Los anuncios de aumentos tarifarios en electricidad y transporte público que se comunicaron este jueves en el Palacio de Hacienda complican lo que los economistas consideran un balance fino entre la búsqueda de menor inflación y la apuesta de un dólar más tranquilo para el próximo año.
Los incrementos escalonados en transporte alcanzarán un 38% entre diciembre y marzo. En lo que respecta a energía eléctrica, para agosto de 2019 las subas confirmadas acumularían un salto de 55% respecto de principios de 2019, mientras que en tarifas de gas (todavía sujetas a audiencias públicas) la variación será de 35% para abril.
"La combinación de los tres componentes anticipan que en 2019 las tarifas de regulados van a promediar un aumento en torno al 40%, con un impacto total de inflación de cerca de 4 puntos porcentuales y marcando una resistencia a la desinflación", explicó Federico Furiase, director de Eco Go.
El economista estima que la suba en salarios durante el próximo año rondará un 35%. Con ese número en mano, para cumplir con la expectativa inflacionaria por parte del mercado cercana al 30% "el factor clave va a ser un dólar que no se mueva demasiado y dispare de alguna forma los precios", dijo Furiase.
En esa misma línea opinó Emmanuel Alvarez Agis, titular de la consultora PxQ. "La única forma en que la inflación esté por debajo del 30% va a ser que el tipo de cambio esté muy quieto, difícil de lograr en un contexto como el que se espera el año que viene de falta de dólares a nivel global y con un frente electoral que tiende a presionar el tipo de cambio", desarrolló Agis.
Es decir, el equilibrio se basa en minimizar todo lo posible los efectos de transferencia a precios de cualquier tipo de devaluación que pueda darse para cumplir con las expectativas inflacionarias, que hoy en día se ubican en el terreno de 25-30%. Sin embargo, el margen de error con el que contaba el Gobierno ahora se ve reducido.
Los incrementos escalonados en transporte resultaran en un crecimiento de 38% entre diciembre y marzo. En energía eléctrica, para agosto de 2019 las subas confirmadas acumularían un salto de 55%, mientras que en gas la variación será de 35% para abril.
Uno de los factores más nuevos que influyen en ese sentido es la reciente reglamentación de la renta financiera, comunicada en el Boletín Oficial. El decreto oficializó el régimen impositivo para inversiones en pesos (por 5% del excedente de $66.918) y en dólares o ajustables por inflación (por 15%).
"Es una mala idea que está pésimamente pensada y ejecutada", considera Fausto Spotorno, economista jefe de la consultora OJF. "Creo que incluso un pequeño componente del riesgo país en los últimos días surge de la previa y el resultado final del impuesto a la renta financiera", señaló el analista.
Furiase agregó que en el contexto nuevo donde "se van a gravar los plazos fijos y se generan incentivos a la dolarización de carteras, la política monetaria tiende a sobrereaccionar para mantener pesos afuera del mercado cambiario, con lo cual el Central va a tener menos margen para bajar las tasas".
La combinación de factores deja un panorama complicado para el primer tramo del 2019, sobre todo con datos de actividad como el de octubre (caída interanual del 4%) indicando que aún hay un sendero a recorrer hasta que se encuentre el piso, como cree Agis. "El primer trimestre del próximo año viene muy cargado en materia de aumentos y creo que es poco probable que se llegue al piso de actividad", afirmó.
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