de austeridad fiscal establecidas por el acuerdo con el Fondo Monetario.
Según la CEPAL, la caída de la economía argentina durante 2018 respondió a una fuerte devaluación del peso, un aumento pronunciado de la tasa de interés, la aceleración de la inflación y una importante caída de los ingresos reales de las familias.
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